domingo, 29 de marzo de 2020

Bolsonaro se burla y sale de paseo

Otra provocación en medio de la pandemia, "hay que trabajar"

Seguidores de Jair Bolsonaro en Río de Janeiroo
Seguidores de Jair Bolsonaro en Río de Janeiroo (foto: ANSA)

(ANSA) - SAN PABLO, 29 MAR -

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió hoy a desafiar los riesgos de la pandemia, salió de paseo, habló con personas en las calle, causó aglomeraciones y llamó "a trabajar".

    El mandatario, en feroz campaña contra los gobernadores que decretaron cuarentenas para frenar los contagios que en el país, que hasta anoche sumaban 3.904 los casos, 989 más que el viernes; mientras que los muertos llegaban a 111 y se esperaba una nueva actualización.

    Pero Bolsonaro también desairó a su ministro de Sanidad, Henrique Mandetta, quien ayer recomendó mantenerse en casa para frenar la expansión del virus, que azota especialmente en San Pablo, mientras se tema por lo que pueda ocurrir en las favelas de Río de Janeiro, los barrios marginales y dominados por el crimen organizado.

    En su insólito periplo, que también lo expone a él a la infección, dialogó con ciudadanos y trabajadores humildes, y escuchó cómo le contaban sus problemas laborales por las disposiciones regionales de encierro.

    "Hay que trabajar. La muerte está ahí, si Dios quiere. Lo único que no se puede es parar", le dijo el presidente un vendedor ambulante en Taguatinga, según Folha de Sao Paulo y otros medios locales.

    "Hay que trabajar, si no Brasil va a quebrar", le respondió una mujer en un concurrido mercado popular en Ceilandia, donde también estuvo Bolsonaro, en claro mensaje contra la cuarentena.

    "Brasil no puede parar, si no, se convierte en una Venezuela, un terreno fértil para la violencia", dijo el mandatario desafiante más tarde. "La gente no tiene comida para llevar a su casa", disparó.

    Luego el presidente explicó a periodistas las razones de su decisión de este domingo. "Hoy resolví dar una vuelta en Brasilia, farmacias, panaderías, fui a las ciudades satélites (dormitorio). Conversé con informales, ambulantes, algunos pocos que están ahí vendiendo alguna cosa. La gente está diciendo que no tienen que vender nada más para nadie. La gente no tiene más lo que llevar para la casa. Nadie niega el problema del virus, pero tenemos el problema del desempleo también", dijo.

    "Tengo que asumir riesgos para bien o para mal. No puedo quedarme sin hacer nada cuando la nación se hunde. No me voy a quedar a un lado. Yo soy pueblo y estoy del lado del pueblo brasileño y así se tiene que comportar un presidente de Brasil", se ufanó. La escapada de Bolsonaro, que no constaba en su agenda oficial y fue por sorpresa, y horas después de que el ministrop Mandetta, reforzara la necesidad de quedarse en casa, incluso para los jóvenes, y de evitar aglomeraciones para contener la pandemia. (ANSA).

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