Germán D’ Jesús Cerrada
En el semáforo del Yuan Lin de la ciudad de Mérida, un grupo de niños hacen el trabajo de limpiar los vidrios a vehículos. No es un trabajo que deshonra a nadie, pero son niños, que deberían de estar en la escuela, en una cancha deportiva practicando algún deporte, o en sus casas ayudando a sus padres en las actividades del hogar.
Niños a tan corta edad realizando trabajos en la calle, buscando el peligro. El estado tiene la obligación de preocuparse por estos niños, hacerles un seguimiento, quiénes son sus padres, a qué se dedican, por qué trabajan en la calle, la situación socioeconómica de cada uno de ellos y buscar el mecanismo para sacarlos de esas actividades tan prematuras.
Tienen la palabra los organismos competentes.
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