domingo, 18 de mayo de 2014

Sebastián Castella, fractura de mandíbula y cornada en la axila en Osuna

El matador de toros Sebastián Castella ha sufrido una aparatosa cogida este domingo en la plaza de toros de Osuna, sufriendo fractura en la mandíbula derecha así como una cornada de seis centímetros en la axila derecha.
 
El diestro ha sido tratado en primera instancia en la enfermería de la plaza para luego ser trasladado al Hospital de Osuna, donde se le realizará una intervención para reducir la fractura maxilar.

La cornada ha sobrevenido en el quinto astado, un toro de Buenavista que se ha quedado corto en la muleta. A pesar de ello el francés ha aguantado los parones intentando hacerlo pasar. En un momento dado el toro, que se le ha quedado debajo, le ha tirado un derrote que le ha alcanzado en la cara, tirándolo al suelo.

Acto seguido el toro ha hecho por Castella, recogiéndolo y enganchándolo por la axila derecha, zarandeándolo y propinándole una gran paliza. El diestro ha quedado tendido en el albero, siendo trasladado de manera inmediata a la enfermería y posteriormente al hospital de Osuna.

Castella había triunfado de manera incontestable en su primero, un magnífico ejemplar de Buenavista, al que le ha cuajado una importante faena tanto en el toreo fundamental como haciéndolo pasar en corto. Un trasteo que ha servido para que se solicitase el indulto del astado, que el presidente ha concedido. El toro se llama «Jarreón», está marcado con el número 28 y es de febrero de 2010.

La corrida de Buenavista, salvo el reseñado quinto, ha sido buena. Enrique Ponce se ha encontrado con un primero terciado pero noble, aunque con poquitas fuerzas. El valenciano lo ha toreado a media altura, sin obligarle mucho, realizando una faena elegante estropeada con los aceros.

El cuarto ha ido con la cara alta, algo que no ha importado a Ponce, quien ha tirado de su enemigo consiguiendo que entrase en la muleta. Ha estado francamente bien con pasajes diestros realmente meritorios y de mucha calidad. Ha pinchado antes de cobrar una estocada y cortar la oreja.

A Javier Jiménez la espada le ha privado de salir por la puerta grande. Su primero le ha dejado torear con el capote en un gran quite por tafalleras y en una faena en la que ha destacado el temple en el toreo sobre la diestra, finalizando con unas ajustadas bernadinas. Pero los dos pinchazos previos han disipado los trofeos. Dio la vuelta al ruedo.

También ha marrado en su segundo, otro toro bueno con el que el de Espartinas ha toreado por ambos pitones, mostrando una muy buena actitud y siendo merecedor de un mayor premio que la ovación.

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