domingo, 20 de octubre de 2013

PREPARARSE PARA LA TEMPORADA EN AMÉRICA

 La temporada española llega a su fin y muchos toreros “cruzan el charco” para afrontar compromisos taurinos en tierras americanas. Son varios factores los que hay que tener en cuenta a la hora de prepararse al 100% para torear en las mejores condiciones posibles, tanto física como mentalmente. Las peculiaridades de algunas ciudades como Bogotá, México DF, Manizales, Quito o Aguascalientes, que están situadas a más de 2000 metros de altura puede influir tanto en la preparación física como en la actuación el día del festejo.

  
Los efectos que puede tener una altitud moderada en la preparación física  han sido muy estudiados en función de la necesidad o no de aclimatarse a esa altura.  Hasta 2000 metros de altitud se pueden experimentar algunos efectos afectando al rendimiento físico y hasta 5500 metros se observan modificaciones fisiológicas incluso en reposo, siendo muy acentuadas durante el ejercicio físico. 

Durante los primeros días de estancia en altura, puede aparecer una sintomatología que varía entre dolores de cabeza, náuseas, mareos, insomnio y falta de apetito, pudiendo aparecer de manera aislada o a la vez. No obstante, entre 4 y 6 días suelen desaparecer. Muchas investigaciones coinciden en afirmar que durante estancias prolongadas en altitud, se produce una pérdida de masa corporal, no obstante  la manera en la que pueda afectar o no la altitud depende mucho de cada persona, estando este factor muy individualizado.  Sin embargo hay que mantener el ritmo e intensidad de los entrenamientos de cara a no perder los estímulos neuromusculares. En cambio, los descansos son muy importantes ya que la fatiga será mayor y tendremos que aumentar tanto el tiempo de recuperación como la calidad de la misma  (visitas a fisioterapeutas, ayudas ergonutricionales, etc).

Pero no solo la altura afecta a la estancia de los toreros en América, el cambio horario también puede ser un hándicap que afecte a los entrenamientos y festejos taurinos. Viajar a través de varios husos horarios lleva una alteración de los ritmos circadianos del organismo (llamado a veces jet lag)  relacionados  por ejemplo con la temperatura corporal o  la frecuencia cardiaca. Este desajuste horario afecta tanto a la fuerza como a la resistencia, durando hasta que los ritmos internos del cuerpo se sincronicen nuevamente con el entorno.

Factores importantísimos en los toreros como por ejemplo el tiempo de reacción o  las habilidades motoras pueden verse afectadas. Varios investigadores han calculado que son necesarios un mínimo de 3 días para resincronizar el ritmo del rendimiento psicomotor después de un vuelo Europa- América y 8 días cuando el vuelo es a la inversa.

Consejos para afrontar el viaje a las américas en las mejores condiciones son muchos. Por ejemplo llegar varios días antes del festejo, dando aproximadamente un día por cada hora de cambio horario. Muchos deportistas, una semana antes del viaje, intentan en la medida de lo posible, ir cada día media hora más tarde a dormir, despertarse, desayunar, entrenar, etc.  Por otro lado, el día antes del viaje se tendría que comer abundantemente, pero teniendo en cuenta un desayuno tardío y con mucha proteína, al igual que la comida y una cena con alto contenido en hidratos de carbono.

Otra técnica que se utiliza comúnmente, es despertarse lo más tarde posible el día del viaje, y durante el mismo, poner el reloj en el horario del destino actuando, comiendo y pensando en el horario de la cuidad de nuestro destino.

Todas estas técnicas ayudarán a que el efecto del jet lag sea menor y se pueda estar cuanto antes en plenas condiciones físicas y mentales tano para entrenar como para cumplir con los festejos taurinos contratados.
Por Víctor Zafrilla

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