La imagen muestra el USS Langley (CV-1), el primer portaaviones de la Armada de los Estados Unidos. Originalmente fue un buque carbonero, el USS Jupiter (AC-3), que fue reconvertido en portaaviones y comisionado en 1922.
En 1928, año al que se refiere la foto, el Langley ya era una pieza crucial para el desarrollo de la aviación naval de EE. UU. Estaba siendo utilizado como un "banco de pruebas" flotante para experimentar con técnicas de despegue, aterrizaje y equipos, como la catapulta y el cable de detención, que se convertirían en estándar en los futuros portaaviones.
Debido a su apariencia inusual, con la cubierta de vuelo plana y elevada sobre el casco original (que le valió el apodo de "Covered Wagon" o "Carro Cubierto"), y sus dimensiones más reducidas y velocidad más lenta en comparación con los portaaviones de flota que le siguieron, fue fundamental para entrenar a la primera generación de aviadores navales y para establecer la doctrina de las operaciones de portaaviones. En el Pacífico, cerca de Hawái, en 1928, fue capaz de operar hasta 36 aeronaves en su cubierta de vuelo.
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