Los padres fundadores
Por Carlos Guillermo Cárdenas D.
La historia de la neurocirugía se remonta al periodo de la historia de la humanidad conocido como Paleolítico o edad de piedra, que se extiende desde hace dos millones y medio de años hasta hace doce mil años. Comprende el 99 % de la historia de la humanidad. El otro uno por ciento a los últimos doce mil años. Historia que tiene como asiento el continente de África.
Para aquel entonces, los conocimientos anatómicos y fisiológicos eran muy escasos, casi inexistentes, pues en las primeras civilizaciones, las disecciones de cadáveres estaban proscritas por razones religiosas. Esta prohibición era mayor para el caso del cerebro que era considerado como el "sitio misterioso del pensamiento y la sede del alma".
La historia señala que los egipcios fueron los primeros en conocer la anatomía a través del embalsamiento de las momias. Consideraban al corazón y a los riñones como órganos nobles. Se dice que el cerebro era extraído por porciones a través de las narinas. Los papiros egipcios describieron las fracturas de la columna cervical con desplazamientos.
La medicina hipocrática permitió la trepanación del cráneo en casos de fracturas.
Heródoto, 484-425 a.c., considerado padre de la historia, describió que había médicos que curaban la cabeza, los ojos, los dientes, los intestinos, así como los llamados generales. Para aquellos tiempos se comenzó a considerar una especie de médicos especialistas.
La epilepsia se le llamó como enfermedad comicial, pues al caer la persona al suelo con la crisis convulsiva, se suspendían los comicios.
Durante el renacimiento, considerado como el nacimiento de la Anatomía Moderna, se demostró que muchos conceptos antiguos estaban errados.
Aparecen los primeros anatomistas como De Carpi, Leonardo da Vinci, Vesalio y cirujanos como Ambrosio Paré, Falopio, Eustaquio, Varolio. Se describe la trepanación en heridas por arma de fuego.
Harvey en el siglo XVII describe la circulación sanguínea. Thomas Willis hace una excelente descripción de la circulación cerebral.
La cirugía del cerebro nació con Paul Broca (1824-1880) con la trepanación para drenar un absceso (1861).
Hacia mediados del siglo XIX se conciben las escuelas de neurología francesa, alemana e inglesa.
El doctor Harvey Cushing de Baltimore es considerado como pionero de la neurocirugía moderna de los tumores cerebrales; la descomprensión, el drenaje y tratamiento de la hidrocefalia.
Se describe que Luis XIV, el Rey de Francia, el emblemático Rey Sol, fue intervenido causándole parálisis facial al seccionar el VII par, quedando con dolor por el resto de su vida.
Neurocirugía en Venezuela
El primer servicio de Neurocirugía en Venezuela se creó en el Hospital José María Vargas de Caracas, como pioneros los doctores Arminio Martínez, Rafael Castillo y Alberto Martínez Coll.
Luego se creó la sección de Neurocirugía adscrita al Servicio de Neurología en el Hospital Universitario de Caracas, con traslado del doctor Rafael Castillo, como jefe de la sección y de adjuntos los doctores Abraham Krivoy y Antonio Mogollón.
Quedaron constituidos los dos primeros centros de cirugía neuro-quirúrgicos más importantes en la década de 1950-60. Alberto Martínez como jefe en el Hospital Vargas y Rafael Castillo en el Hospital Universitario. Se convirtieron en centros de referencia para el manejo de patologías complejas neuro-quirúrgicas de todo el país.
Más tarde se creó el servicio de neurocirugía en el Hospital Pérez Carreño del IVSS, con lo que aumentó a tres centros en todo el país.
Luego fueron apareciendo servicios de neurocirugía en las principales ciudades de Venezuela, Valencia, Maracaibo, San Cristóbal, Barquisimeto, Mérida, etc.
Podría afirmarse con propiedad que para la década de los 80s y 90s más de una docena de servicios funcionaban a plenitud en el país.
Los principales neurocirujanos por su prestigio nacional y latinoamericano fueron, los doctores Alberto Martínez Coll en el Hospital Vargas, Rafael Castillo en el Hospital Universitario de Caracas, Rafael Lara García en el Hospital Pérez Carreño, José R. Guzmán en el Hospital Universitario de Maracaibo, Issac Fenuerberg en el Hospital de Clínicas Caracas, Alfonso Guzmán Brito en el Hospital Universitario de Mérida y Antonio Daher en la Clínica Méndez Guerra de Valencia,
En la década de los 90s, se inició el manejo endovascular cerebral con el doctor Óscar Solís Quintero en el Hospital de Clínicas Caracas.
Un egresado del Curso de Postgrado de Cardiología del HULA, José Gregorio Rosales en la actualidad realiza procedimientos endovasculares cerebrales con gran acierto en la Clínica Táchira de San Cristóbal.
Neuro-cirugía en Mérida
Cuál fue el desarrollo que tuvo la Neurocirugía en el antiguo Hospital Los Andes y en el Hospital Universitario de Los Andes?.
Estuvo estrechamente vinculado con el nacimiento de la Neurología.
El doctor Oscar Encinoza en el relato de la historia de la Neurología a nivel regional afirma:
"Como en otras latitudes, el desarrollo de la Neurología entre nosotros estuvo ligado a la labor de “destacadas personalidades” especialmente en sus inicios".
El doctor Encinoza divide el desarrollo de la especialidad en nuestro medio en tres etapas:
Primera etapa
"La primera etapa o fase de gestación comienza en febrero del año 1936, con la inauguración del vetusto Hospital Los Andes. En uno de sus servicios denominado “Medicina General”. La Facultad de Medicina había reiniciado los estudios de medicina en 1927, dictando algunas materias teóricas e incluso algunas prácticas médicas".
En 1945 aparecen en la Gaceta Universitaria de la Universidad de Los Andes, programas correspondientes a las asignaturas que se cursaban en la Facultad de Medicina y allí se menciona: Patología Médica y comienza a proyectarse hacia la comunidad la Cátedra de Clínica Médica bajo la dirección del Dr. Eloy Dávila Celis.
En 1948 se incorpora a la actividad docente y asistencial en ese servicio, el Prof. Luis Noguer y Molins (1886-1972), como Jefe de la Cátedra de Semiología Clínica y Clínica Propedéutica de la Facultad de Medicina.
El Dr. Noguer y Molins comenzó a estimular el desarrollo de especialidades. En Mérida escribió uno de sus textos más divulgados: “Semiología Especial”. De esta manera traslada de Europa a Mérida, el impulso del desarrollo de las especialidades médicas.
En 1953 el Dr. Rada ingresa a la Facultad, adjunto al Dr. Dávila Celis y se inicia la actividad neurológica clínica.
En 1956, el doctor Rada decide hacer varias pasantías en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Vargas de Caracas, estimulado por el Dr. Rafael Castillo y el Dr. Abraham Krivoy (1930-2017), quienes le alientan a configurar la especialidad neurológica en Mérida.
A comienzos de 1959 se incorpora a Clínica Médica el Dr. Ernesto Fuenmayor Cardoso, en calidad de instructor y adscrito desde sus inicios al naciente Servicio de Neurología.
A finales de 1959, patrocinado por el British Council, se produce una visita del Prof. R.W. Gilliatt del Instituto de Neurología del National Hospital for Nervous Diseases, Queen Square de Londres.
Esta valiosa visita sirvió para planificar la permanencia allí del Dr. Rada (1960-1962) y luego del Dr. Ernesto Fuenmayor (1964-1965). Luego también (1973) la Dra. Alix Padrón de Freytez.
Segunda Etapa
La segunda etapa comienza con el retorno de los doctores Rada y Fuenmayor, ya concluido sus entrenamientos en Londres.
El Dr. Rada logra que las autoridades universitarias le asignen ambientes físicos contiguos a la Residencia Estudiantil Universitaria, creándose el Centro Neurológico.
Se instaló el Laboratorio de Electro-neuro-fisiología aplicada. Además, la Consulta Externa con la atención del paciente neurológico hospitalizado en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Los Andes.
Ingresa la primera residente de Neurología, la Dra. Ligia Chacón de Fuentes, quien se desempeñó eficientemente durante un largo período de formación, hasta su retiro voluntario.
En junio de 1964 se incorpora el Dr. Oscar Encinoza, tras concluir el entrenamiento en Neurología (1962-1964), como becario del gobierno alemán, en la Clínica Neurológica del Hospital Universitario de Eppendorf-Hamburgo.
El doctor Amado Méndez Méndez como neuroradiólogo se incorpora a la planta profesoral de neuro-radiología, se comienza a realizar estudios simples de cráneo y columna, arteriografías, neumo-encefalografías, que significó un avance en el diagnóstico de patologías complejas y fue un paso para el desarrollo de la actividad neuro-quirúrgica.
El doctor Rada gestiona ante la Facultad de Medicina una beca para que el doctor Juan Félix Del Corral continúe los estudios de neurología en Suecia y al concluirlo se incorpora al staff de neurología. Posteriormente se crea la sección de Neurocirugía y de Neurocirugía Experimental.
Se incorporan a la Sección de Neurocirugía los doctores Alfonso Guzmán Brito y Gustavo Contreras en el año de 1969, quienes junto a Del Corral, fortalecen el equipo neuro-quirúrgico.
Posteriormente el doctor Guzmán Brito continúa su formación neuro-quirúrgica como becario en la División de Neurocirugía del Johns Hopkins Hospital, Baltimore 1971-1974, luego en la Universidad de Illinois Chicago 1974-1977. El Dr. Gustavo Contreras concluyó su postgrado en el Hospital Vargas de Caracas.
Se crea la sección de Neurocirugía con los doctores Juan Feliz Del Corral, luego Lautaro Rodríguez, más tarde los doctores Guzmán Brito y Contreras, grupo que realizó en mayo de 1970 la primera intervención estereotáxica en Venezuela, para tratar la enfermedad de Parkinson.
Tercera Etapa
Con la inauguración y apertura del nuevo Hospital Universitario de Los andes 1972-73, se comenzó a denominar “Unidad de Neurología y Neurocirugía” siempre adscrito al Departamento de Medicina.
El Dr. Del Corral, por razones estrictamente personales, se traslada a Caracas y el doctor Guzmán Brito continúa su formación en los Estados Unidos de Norteamérica, por lo que la Unidad de Neurología dejó de atender la actividad neuro-quirúrgica.
En 1973 se contrata al doctor Lautaro Rodríguez, joven neurocirujano que acababa de completar su especialización en Santiago de Chile.
El 21 de octubre de 1979, tras una corta enfermedad, fallece uno de los fundadores de la unidad de Neurología. Atendiendo la consulta de rutina, el Dr. Ernesto Fuenmayor, enfermó súbitamente y a los pocos días fallece. Lamentable e insustituible pérdida.
Mas tarde, en 1988 ingresa a la Unidad de Neurología-Neurocirugía, el doctor Hilarión Araujo. Además de la formación en el curso de postgrado del Hospital Universitario de Los Andes, realizó entrenamiento especial en el Instituto de Neurofisiología Clínica de La Habana, Cuba, en el año 1992, en EEG, EMG y potenciales evocados.
Por su parte, el personal de la sección de Neurocirugía, ya bajo la dirección del Dr. Guzmán Brito, inicia el programa de formación del Curso de Postgrado en Neurocirugía en el año 1978.
En 1981 ingresa al personal el Dr. Emilio Guillermo Berríos, que había concluido el curso de postgrado de neurocirugía dos años antes. En 1982 la Unidad de Neurocirugía gestiona su adscripción al Departamento de Cirugía, desmembrándose administrativamente de la Unidad de Neurología.
Por iniciativa personal del doctor Guzmán Brito, en 1996 se crea la Unidad de Imagenología "Dr. Hugo Dávila", dotada con un equipo Magneton Impact Expert de resonancia magnética, de una capacidad de 1,5 tesla y un tomógrafo helicoidal de alta resolución, de los más modernos y eficientes existentes en el país.
Durante los 49 años (1977-2025) de existencia del Curso de Postgrado de Neurocirugía, han concluido 66 egresados con el grado de Especialistas en Neurocirugía.
El doctor Pablo Vasconez, actual coordinador del Curso de Postgrado de Neurocirugía, destacado colega de lo que se podría considerar la generación intermedia, nos escribió sobre la misión y visión del curso de postgrado:
"Misión, formar especialistas con alta capacidad técnico quirúrgica, científica y ética. Capacitar a los egresados para realizar intervenciones neuro quirúrgicas complejas y manejar patologías del sistema nervioso central preoperatoria, intraoperatoria y postoperatoria. Promover la adquisición de conocimientos avanzados y habilidades en tecnicas quirúrgicas modernas.
Fomentar el desarrollo de la investigación clínica y la publicación de artículos científicos. Contribuir a la mejora de los servicios de salud y las condiciones de salud de la población.
La visión, ser una unidad universitaria de referencia en la investigación en ciencias médicas, con estándares nacionales e internacionales de calidad. Lograr que la especialidad de neurocirugía ocupe un lugar de preponderancia nacional e internacionalmente”.
El doctor Emilio Guillermo Berrios, de la tercera cohorte de egresados del Curso de Postgrado de Neurocirugía, de quien su hija la doctora Canche Omaira Berrios escribió hermosas palabras al referirse a su padre como “un hombre de valores integros, el amor a la familia, la justicia, la solidaridad, la honestidad y una demostración de constancia y responsabilidad”, el doctor Berrios nos dio una versión de lo que significó los inicios de la neurocirugía.
“Hacia la década de los 70 ya se hacía sentir la necesidad de la especialidad neuro-quirúrgica en el Hospital de Mérida, y es el doctor Remi Rada quien comienza a gestionar la contratación de un neurocirujano. Se contrató al doctor Rafael Galera para hacer un postgrado en Suecia en el Instituto Karolinska. El doctor Galera no logró reincorporarse a Mérida, y fue así como el doctor Del Coral, que había estado en el mismo Instituto de karolinska, se residencia en Mérida, incorporándose al staff de Neurología como neurocirujano. Realizó algunas intervenciones mediante procedimientos estereotáxicos. Luego pasaron varios neurocirujanos como el doctor Gustavo Contreras y el doctor Guzmán. Y realmente es con el doctor Guzmán que la unidad de Neurocirugía toma forma.
Con el doctor Guzmán se comienzan a establecer las pautas del funcionamiento neuro-quirúrgico. Se sintió la necesidad de formar neurocirujanos, pues la gran mayoría de ciudades del país carecían de este recurso humano. El Curso de Postgrado de Neurocirugía inició formalmente en 1978, con una duración de cuatro años, egresando la primera promoción en 1981. El curso de postgrado desde un principio tuvo una sólida formación académica con preponderancia sobre la parte asistencial. Este ha sido un resumen muy sucinto de lo que ha sido los inicios de la neurocirugía", así concluyó el doctor Berrios.
Para ir cerrando estas líneas, el doctor Alfonso Guzmán Brito merece una exégesis especial, pues ha sido el médico que durante toda una vida se ha dedicado al ejercicio de la cirugía y en particular la neurocirugía.
Alfonso se formó en los centros a nivel mundial con mayor prestigio y relevancia en la neurocirugía. El Hospital Johns Hopkins en Baltimore, actualmente ranqueado como segundo hospital a nivel mundial después del MGH y en el Hospital de la Universidad de Illinois en Chicago, afamado centro neuro-quirúrgico.
Fue jefe de residentes (Chief Fellow) en el Hospital Universitario de Illinois 1976-78.
Al retornar a su ciudad de Mérida, ejerció la presidencia del directorio de la Unidad de Imagenología del Hospital Universitario de Los Andes, 1998-2001.
Después de ejercer la jefatura de la Unidad de Neurología y Neurocirugía del Hospital Universitario de Los Andes, 1984-1990, ejerció la jefatura de la ya creada Unidad de Neurocirugía para el periodo 1977-2000, es decir por un periodo de 23 años
Alfonso Guzmán ha sido un valor de la medicina regional y nacional. Un valor de la vida universitaria ulandina, a lo largo de estos cincuenta años.
Le ha correspondido afrontar situaciones difíciles y críticas como médico y como profesor. Pero de todas, ha salido con la frente en alto y con la conciencia en paz. Las ha superado con dignidad y reciedumbre.
Alfonzo Guzmán como ningún otro profesor y neurocirujano, ha estado entrelazado con el Curso de Postgrado de Neurocirugía desde su fundación.
Ha tenido tino y sabiduría para enseñarles a las nuevas promociones, el camino cierto para expandir el conocimiento de las técnicas quirúrgicas y procedimientos, que en la cirugía cerebral, adquieren dimensiones tan sutiles, que la mínima equivocación, puede significar el deterioro de alguna función vital desde la perspectiva neurológica.
La decisión de ustedes, apreciados alumnos y colegas del doctor Guzmán Brito, al designar su nombre como epónimo de estas Jornadas Andinas, ha sido acertada y sabia.
Es el reconocimiento a un trabajo, a una trayectoria, a un esfuerzo que valió la pena iniciarlo hace más de medio siglo, cuando Alfonso egresó de las aulas universitarias para hacerse médico interno primero, luego con la residencia asistencial y más tarde, como egresado de prestigiosos centros hospitalarios de Norte América. Ya calificado como neurocirujano y estar presente en el desarrollo y evolución de esta especialidad tan importante y transcendente, el cuidado del cerebro.
La Neurocirugía es una especialidad plenamente establecida y reconocida a nivel mundial, una super especialidad con enormes avances en los últimos años, con el desarrollo de técnicas en microcirugía que permiten el abordaje de patologías complejas.
A manera de colofón, una reflexión final ante este variado, y a la vez selecto auditórium. Qué es la muerte. Podría definirse, como el más profundo de todos los misterios que rodean nuestra vida. Tal vez, no se sienta miedo ante ella, pero si, el más profundo respeto, unido a un intenso impulso de investigarla. Podría afirmarse, que con la muerte se sabrá quién es la persona y como ha sido su vida, será esto verdad?.
Al imaginarnos, que después de la vida no hay nada, o que el origen de toda esa gigantesca e inconmensurable masa, que es la vida láctea, proviene de la nada o del azar, debemos tener una verdadera e inquebrantable Fe, para aceptarla. Pues al final qué es la Fe, la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.
Y ustedes amigos neurólogos y neurocirujanos que exploran y estudian el órgano, que es la génesis del pensamiento humano.
Ese pensamiento que podría superarlo la Inteligencia artificial, aún no lo sabemos. Vendrán tiempos emocionantes y desafiantes de los avances de la innovación tecnológica.
No quiero concluir estas palabras sin agradecer al doctor Elbert Reyes, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario, quien me solicitó de oficio pronunciar estas palabras.
Felicitaciones a los organizadores y promotores del evento, a los médicos adjuntos de la especialidad neuro-quirúrgica y a los residentes del Curso de Postgrado. Para ellos nuestro reconocimiento y admiración.
-A mis manos ha llegado el siguiente escrito:
Cito. "Alfonso, hoy quiero agradecerte por construir esa vida conmigo, siento un gran orgullo y admiración por los éxitos que has logrado a lo largo de tu vida, con dedicación y pasión de excelente profesional, familiar y con gran ética de trabajo y responsabilidad. Quiero reconocer tu esfuerzo inalcanzable por nuestro bienestar, que no sólo haces con dedicación sino con una visión previsora, saber que estás pensando en todos los detalles, me hace sentir amada. Siempre enseñando con el ejemplo.
Gracias por todo lo que haces, por todo lo que eres, el motor de nuestro hogar y un gran compañero en este viaje, que es la vida. No podría estar más agradecida de tenerte conmigo". Cierro la cita.
Así escribió Bianca Garófalo. Esposa de Alfonzo.
Gracias a todos. Muchas gracias por vuestra inmensa paciencia y bondad de escucharme.
Muchas gracias.
CGCD/31 de octubre de 2025.```
1 comentario:
Dios bendiga a toda esa gente allá en Mérida.
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