jueves, 27 de febrero de 2020

Morante ultima la vuelta de la corrida concurso de Jerez: con sus puyas y mano a mano con El Juli

 
JOSÉ AYMÁ  

ZABALA DE LA SERNA 
Cuando hablamos con Morante por sus tierras de La Puebla y el cementerio de San Fernando, ya barruntaba la idea que ahora ultima: resucitar la corrida concurso de Jerez que en 1955 creara don Álvaro Domecq y Díez. Para ello, el torero sevillano requiere varios requisitos: que sea con unas puyas especiales con las que el toro sangra menos -y para eso hace falta un permiso de la Junta de Andalucía-, y que sea todo con ganaderías de la tierra, si es posible.

En las tareas de campo le ayuda su amigo Juan José Padilla como contaba en su día Fernando Orgambides en el Diario de Jerez. Su apoderado, Toño Matilla, se ocupa de rematar el cartel -que sería mano a mano con El Juli- y también la feria, la Feria del Caballo. Morante mira siempre a Jerez con un sentimiento hondo, quizá heredado de Rafael de Paula. En su plaza, que remozó con esmero, reapareció en 2018.

Sobre las puyas actuales, como tantos ganaderos, Morante de la Puebla cree que sangran demasiado a los toros. Y por eso en Jerez quiere sacar adelante 'las suyas'.

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