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El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha ordenado a los consulados y embajadas de EE.UU. considerar la obesidad, el cáncer, la diabetes y otras enfermedades crónicas como motivo para denegar visados, ante el riesgo de que los inmigrantes quieran entrar en el país para obtener tratamiento médico y no pagarlo.
La instrucción se envió el 6 de noviembre de 2025 mediante un cable diplomático del Departamento de Estado que ya ha sido recibido por las misiones diplomáticas y ya se está aplicando. El texto amplía los criterios médicos existentes, que hasta ahora se centraban mayoritariamente en enfermedades contagiosas.
Por ejemplo, hasta 2010, el VIH era un motivo de inadmisibilidad para solicitar visados a Estados Unidos, tanto para inmigrantes como para no inmigrantes. Sin embargo, los solicitantes que viven con VIH deben demostrar que no supondrán una carga pública, acreditando que cuentan con recursos económicos suficientes y un seguro médico que cubra sus tratamientos y necesidades sanitarias durante su estancia en el país.
El cable ahora enviado por la Administración Trump indica que deben tenerse en cuenta enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, neurológicas y mentales por el alto coste potencial de su tratamiento. También se menciona la obesidad por su relación con apnea del sueño, hipertensión y depresión.
La directriz se emitió sin pasar por los canales habituales de revisión interna. Los funcionarios consulares podrán así negar visados a solicitantes temporales o inmigrantes permanentes que puedan representar una carga económica para el Estado.
Se amplían los motivos de exclusión para incluir edad de jubilación, número de dependientes y existencia de discapacidades en la familia. Rubio fundamentó la orden en la regla de «carga pública», que permite negar visados a quienes puedan depender de la asistencia pública.
Justificación económica
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, defiende la medida, afirmando que se aplica una política vigente desde hace un siglo para proteger recursos de los contribuyentes. «Durante 100 años, la política del Departamento de Estado ha incluido la autoridad para negar visados a solicitantes que supongan una carga financiera para los contribuyentes, como aquellas personas que buscan atención médica financiada con fondos públicos en Estados Unidos y que podrían drenar aún más los recursos sanitarios destinados a los ciudadanos estadounidenses», dijo.
Quedan exentos los solicitantes de visados humanitarios, como los refugiados, aunque el Gobierno de Trump ha reducido esos programas.
Por ABC
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha ordenado a los consulados y embajadas de EE.UU. considerar la obesidad, el cáncer, la diabetes y otras enfermedades crónicas como motivo para denegar visados, ante el riesgo de que los inmigrantes quieran entrar en el país para obtener tratamiento médico y no pagarlo.
La instrucción se envió el 6 de noviembre de 2025 mediante un cable diplomático del Departamento de Estado que ya ha sido recibido por las misiones diplomáticas y ya se está aplicando. El texto amplía los criterios médicos existentes, que hasta ahora se centraban mayoritariamente en enfermedades contagiosas.
Por ejemplo, hasta 2010, el VIH era un motivo de inadmisibilidad para solicitar visados a Estados Unidos, tanto para inmigrantes como para no inmigrantes. Sin embargo, los solicitantes que viven con VIH deben demostrar que no supondrán una carga pública, acreditando que cuentan con recursos económicos suficientes y un seguro médico que cubra sus tratamientos y necesidades sanitarias durante su estancia en el país.
El cable ahora enviado por la Administración Trump indica que deben tenerse en cuenta enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, neurológicas y mentales por el alto coste potencial de su tratamiento. También se menciona la obesidad por su relación con apnea del sueño, hipertensión y depresión.
La directriz se emitió sin pasar por los canales habituales de revisión interna. Los funcionarios consulares podrán así negar visados a solicitantes temporales o inmigrantes permanentes que puedan representar una carga económica para el Estado.
Se amplían los motivos de exclusión para incluir edad de jubilación, número de dependientes y existencia de discapacidades en la familia. Rubio fundamentó la orden en la regla de «carga pública», que permite negar visados a quienes puedan depender de la asistencia pública.
Justificación económica
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, defiende la medida, afirmando que se aplica una política vigente desde hace un siglo para proteger recursos de los contribuyentes. «Durante 100 años, la política del Departamento de Estado ha incluido la autoridad para negar visados a solicitantes que supongan una carga financiera para los contribuyentes, como aquellas personas que buscan atención médica financiada con fondos públicos en Estados Unidos y que podrían drenar aún más los recursos sanitarios destinados a los ciudadanos estadounidenses», dijo.
Quedan exentos los solicitantes de visados humanitarios, como los refugiados, aunque el Gobierno de Trump ha reducido esos programas.
Así, la orden amplía de forma inusual la discrecionalidad de los funcionarios consulares en las embajadas. El Departamento de Estado pidió a los funcionarios evaluar si los solicitantes pueden costear su tratamiento médico durante toda su vida sin recurrir a fondos públicos.
La Organización Mundial de la Salud estima que en 2022 el 16% de los adultos en el mundo eran obesos y el 14% tenían diabetes. De forma llamativa, uno de los líderes en obesidad es EE.UU.: más del 40% de los adultos tienen obesidad. Además, la prevalencia total de diabetes entre adultos (diagnosticada y no diagnosticada) es aproximadamente del 15,8%, según cifras oficiales.
En realidad, la nueva norma forma parte de la política más restrictiva del Gobierno de Trump hacia la inmigración legal. Desde su vuelta al poder, Trump ha desplegado una agenda migratoria más dura y amplia. Extendió los vetos de viaje a nuevos países, autorizó detenciones en espacios antes considerados exentos —como escuelas, iglesias y hospitales— y firmó órdenes que aceleran deportaciones y eliminan límites a la detención de inmigrantes sin audiencia inmediata.
Impuso además nuevas restricciones a visados de estudiantes y visitantes, y otorgó a los consulados una discrecionalidad mayor para negar entradas basándose en criterios como enfermedades crónicas, edad o número de dependientes, bajo una interpretación más agresiva de la regla de «carga pública».
La Organización Mundial de la Salud estima que en 2022 el 16% de los adultos en el mundo eran obesos y el 14% tenían diabetes. De forma llamativa, uno de los líderes en obesidad es EE.UU.: más del 40% de los adultos tienen obesidad. Además, la prevalencia total de diabetes entre adultos (diagnosticada y no diagnosticada) es aproximadamente del 15,8%, según cifras oficiales.
En realidad, la nueva norma forma parte de la política más restrictiva del Gobierno de Trump hacia la inmigración legal. Desde su vuelta al poder, Trump ha desplegado una agenda migratoria más dura y amplia. Extendió los vetos de viaje a nuevos países, autorizó detenciones en espacios antes considerados exentos —como escuelas, iglesias y hospitales— y firmó órdenes que aceleran deportaciones y eliminan límites a la detención de inmigrantes sin audiencia inmediata.
Impuso además nuevas restricciones a visados de estudiantes y visitantes, y otorgó a los consulados una discrecionalidad mayor para negar entradas basándose en criterios como enfermedades crónicas, edad o número de dependientes, bajo una interpretación más agresiva de la regla de «carga pública».
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