sábado, 29 de marzo de 2025

Igor Puentes, periodista y bohemio

PERIODISTAS DE AYER Y DE HOY

****La figura de Igor Alberto Puentes Albornoz destaca en el panorama periodístico merideño por su rica trayectoria y su profunda conexión con la ciudad. Su vida y obra son un testimonio de la evolución de Mérida y su escena cultural.

Igor Puentes, 40 años de pasión y dedicación al periodismo.

Germán D' Jesús Cerrada
Nacido en 1957 en Maracaibo, Estado Zulia, en una familia de raíces andinas provenientes de La Azulita, Estado Mérida, Puentes ha logrado identificarse tanto con la cultura maracucha como con la andina. A la edad de 10 años se trasladó a Mérida, donde vivió hasta su juventud. Posteriormente, regresó a Maracaibo para estudiar Periodismo en la Universidad del Zulia, donde se graduó en 1984 como Licenciado en Comunicación Social, con mención en Comunicación Audiovisual.

Igor Puentes y la fiel compañera de sus primeras crónicas. Cada tecla, una historia; cada golpe, un sueño.

Su carrera periodística se ha desarrollado principalmente en la ciudad de Mérida durante 40 años. Igor Puentes se ha consolidado como un destacado profesional de los medios de comunicación, con una sólida trayectoria en diversos formatos, tanto impresos como audiovisuales. Ha trabajado en medios como Frontera, así como en la Televisora Andina de Mérida (TAM). Además, ha tenido una notable presencia en la radio, siendo parte de las emisoras FM 92.3 y Radio Los Andes 1040. Su versatilidad y experiencia le han permitido destacar en la comunicación y el periodismo, aportando su conocimiento y habilidades en diferentes plataformas mediáticas.

Ha colaborado en diversas instituciones públicas y privadas, destacándose en la Dirección de Prensa de la Gobernación de Mérida, Cormetur, Fondetur, Fonfimer, la Asamblea Legislativa de Mérida, la Universidad de Los Andes y la Cámara de Comercio de Mérida.

Creando arte en barro: Igor Puentes y Natividad Niño, entre tradición y talento en Aguas Calientes, Ejido, Mérida.


A lo largo de su trayectoria, ha sido testigo de momentos históricos que han marcado su carrera y su vida personal. Su experiencia cubriendo la visita del Papa Juan Pablo II a Mérida es sin duda uno de esos hitos que ha dejado una huella imborrable en su memoria. La atmósfera de esperanza y fe que se respiraba durante ese evento fue palpable, y Puentes tuvo la oportunidad de estar en el centro de esa cobertura, reportando no solo los hechos, sino también las emociones de la gente que se congregaba para ver al Santo Padre.

Igor en su primer trabajo en la Televisora Andina de Mérida (TAM), año 1984, revisando las grabaciones en la cámara.

En su vida periodística, ha enfrentado retos y ha tenido la oportunidad de entrevistar a figuras importantes, así como de narrar historias que de otro modo quizás no habrían sido contadas. Cada anécdota y cada encuentro han contribuido a forjar su identidad como periodista y a profundizar su compromiso con la verdad y la información. La pasión y dedicación de Igor Puentes hacen que su trayectoria sea digna de admirar, y sus recuerdos son un testimonio de la importancia del periodismo en la sociedad.

Igor Puentes y el tecnólogo popular Don Luis Zambrano conversando sobre uno de sus innovadores inventos, 1986.

Rememora con nostalgia su llegada a Mérida, justo después de graduarse como periodista en la Universidad del Zulia. Guarda un especial cariño por ese momento, al compartir la experiencia con "la camada de periodistas maracuchos", entre los que se encontraban Libia González, Maribel de Añez, Nancy Colina de Dávila, Ana Teresa Salas, Bianile Rivas y Carmen López.

"Las Tapias de Doña María Luisa" en un rincón de libros usados.

Es autor del libro "Las Tapias de Doña María Luisa", publicado en 2003. Este libro ofrece un resumen de las crónicas relacionadas con la historia de la hacienda Las Tapias, así como de su propietaria, María Luisa Celis Briceño de Dávila Paredes, y su descendencia. Representa una importante contribución a la literatura local que rescata la memoria histórica de ese lugar y su significancia cultural.

Igor y Adriana Heras en el estudio de la emisora universitaria durante la transmisión de un programa.


Igor participó en programas de radio como "Voces de la ULA" y "Ser Estudiantes", que fueron plataformas importantes para la difusión de ideas y la promoción de la cultura universitaria. Su colaboración con profesionales destacados como Adriana Heras y la fallecida Argelia Ferrer contribuyó a elevar la calidad de los contenidos y a conectar de manera efectiva con la audiencia. La labor de estos programas no solo se medía por su producción, sino también por el impacto que tuvieron en la comunidad universitaria y en la sociedad en general.

Una foto para el recuerdo, con la periodista Argelia Ferrer, quien ya se fue de este mundo.

La Feria del Sol, con su ambiente festivo y lleno de actividades, también fue un espacio importante para el equipo de "Feria Espectacular", del cual formó parte, llevando música ferial, entrevistas y entretenimiento a la comunidad a través de la emisora FM Espectacular 93.1. La conexión que este programa tuvo con los oyentes y la manera en que capturaron la esencia de la feria perduran en el recuerdo, reflejando un tiempo de celebración y cultura.

Igor y Carlos Páez en su último día en el aeropuerto, cubriendo la sección de Noti Jet del diario Frontera, hoy en día fuera de circulación. Un momento que marca el cierre de una etapa en el periodismo.

Es de la época de los discos; Igor se sumerge en el nostálgico recuerdo de aquellas noches en Mérida, donde la vida estudiantil vibraba con una energía indescriptible. Las calles, iluminadas y vibrantes, estaban llenas de risas que resonaban en cada rincón, junto al suave susurro de una brisa que traía consigo la promesa de momentos inolvidables. En su mente, se transporta a lugares emblemáticos como La Casita de Las Rosas y la icónica discoteca La Viuda Negra, donde la música daba vida a cada encuentro.

El sonido del viejo tocadiscos, con sus melodías atemporales, marcaba el compás de sus noches. Cada canción era un llamado al pasado, recordándole las interminables veladas que compartía con amigos, donde se discutían sueños y se forjaban planes para el futuro. El Bodegón de Pancho era el refugio perfecto para las charlas profundas, donde las pasiones por la política, el arte y el deporte se entrelazaban en cada conversación.

Los periodistas Igor y Libia Planas.

Igor evoca cómo la juventud se sentía como una explosión de libertad, un momento efímero donde todo parecía posible.

“Eran días donde realmente se sentía que todo era posible”, reflexiona con una sonrisa nostálgica. Aunque el tiempo ha pasado, esos recuerdos permanecen grabados en su memoria, como un disco que sigue girando en el fondo de su ser, invitándolo a revivir la magia de aquella Mérida que vivió intensamente. Las calles aún guardan las historias de quienes alguna vez hicieron de la noche su escenario, y aunque la ciudad haya cambiado, el espíritu de aquellos días perdura en el aire.

Igor Puentes, Premio Nacional de Periodismo Universitario.

Además, destaca con cariño la Tasca del Colegio Nacional de Periodistas, situada en el Jardín Acuario, donde rememora las reuniones y las largas charlas con sus colegas, llenas de risas y anécdotas. Estos recuerdos reflejan no solo la bulliciosa vida nocturna de la época, sino también los lazos que se forjaron en esos espacios de encuentro y camaradería.

Galardonado con el Premio Regional de Periodismo "Emilio Menoti Espósito" y el Premio Nacional de Periodismo Universitario "Ignacio de la Cruz", Igor Puentes es un referente en el ámbito periodístico.

Un emotivo adiós a Igor, quien cierra un capítulo en la oficina de prensa de la Universidad de Los Andes. Rodeado de compañeros de trabajo.

Jubilado de la Universidad de Los Andes, Igor Puentes, como "Cronista Urbano de Mérida", sigue contribuyendo al periodismo desde su perspectiva única y su experiencia. A través de sus crónicas, que se publican en las redes sociales, documenta la vida cotidiana, la cultura y los desafíos de Mérida, ofreciendo a sus lectores un vistazo profundo y personal de la ciudad. Su labor es una forma de mantener viva la historia y las narrativas locales, aprovechando las plataformas digitales para llegar a un público más amplio.

Disfrutando de un café en buena compañía. Así es como Igor, jubilado, saborea cada momento en las panaderías y cafeterías de la ciudad.

La labor de Igor Puentes ha sido fundamental para preservar la memoria colectiva de Mérida, y su trabajo sigue siendo una valiosa fuente de conocimiento sobre la historia y la cultura de la ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quiero y recuerdo a Igor con mucho cariño. Fue un excelente compañero de trabajo en la Oficina de Prensa de la ULA. Siempre atento y servicial. Que Dios le de larga vida y salud 🙏