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Decorosa y profesional actuación de Luís Camacho “El Morocho” dio la cara por la infame cuadrilla. |
Jesús Ramírez “El Tato”
Llena de incidentes tuvo la corrida del pasado domingo en la maestranza de Maracay. Un triunfo rotundo de Javier Silva que recibió los máximos trofeos del último de la tarde tras el merecido indulto, y buena labor de capa de Juan José Girón y faena de aplomo en el primero que no remató con la espada para poder compartir la puerta grande.
Pero entre lo realizado por los matadores ya ampliamente difundido, destacó en medio de unas cuadrillas infames, la actuación de dos subalternos aragüeños, Gustavo Padrón, que lidió con la capa prácticamente toda la corrida con gran responsabilidad y Luis Camacho “El Morocho” que banderilleó todos los toros menos el primero de Javier Silva porque lo hizo el mismo matador.
Pese a ser volteado peligrosamente, el moreno subalterno Luís Camacho, se jugó la vida con profesionalismo, llegando a la cara de los toros, levantando los brazos y clavando con precisión y gran responsabilidad. En medio de un personal subalterno incompleto y con una autentica corrida de toros, con peso y trapío y además con las exigencias propias de la edad en el campo, es obligatorio destacar a esos actores que en la función de la corrida parecen de segunda, pero que en esta oportunidad fueron principales actores que conquistaron al publico con su entrega y valor acorde con la responsabilidad.
Fue de lujo la ovación que prodigó el publico a Luís Camacho “El Morocho”, cuando se desmonteró para saludar tras el tercio de banderillas cumplido con el segundo toro de Juan José Girón. Merecido honor.
Dos subalternos, salvaron el honor de las cuadrillas en una corrida muy accidentada en los prolegómenos y que terminó en un mano a mano tras la deserción de “Leonardo de Maracay” y con mucho trabajo de la autoridad taurina que preside el ingeniero Armando Marín en aplicación de la Ordenanza y las respectivas sanciones.
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