martes, 20 de junio de 2023

Fernando Adrián: ‘Mis dos Puertas Grandes de Madrid son el reflejo a tanto sacrificio, aunque ahora venga lo más difícil y bonito’

 El diestro madrileño se ha convertido en la relevación de la temporada tras su doble triunfo consecutivo


Por
 Javier Jiménez

Mundotoro

Madrid. Esa plaza que da y quita en todo el panorama taurino. De todo el mes taurino, muchos han sido los nombres que salen relanzados, pero pocos como Fernando Adrián. La gran revelación de la temporada. Dos Puertas Grandes consecutivas. Y la sensación de un relevo necesario para la Tauromaquia. De aquellos jóvenes que dan interés y novedad a las ferias por parte iguales. Porque si en el toreo no surgieran revelaciones, habría que inventarlas. Habla el madrileño con Mundotoro después de su paso por Las Ventas.

‘Esas dos Puertas Grandes son el reflejo de tanto sacrificio en horas, meses y años. Por eso, ahora mismo, tengo una felicidad interior muy grande, aunque soy consciente de que sólo ha sido un paso más de lo que quiero conseguir en mi carrera’, asegura Fernando Adrián.

‘Al final, esto es una carrera de fondo. Es el día a día y creo que me pilla con los pies en el suelo y estando donde siempre he querido estar, aunque ahora venga lo más difícil y bonito a la vez: el entrar en las ferias que llevo soñando mucho tiempo, para competir junto a las figuras y los compañeros. Mi preparación, tanto mental, física, como profesional, ha sido para estas dos tardes, pero también de cara a lo que me podía venir’, sostiene el madrileño.

Dos tardes diferentes, con varios matices, pero fundamentales en el 2023 de Fernando Adrián. ‘No cambiaría ni antepondría una de otra. Gracias a mi primera Puerta Grande llegó la segunda y creo que cada una ha tenido su importancia con la ayuda de Dios. Esa primera tarde hizo que se abrieran muchas puertas, entre ellas, la de la Beneficencia. Si no te dan oportunidades, no te puedes abrir tu camino y esa Puerta Grande inicial fue el comienzo de todo lo que estoy viviendo’, subraya Fernando Adrián.

Habla Fernando Adrián con la sensación reciente de los recuerdos. Con la sonrisa al rememorar en su mente unos flashes que no dejan de rondar su mente de torero. ‘Son tantas las sensaciones y los sentimientos que no sabría explicarlos. Son momentos muy íntimos. En mi caso, lo que más siento es conseguir lo que venía soñando: cuajar un toro como quería, como venía entrenando y preparándome. Eso es lo más bonito del mundo. Sentir esa plaza rugiendo no tiene precio. No lo cambiaría por nada del mundo, lo recordaré siempre’.

El pasado 17 de junio, el madrileño de Torres de la Alameda se la jugaba de nuevo en Las Ventas. Como si de un examen de reválida, pero con nota alta, se tratara. Confirmar lo conseguido. Siempre en la apuesta. ‘Sabía que me iban a esperar y que tenía que conseguir ese nivel de mi primera tarde, pero creo que al final es lo que me motivó. Gracias a Dios, todo lo que he aprendido en esta vida ha sido a mis erros y mis fallos. Eso me ha convertido en lo que hoy soy. Por eso, sabía que la exigencia iba a ser mucho mayor. De ahí, que Las Ventas sea la plaza más importante y que un triunfo en Madrid sea capaz de lanzar toda una carrera y engrandecerte tanto, como a mí me ha pasado’, asegura el madrileño.

‘Es verdad que muchas ferias están ya cerradas, pero el año que viene debe ser muy importante’

Le preguntamos sobre el cambio de su vida en mes. ‘Hay que ser realistas, si no llego a triunfar con la corrida de Santiago Domecq, no hubiera estado en la Beneficencia y mi carrera hubiera cogido otros derroteros. Está claro que estos dos triunfos han cambiado mi vida, pero más en lo profesional que en lo personal. Mi día a día es el mismo, al igual que mi mentalidad. Sigo por el mismo camino’.

‘Está claro que te cambia la vida, pero no quiero volverme loco, quiero seguir centrado y con la gente que siempre me ha apoyado y ha estado en mi lado. Al final, uno tiene que ser consciente del lugar que tiene que ocupar y eso es lo que me ha propiciado llegar hasta aquí’.

Y eso se nota en el teléfono del apoderado, le comentamos. ‘Es verdad que muchas ferias están ya cerradas’, se adelanta Fernando Adrián. ‘Estoy tranquilo, quiero vivir por y para mi profesión y de lo que me tengo que preocupar es de estar centrado para dar lo mejor de mí en aquellas fechas que se puedan cerrar este año, para que el aficionado pueda ver a un torero cada vez más cuajado y profundizar más en mi toreo. Está claro que toree más o menos este año, el siguiente debe ser muy importante y quiero que no se me escape’, subraya Fernando Adrián.

El madrileño ha sido protagonista de dos Puertas Grandes con matices totalmente opuestos. Una, con una excesiva carga policial en forma de pasillo con la gente a varios metros de distancia. La otra, sin esta presencia, con los aficionados idolatrando al triunfador. ‘Los toros son del pueblo y, al final, creo que la Puerta Grande de la Beneficencia fue muy bonita. Entiendo el control, pero cada profesión tiene su esencia y se debe de cuidar. Es muy bonito dar una vuelta al ruedo en hombros en Las Ventas, estar rodeado de gente joven y ver las caras de niños con 12 o 15 años… Es lo más bonito que a un torero le puede pasar. Eso es lo que nos hace diferentes’.

‘Me quedo con esa Puerta Grande, aunque sin cambiar la anterior. Pero lo bueno es que esta vez dejaron que la gente me arroparan. Es verdad que se sufre, pero, cuando llegas a la furgoneta, esas palizas son recordadas para toda la vida’, recuerda el madrileño.

Habla Fernando Adrián después de muchos años de lucha. ‘La clave es confiar en uno mismo y, sobre todo, como he dicho a mi gente, el tener claro dónde uno es feliz. Esa pregunta me la he realizado muchas veces y mi cuerpo me decía que era toreando. Tenía claro que mi día a día era el toro. Está claro que estos años anteriores he tenido mis trabajos, porque somos humanos y tenemos que ganar dinero, para poder vivir. Pero siempre he tenido tiempo para entrenar cuando terminaba de trabajar. Cuando uno tiene las cosas claras, la vida te lo recompensa’, concluye Fernando Adrián.


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