Guillermo Leal
El maestro colombiano, César Rincón, la máxima figura de época del toreo americano en la plaza de Las Ventas de Madrid, está en México, precisamente preparándose con nuestro toro, para torear su segundo festival, tras reaparición triunfal, nostálgica y excepcional, de octubre en la capital española, y que ahora será en su tierra, Colombia, en la plaza de Manizales.
Juan Ortega, el artista dueño del temple exquisito, le brindó precisamente esa faena lenta, inolvidable, que el propio Rincón aplaudía con emoción desde su barrera de primera fila, sentado al lado del ganadero de Chinampas, Rodolfo Camarena, que fue su anfitrión.
La ovación, fortísima, que el público le tributo al querido César, es el reconocimiento de un torero, que desde abajo, alcanzó la cima más alta de la tauromaquia, vestido de luces. ‘Es impresionante el cariño de la gente, estoy muy agradecido con Juan Ortega, que es un referente del buen toreo, por el brindis, pero sobre todo con México, que me sigue dando mucha satisfacciones’, señaló el maestro colombiano.
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