El venezolano se recupera en el Hospital de Parapléjicos de Toledo del durísimo percance
La noticia se ha podido corroborar gracias a una fotografía emitida por la oficina de prensa del joven espada de Táchira en la que se puede apreciar a Vanegas acompañado de sus amigos y compatriotas Hugo José Molina «El Morocho», que pasó por un trago similar cuando un novillo le retiró del toreo tras una voltereta en Aldea del Fresno (Madrid) en 1999, y el novillero Juan Gómez «El Gato».
En la misma imagen se ve a Vanegas con una especie de férula ortopédica en su pierna derecha, pero no hay rastro de la silla de ruedas que durante meses tuvo que utilizar para desplazarse ni de las muletas sobre las que se apoyaba en las últimas semanas.
No obstante, y según informan fuentes allegadas al torero venezolano, todavía queda «mucho trecho» hasta que se logre por fin el objetivo de volver a verle enfundado en un traje de luces, su objetivo primordial como él mismo aseguraba en una entrevista concedida a Efe hace escasos tres meses.
«Aquí -en el hospital de Parapléjicos de Toledo- hay muchos que me tachan de loco o masoquista precisamente porque no se explican cómo puedo pensar en volver a torear después de lo que me ha pasado. Pero es que, como dice el maestro José Tomás, 'vivir sin torear no es vivir'», confesaba entonces.
Lo bueno ahora es que los pasos que va dando Vanegas en su recuperación son muy positivos, no ha habido ningún contratiempo ni frenazo en la recuperación del severo percance que sufrió el pasado mes de mayo mientras lidiaba un toro a puerta cerrada en la plaza de toros salmantina de Ledesma y que le produjo el desplazamiento de las vértebras C4 y C5 y, en consecuencia, la pérdida de la movilidad en las extremidades.
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