El novillero mexicano mostró proyección y mimbres de toreo caro en su presentación en Madrid; cortó una oreja como Villita y Guillermo García en una interesante final que mantuvo la emoción hasta el último novillo
Plaza 1 tomó el relevo de Taurodelta para llenar de contenido las novilladas sin caballos que el pliego obliga a la empresa gestora de Las Ventas a patrocinar en la Comunidad de Madrid. Víctor Zabala luchó por mantener un certamen en el que se potencia a la cantera a través del circuito sin caballos más importante de la temporada española.
Las Escuelas de la Comunidad de Madrid buscan entre sus alumnos los mejores representantes para conseguir entrar en la final que ayer cerró la temporada de Las Ventas. La fría y ventosa tarde otoñal reveló un torero con mucho futuro como es Isaac Fonseca. Su tarde fue un compendio de entrega y buenas maneras. Llamó la atención su quietud en el quite del cuarto y después todo lo asentado que estuvo en el quinto, un buen novillo de Jandilla que respondió agradecido a la firmeza de Fonseca.
Cuando la noche ya caía helada sobre Las Ventas la megafonía anunciaba al justo vencedor. No movió un ápice sus rodillas pese a que veía al tren de Jandilla acercarse a tres mil por hora. La tanda en los medios de hinojos fue el prólogo de una faena maciza.
La Escuela José Cubero 'Yiyo' estuvo muy bien representada por Villita y Guillermo García, otro interesante novillero del escalafón inferior. Ambos dejaron constancia de su calidad, Villita en la línea más clásica, García en la más larga-profunda.
Por delante toreó Alejandro Gardel que no se confió por el viento que molestó durante toda la tarde. Su lote de Montealto mereció mejor suerte en todos los sentidos.
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