jueves, 27 de noviembre de 2014

Toros / toros ¿Qué toreros del G-5 quieren volver a Sevilla?


De momento, dos nombres aparecen fijos en Sevilla, los dos el apellido Miura: el torero Eduardo Dávila y los ganaderos de Zahariche. 

La empresa Pagés ha tendido su mano a las figuras del llamado G-5, aquel que la vetó en la pasada temporada 2014 tras unas desafortunadas declaraciones de Eduardo Canorea y una hilera de comunicados con lo que se había cocinado en los despachos. Tanto Canorea como Ramón Valencia, principal mediador, abren las puertas de la Maestranza a los toreros. 

Al parecer, hay uno que lo tiene claro, José María Manzanares, según ha comentado ya en alguna reunión con sus compañeros a orillas de un conocido río. El matador alicantino, que no tenía ningún problema con Pagés y que simplemente se «solidarizó» con sus compañeros, quiere estar en la plaza en la que triunfos tan sonados ha logrado. También quiere acudir en principio Julián López «El Juli», que de la mano de su apoderado, Luis Manuel Lozano, pretende limar ciertas asperezas con la empresa maestrante.

Comunicados

A medio camino se encuentra Morante de la Puebla, dicen que más cerca del no que del sí, para no tambalear la postura emprendida hace un año, cuando comunicaron que no actuarían en la plaza de Sevilla «bajo la contratación de la empresa Pagés». La decisión no está tomada del todo aún. Al igual que la de Alejandro Talavante, que ya no cree «en los intereses colectivos de los toreros», según declaró en una pasada entrevista con Efe. 

Miguel Ángel Perera es la figura que con más firmeza se mantiene en lo acordado hace un año y quien, por tanto, más lejos del Baratillo parece hallarse. «A la empresa de Sevilla le importan poco los méritos de los toreros y la afición», manifestó en un contundente comunicado el pasado enero. 

La afición sevillana espera a los cinco. El tiempo dirá si las aguas toreras del Guadalquivir recuperan la calma.

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