viernes, 15 de marzo de 2013

OPINIÓN TAURINA


Óscar López Gamboa*

¡NI HABLAR DEL PELUQUÍN!

Arrancaron los festejos de las Fallas de Valencia, allá en la Península Ibérica, con tres novilladas que resultaron muy interesantes por el tipo de ganado que lidiaron los jóvenes novilleros fueron novillos-toros de irreprochable trapío y con peso todos ellos, arriba de los cuatrocientos kilos, los que saltaron al
albero del coso valenciano y que de acuerdo con sus encastes, desarrollaron lidias difíciles para tan imberbes lidiadores, también hubo novillos que se dejaron meter mano por estos noveles diestros y las faenas que les realizaron, fueron muy bien valoradas por la afición, cómo por los jueces que presidieron,
otorgando algunos apéndices.

Como es lógico dichas novilladas, resultaron accidentadas ya que algunos de esos valientes y finos toreros, salieron heridos y demostrando una gran entrega y profesionalismo, ni las ropas se miraron y seguían en la cara de aquellos novillos-toros la mayoría de ellos, apenas iniciándose en novilladas con
picadores.

Considero oportuno señalar que con el ganado que lidian estas camadas de jóvenes novilleros españoles, su desarrollo profesional es óptimo en todos los sentidos relacionados con el quehacer taurino, que van atesorando y abrevando con animales muy cuajados que frisan en su mayoría, los cuatro
años de edad; por lo qué, cuando llegan a la alternativa están con mucho sitio y conocimiento en el arte de lidiar toros de lidia. Da envidia de la buena, reconocer la formación y aprendizaje de estos “chavales”, que gozan de toda una tradición taurina del país que dio origen al toreo, que por lo bien cimentada y organizada que es, cada año, aporta al mundo de los toros, toreros nuevos de excelentes cualidades taurómacas.

Cosa contraria a la que sucede en aquellos lares, viven aquí nuestros jóvenes que se inclinan por al arte del toreo pues, aunque asisten a escuelas taurinas de nuestra geografía, para aprender de ellas lo que se conoce como el arte de “Cuchares”, la catadura de los novillos que llegan a lidiar con picadores, es muy pobre y
con los tres años apenas cumplidos situación que, los pone en desventaja con el aprendizaje con animales de
mayor edad, en comparación de los novilleros españoles. Aquí hay muy buenos muchachitos
que quieren convertirse en matadores y para muestra, están las escuelas taurinas de Aguascalientes y Guadalajara, sólo por mencionar dos y como soporte de lo que comento, que nos hace falta formación y organización profesional para esos jóvenes y futuros matadores, muchos de ellos desean irse a España, para fortalecer sus aprendizaje pero, muy pocos, lo pueden lograr por falta de un buen padrino, recursos económicos de sus padres o de quienes los guían en esta difícil profesión u oficio. Lamentable pero cierto en la mayoría de nuestras plazas, los ya matadores de toros, locales y extranjeros, torean inclusive dé aquellos novillos-toros, con menos trapío y cornamentas, ante el beneplácito general de nuestras autoridades taurinas y espectadores.

Qué petulancia y arrogancia de parte del matarife José Tomás, para con la empresa de Aguascalientes, que desde al año pasado estuvo en pláticas muy serias y profesionales con él, para contratarlo y así pudiera reaparecer en la misma plaza, donde fue herido de gravedad, hace tres años en dichas pláticas de negociación para su contratación, sé le cumplieron todas sus exigencias en cuanto a fecha, ganado y alternantes; pero, dónde no le pudieron cumplir, fue con su desmesura de pedir le pagara dicha empresa, la cantidad de diez millones de pesos, libres de “polvo y paja”, por una sola corrida es decir, pagar por él sus
impuestos al valor agregado e impuesto sobre la renta, por sus honorarios devengados, lo cuál ascendería con los impuestos adicionados a sus pretendidos honorarios, la friolera de $ 14,500.000.

No cabe duda que ése torero, se considera un semi-dios viviente de la mitología griega, pensando egoístamente creo yo, como sí él fuera el príncipe Teseo , quien diera muerte al Minotauro y, que todos los mortales que habemos en el mundo de la tauromaquia, debemos rendirle pleitesía vaya dislate con perdón sea dicho de este ¡Pinche Torero! Qué de agradecido no tiene nada con la empresa hidrocálida, que fue
quien lo proyecto y ayudó, cuando el no era nadie todavía como torero. Qué con su pan se lo coma sí no desea venir a torear a Aguascalientes, al fin y al cabo, ni falta hace y recuerde que nadie es indispensable en esta vida. La famosa feria de San Marcos y sus corridas de toros, siempre han existido desde antes y después de que este sujeto de “marras”, hubiera nacido. Y todavía tiene la desvergüenza de desmentir a
Espectáculos Taurinos de México, según él, de supuestas situaciones de poco Interés, sin Voluntad e Informalidad en el manejo de su pretendida contratación, de parte de la referida empresa.

Colofón el torero que nos ocupa en esta ocasión, definitivamente se siente también un “Divo” casi me atrevo a decir un Salvador Dalí, famoso y controvertido pintor catalán.

*Ex Juez de plaza Calafia y comentarista de Grupo Radiorama.
opiniontaurina@gmail.com

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