La faena de más entidad y mejor compactada fue la que protagonizó Manuel Escribano al
que abrió plaza, un buen toro de Adolfo Martín al que dio fiesta el de
Gerena por los dos pitones, y que le valió para cortar las dos orejas.
Un trofeo más logró Escribano del tercero, más complicado y remiso que
el anterior, con el que de el de Gerena estuvo más que suficiente. Y
para completar su gran actuación, Escribano
desorejó a su último antagonista gracias a otra faena en la que el buen
gusto y la comunicación con los tendidos se aunaron a partes iguales.
Palazón cortó
una oreja de su primero por una faena de alta nota en el toreo al
natural. Otra más paseó el alicantino del cuarto tras llevar a cabo una
esforzada y valerosa faena ante un astado que pedía el carné. Se
estrelló en cambio en el último, un toro vacío y muy aplomado, con el
que fue silenciado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario