sábado, 26 de mayo de 2018
Oreja a la entrega de Francisco de Manuel en San Isidro
Se presenta Marcos: es hijo de empresario taurino, nieto de ganadero; ha debido de torear mucho en el campo. En el primero, se luce, lidiando, Sergio Aguilar; con los palos, Miguel Martín. Brinda a su abuela; demuestra que tiene el oficio bien aprendido pero el novillo se raja y se le va la mano, al matar. Recibe con largas afaroladas al cuarto, que tardea y derriba dos veces. Vuelven a lucirse Martín y Aguilar. Muletea con solvencia técnica y mata caído.
También se presenta Alejandro Gardel, de Pinto, al que apoyó Palomo Linares. El segundo, «Hechizo» (como el magnífico que le tocó a Román), se mueve mucho, transmite. Gardel (García Delgado) se muestra suelto, capaz, mandón, con sobrio estilo castellano. Mata pronto, no bien. En el quinto, deslucido, resuelve con firmeza y seguridad pero mata caído. Otra tarde será.
Cortó una oreja el 1 de mayo Francisco de Manuel. Recibe con buenas verónicas al tercero, que derriba; banderillea vistoso pero desigual. El novillo saca complicaciones. Después de un susto, sufre un volteretón; logra algunos buenos muletazos, en una pelea emocionante, rematada con decisión:
oreja. Su entrega llega mucho al público. En el último, vuelve a banderillear con facultades; aguanta con firmeza las bruscas embestidas, en un trasteo emocionante, hasta que el novillo se raja; se vuelca con la espada. No ha llegado a abrir la Puerta Grande pero es seguro que se va a hablar mucho de este novillero.
Espero que, dentro de un rato, en Kiev, Sergio Ramos dibuje unas verónicas, para celebrar el triunfo del Madrid, con el capote que le ha llevado su gran amigo Talavante.
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