"El Capea", seguro de triunfar en la México

"El Capea", teje su propia historia.

Foto: Jesus Téllez

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
"Una profesión tan bonita como esta, que en diez minuto te puede cambiar la vida, para bien o para mal, incluso quitártela, claro que te quita el sueño". Pedro Gutiérrez Lorenzo.

NO ha sido fácil quitarse la sombra del mote, "Niño de la Capea", más cuando su padre fue y sigue siendo un ídolo de los ruedos mexicanos, surgido en aquella época de oro del toreo nacional. A disgusto de algunos y aplausos de otros, Pedro Gutiérrez Lorenzo "El Capea", hijo del majestuoso matador, Pedro Gutiérrez "El Niño de la Capea", ha abierto su camino a brazo partido cuanto más ha podido, aquí y en España, precisamente para quitarse esa lápida y construir su camino, su propia historia, sin igualar ni mejorar la de su padre, sino de mejorarse él mismo y ser un torero de aroma y estilo propio. A disgusto de algunos aficionados porque tal vez le asan como al padre y al no ver lo mismo viene la reprenda. Pero bajo los aplausos de otro sector del tendido, que entiende que en Lorenzo lo único que hay de su padre es el apellido y que su esfuerzo es lo que vale para verle algún día no muy lejano erigirse como una figura del toreo por mérito propio, como hoy mismo lo está trabajando.

"El Capea" se presenta el próximo domingo en la plaza de toros México, lo que vendrá hacer su quinta comparecencia en el coso capitalino; es el único objetivo de Pedro, no piensa en el después, sino en el ahora. Y no existe mayor deseo que toparse con un toro que le brinde la oportunidad de lucir lo que la afición está esperando de él. Porque si algo es cierto, es que México le quiere ver triunfar y aunque en varias plazas de provincia lo ha hecho, en la capital le hace falta ese campanazo.

"Tengo una ilusión muy grande y una responsabilidad lógica; la México aparte de ser una plaza que sabe entregarse a los toreros, también exige. Todo lo que ahí se pueda hacer tiene mucha repercusión para bien y mal, por eso los miedos y la presión es natural. No obstante, llego bien preparado, con la ilusión a tope; quiera Dios y la tarde marque mi carrera, es lo que busco en el toreo, concretamente esta tarde", indicó Pedro, en reunión con medios informativos.

"Hubo una primera y una segunda parte en mi carrera en la Plaza México; la primera vez no surgieron las cosas como hubiera deseado y en esta segunda no he tenido la suerte de que me embista un toro. Sin embargo, he mostrado cosas importantes, he cortado orejas prácticamente consecutivas, a las ganaderías de Carranco, La Punta, Real de Saltillo y San Mateo, dehesas nada fáciles y creo que la afición ha sabido ver esos esfuerzos y la evolución, eso me llena por el momento", señaló.

"Yo creo que no habido ese toro que me permita enseñar el toreo que siento, apenas he mostrado pequeñas muestras, pero jamás he venido a pasar el rato a la Plaza México, quiero ser figura del toreo. Pero sí me falta esa faena redonda, que quizás he conseguido en provincia, pero no en la México", agregó.

-¿Aún te cubre la sombra de tu padre?

"En lo personal el mote de mi padre ha quedado atrás desde hace mucho tiempo, en un principio ayuda, te abren puertas que a otros chavales de novilleros les cuesta más. Pero luego las exigencias son mucho mayores, sobre todo cuando tomas la alternativa, ya que te topas con más dureza, la gente te aprieta mucho más. Siempre he dicho que me comparan mucho con mi padre, me comparan con un figurón del toreo y sí que ha sido difícil. No quiero igualar ni superar a mi papá, estoy intentando hacer mi camino, pero moralmente me hace falta que un toro lo pueda disfrutar en la Plaza México para que el público vea hacia donde quiero caminar. Hay que dar motivos para que se acuerden de mí, no de mi padre, pienso que las cuatro orejas que llevo cortadas en la Plaza México me dan un voto de confianza de la afición, pero me hace falta la faena grande para que tome un rumbo mejor".

-¿Qué te parece el encierro de La Punta? (que lidiará el domingo)

"He matado varios encierros en la provincia, hasta ahora me acomodo bastante bien, esperemos que esta tarde nos vaya todavía mejor. El encierro está muy bien rematado, enmorrillado, de pelo fino, como debe estar una corrida para la México. Tiene su edad y buenas hechuras para embestir. Me ilusiona mucho", concluyó.