domingo, 9 de agosto de 2015

Morante cuaja un faenón y se niega a matar al toro tras saltar un anti al ruedo de Marbella

Morante continuó con su fin de semana perfecto. Tanto fue así que se negó a matar al quinto de Benjumea tras una faena para el recuerdo. Recibió con un farol y continuó a la verónica incluso rodilla en tierra de un gusto sublime. De lío. Antes de iniciar la faena de muleta, el público le dio una fuerte ovación en agradecimiento al problema con los violentos que saltaron al ruedo. El toro por el derecho fue extraordinario por donde toreó a placer y al natural los muletazos fueron largos y profundos. Cuando ha ido a por la espada, tiró la muleta y se negó a matar el toro. Al sonar el tercer aviso, Talavante salió para hacer un quite por chicuelinas para llevarlo a los chiqueros. Una vez allí, Paquirri echó el capote para meter al toro.

Hubo tres verónicas y una chicuelina de Morante en el saludo al segundo, pero lo realmente bello vino en el inicio de muleta, muy torero, con trincherazos. Las siguientes series por el derecho, con el mentón hundido en el pecho, contaron con muletazos largos de mucho compás. Pinchó antes de la estocada entera en su sitio y cortó una oreja. 

Paquirri lidió en primer lugar un toro con calidad pero sin fuerza. La faena no llegó a tomar vuelo y el torero fue prendido a la altura del muslo derecho en un desplante al final de faena cuando acortó distancias. Le rompió el traje pero no pareció herido. Mató de estocada entera y paseó una oreja algo dolido por la voltereta. Salió de la enfermería con contusiones que no le impidieron continuar la lidia. Cortó otra oreja en el cuarto, un toro similar al primero, con poca fuerza. Destacó el final de faena con pases mirando al tendido y una serie por el derecho con temple. Estoconazo final.

Talavante paseó otra oreja del tercero, que no humilló aunque fue bravo en varas. La faena tuvo mucha suavidad y mucho ajuste, acoplándose a la embestida del animal. Mató de estocada casi entera. Talavante paseó otro premio del sexto, un toro que protestó sin clase pero al que toreó como si fuera bueno, con extraordinaria delicadeza y sorprendiendo con la arrucina entre series. El inicio a dos manos con la muleta también tuvo son. Estuvo muy por encima de su lote. 

Dos antitaurinos saltan al ruedo a la muerte del tercero. Morante increpó a la autoridad y Talavante defendió a su compañero mientras daba la vuelta al ruedo. Gritos del público apoyando al torero: «Morante, Morante». Después de una gran tarde, no hubo salida en hombros en un nuevo acto reivindicativo.

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