El torero ha fallecido a los 95 años en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid
Imagen de archivo de Manuel Navarro - ABC
EFE
El decano de los matadores de toros, Manolo Navarro, ha fallecido esta noche a los 95 años de edad en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, a consecuencia de una neumonía agravada por el coronavirus, han informado a Efe fuentes familiares.
Además de haber sido uno de los matadores de toros más longevos, Navarro será recordado también por haber sido un abanderado de la tauromaquia en todo el mundo, pues, además de los países de tradición taurina, llegó a torear en lugares tan peculiares como Angola, Mozambique, Estados Unidos o Manila (Filipinas).
Nacido en Albacete el 20 de julio de 1924, su afición taurina le vino desde muy pequeño. Forjado en el campo manchego, vistió por primera vez un traje de luces 1942, con 18 años de edad, en Quintana de la Orden (Toledo) para debutar como novillero con caballos dos años más tarde en Tomelloso (Ciudad Real).
Después de varios años destacando como una de las promesas de la novillería, toma la alternativa el 25 de julio de 1947 en la feria de San Jaime de Valencia, actuando como padrino Gitanillo de Triana y des testigos Luis Miguel Dominguín y Rovira, con toros de Villagodio.
Ese mismo año confirma doctorado en Madrid, el día 4 de octubre, en la corrida a beneficio de la Asociación de la Prensa, con Domingo Ortega de padrino y nuevamente Luis Miguel Dominguín y Paco Muñoz de testigos, y las reses de Antonio Pérez-Tabernero y Carlos Núñez.
Como anécdota, entre ambas efemérides llegó a compartir cartel la tarde del 10 de agosto en San Sebastián con el mismísimo Manuel Rodríguez "Manolete", dieciocho días antes de su trágica muerte en Linares (Jaén).
Navarro confesó en una entrevista con EFE que aquella tarde "le marcó" para el resto de sus días, no solo por conocer al "monstruo" cordobés, del que reconocía que "toda la solemnidad que poseía en el ruedo era simpatía y sentido del humor con la gente más allegada", sino también porque aquella tarde Manolete le confesó su intención de retirarse al finalizar aquella temporada.
Tras once años en activo, en los que se forjó el respeto de profesionales y compañeros dentro y fuera de la plaza, se retiró en México en el año 1958.
Después el fallecimiento de Angelete en 2018, fue desde entonces y hasta hoy el decano los matadores de toros.
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