El semillero de periodistas taurinos se prepara, un año más, para introducir la marcha en próximas semanas
MARCO ANTONIO HIERRO, Madrid
El Curso de Periodismo Taurino "Fundación Wellington" alcanza su decimotercera edición con todas las ilusiones puestas en aquellos que van a conformar su futuro en los medios de comunicación especializados. Si la Fiesta necesita un porvenir consolidado, en los profesionales de su propia información radica la responsabilidad de contar con conciencia, sensibilidad y, sobre todo, mucha objetividad lo que ocurra en el mundo de los toros. Miguel Ángel Moncholi, junto a su equipo, se empeñaron a finales de los noventa en conseguir que este sueño se hiciera realidad en lo que, en un principio, era tan sólo un seminario y que se fue convirtiendo en un curso de medio año.
"El curso lleva ya 13 ediciones y comienza como complemento a lo que era un seminario dentro de la cátedra del periodismo especializado, que se reducía solamente a 15 días de clase", explica el propio Moncholi en relación a sus inicios. "Gracias a Pío García Escudero se conforma lo que, en un primer lugar, sería esa cátedra de periodismo taurino en la Fundación Joselito". Respecto al devenir de los cursos y la consolidación de los mismos, la propia docencia va tomando otros derroteros, puesto que "también un día decidimos abrir el abanico a todos aquellos informadores taurinos, que no periodistas. Son aquellos que se encargan de informar de toros en medios más pequeños, con el fin de que tengan un mínimo de formación que mejore su trabajo".
Asimismo, y también en relación al devenir del curso en cuanto a la formación de todos aquellos que con más o menos agudización laboral querían formar parte de la información taurina, el Director Taurino de TeleMadrid destaca que "en los últimos tiempos también se ha intentado corresponder a esa demanda de formación, como tercera pata, de aficionados. Por tanto, periodistas, informadores y aficionados son los tres pilares sobre lso que se basa la formación del curso".
El planteamiento del Curso está programado en tres bloques dispares, "el primero habla del toro, la tauromaquia y la historia, adentrándose en aspectos tan importantes como el toro, el torero o la liturgia; el segundo está enfocado a la información, al concepto de periodismo especializado y a su aplicación en prensa, radio, televisión y periodismo digital, aunque también en fotografía y cine; el tercer bloque lo denominamos "conocimientos complementarios" , es decir, todas las áreas relacionadas con la tauromaquia, desde la sociología, la antropología o la lengua hasta el derecho".
Requisitos fundamentales para completar el Curso son aspectos como la asistencia a las propias clases, la realización de prácticas en platós de radio y televisión o el hecho de conocer al toro bravo de cerca, en las visitas a las ganaderías. "También torearán, porque es necesario sentirse delante de la cara del toro. También esto te enseña a relativizar: no es lo mismo una corrida de San Isidro que el festival de Chinchón". Respecto a los gustos de enseñanza del propio Moncholi, éste afirma que "le doy mucha importancia al concepto litúrgico y protocolario de la Fiesta, a la historia de la tauromaquia...porque es lo que da razón de la misma". También declara Miguel Ángel que tantos años al frente del Curso le ha enseñado mucho en la vida. "Aprendo diariamente de los alumnos, aprendo sus relaciones humanas, aprendo a relativizar y aprendo a valorar la sensibilidad con que debe tratarse la tauromaquia".
Sobre la financiación del mismo, la Fundación Wellington es la que se hace cargo de gran parte del sustento económico. Históricamente, ha sido la Fundación Joselito la encargada de ello, pero desde hace tres cursos "ésta hace un esfuerzo porque haya un precio asequible, porque se pueda permitir cualquier persona la realización del mismo". Como deseo final, el propio Miguel Ángel señala que siempre ha tenido en la mente "un cambio generacional, formando nuevas camadas de periodistas e informaciones con un conocimiento más profundo de su materia".
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