México
Leonardo Benítez triunfan en Tetepango
Con
un mano a mano entre Leonardo Benítez
y Federico Pizarro, se
llevó a cabo la corrida de feria en honor a la Virgen de las Lágrimas en Tetepango, Hidalgo de
la que salieron a hombros.
Ante un lleno de no hay boletos, se lidió un bello encierro de la ganadería tlaxcalteca de Tenexac de buen juego.
Leonardo Benítez: Dos orejas y al tercio
Federico Pizarro: Dos orejas y dos orejas
Con el que abrió plaza, un ejemplar que tuvo calidad y un buen lado derecho, el torero venezolano Leonardo Benítez saludó con lances templados que enseguida conectaron con el graderío, realizó un quite por chicuelinas. Cubrió el segundo tercio de buena manera. En la faena de muleta dejó ver que es un torero al que le gusta correr la mano, aprovechando el potable lado derecho del ejemplar de Tenexac, trazó muletazos de buena factura, rematados por largos pases de pecho por ambos lados. Mató de una estocada desprendida que hizo rodar al buen toro para recibir los dos apéndices.
Ante un ejemplar que fue de más a menos, Federico Pizarro recibió de buena manera, toreando a la verónica con mucho oficio, realizó un vistoso quite por chicuelinas rematado por una media. Brindó la faena al público que se dio cita. Con la muleta, se le vio con facultades ante un astado que buscó las tablas, destacando tandas por naturales que fueron del gusto de la afición. Rubricó su faena con una estocada tendida para recibir las dos orejas y asegurar ambos matadores la salida a hombros.
Con el segundo toro para Leonardo Benítez, un toro complicado, se le vio con voluntad en ambos tercios, obligando al toro a pasar por el lado derecho sacando tandas de mucho mérito. En el primer viaje sepultó el estoque, pero no fue suficiente para hacer rodar al ejemplar, en el segundo intento encontró los blandos y el toro rodó sin puntilla. El público premio con una fuerte ovación y saludo en el tercio.
Con el que cerró plaza, Federico Pizarro se lució toreando a la verónica con suavidad y temple. Quitó a su ejemplar por chicuelinas antiguas dejando ver que su toreo con el capote es de variedad y de muy buena factura. Con la muleta, una faena derechista que dejó los mejores momentos de la tarde, corriendo la mano y ligando tandas bien rematadas. Mató de una certera estocada en todo lo alto que hizo rodar al toro sin puntilla para recibir las dos orejas.
Al final del festejo ambos matadores salieron en hombros.
Ante un lleno de no hay boletos, se lidió un bello encierro de la ganadería tlaxcalteca de Tenexac de buen juego.
Leonardo Benítez: Dos orejas y al tercio
Federico Pizarro: Dos orejas y dos orejas
Con el que abrió plaza, un ejemplar que tuvo calidad y un buen lado derecho, el torero venezolano Leonardo Benítez saludó con lances templados que enseguida conectaron con el graderío, realizó un quite por chicuelinas. Cubrió el segundo tercio de buena manera. En la faena de muleta dejó ver que es un torero al que le gusta correr la mano, aprovechando el potable lado derecho del ejemplar de Tenexac, trazó muletazos de buena factura, rematados por largos pases de pecho por ambos lados. Mató de una estocada desprendida que hizo rodar al buen toro para recibir los dos apéndices.
Ante un ejemplar que fue de más a menos, Federico Pizarro recibió de buena manera, toreando a la verónica con mucho oficio, realizó un vistoso quite por chicuelinas rematado por una media. Brindó la faena al público que se dio cita. Con la muleta, se le vio con facultades ante un astado que buscó las tablas, destacando tandas por naturales que fueron del gusto de la afición. Rubricó su faena con una estocada tendida para recibir las dos orejas y asegurar ambos matadores la salida a hombros.
Con el segundo toro para Leonardo Benítez, un toro complicado, se le vio con voluntad en ambos tercios, obligando al toro a pasar por el lado derecho sacando tandas de mucho mérito. En el primer viaje sepultó el estoque, pero no fue suficiente para hacer rodar al ejemplar, en el segundo intento encontró los blandos y el toro rodó sin puntilla. El público premio con una fuerte ovación y saludo en el tercio.
Con el que cerró plaza, Federico Pizarro se lució toreando a la verónica con suavidad y temple. Quitó a su ejemplar por chicuelinas antiguas dejando ver que su toreo con el capote es de variedad y de muy buena factura. Con la muleta, una faena derechista que dejó los mejores momentos de la tarde, corriendo la mano y ligando tandas bien rematadas. Mató de una certera estocada en todo lo alto que hizo rodar al toro sin puntilla para recibir las dos orejas.
Al final del festejo ambos matadores salieron en hombros.
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