Macías y Mario Aguilar cortan oreja con desigual encierro de Los Encinos
ADIEL ARMANDO BOLIO,
Aguascalientes (México)
Se dio este sábado la segunda y última
corrida del XIX Festival de Calaveras en el coso Monumental de la ciudad
de Aguascalientes, que registró tres cuartos de entrada sin abrirse el
tendido general, y en la que los tres diestros locales se dieron un
"buen agarrón", aunque el festejo se fue para abajo a partir de la
salida del quinto toro. Sin embargo, el triunfador fue Fabián Barba,
quien logró cortarle las orejas al cuarto toro del festejo, en tanto que
sus alternantes Arturo Macías y Mario Aguilar se hicieron cada uno de
una oreja del segundo y tercer astado, respectivamente.
De esta manera, se lidiaron seis toros
de la ganadería de Los Encinos, de diferente presentación, siendo buenos
el segundo (débil), el tercero y el cuarto. El primero y el sexto
dieron juego complicado y el quinto fue devuelto por haberse
despitorrado del lado izquierdo. Salió un reserva de la divisa de
Claudio Huerta, que fue devuelto, sin picar, por evidente mansedumbre. Y
un segundo reserva de la finca de Montecristo, de regular al malo.
El diestro FABIÁN BARBA en el astado que
abrió plaza veroniqueó con evidente voluntad y mejor se vio en un
valeroso quite por navarras. Con la muleta, tras doblarse con el burel,
nada fácil, de poca fuerza y con mucho que poderle, se ha jugado de
verdad la vida en un trasteo de mucho aguante y sometimiento a su
antagonista. Le cuajó series toreras y oficiosas por ambos pitones,
sobresaliendo meritoriamente las que le ligó por el derecho. Terminó de
pinchazo y estocada entera desprendida para ser ovacionado en el tercio
con justeza.
En su segundo, "Negrito", realizó en los
medios dos largas cambiadas de hinojos y ya de pie, ahí mismo, lanceó
estética y toreramente a pies juntos para terminar quitando, en el mismo
terreno, por ajustadas gaoneras. Con la franela, tras brindarle al
matador de toros sevillano retirado, Antonio Barrera, se fue al centro
de la arena para cuajarla una estupenda serie derechista de rodillas
rematador con cambio de mano. De pie, siguió toreando con buen trazo
diestro y al darle un cambiado por la espalda el "socio" salió distraído
y le cambió la lidia evidenciando una clara tendencia a las tablas,
donde aprovechó para darle seguimiento voluntariosa y hasta lucidamente
por ambos lados a una variada labor. Concluyó de acertada estocada,
ligeramente tendida, para lograr cortar dos orejas solicitadas por el
propio matador y a lo que el juez Jesús Herrera Robles accedió.
El espada ARTURO MACÍAS al primer toro
de su lote, de nombre "Zapito", lo recibió con tres largas cambiadas de
rodillas cerrado en tablas para luego de pie, en el centro del redondel,
ajustarse en estéticas chicuelinas, además de quitar vistosamente por
saltilleras. Después del segundo tercio, el subalterno Alejandro Prado
se desmonteró para agradecer ovación por clavar soberbio par de
garapullos. Su labor de muleta fue iniciada en los medios con un
cambiado por la espalda, el de pecho, otro por alto, el desdén y uno de
pecho más. El toro, aunque apurado de facultades, tenía nobleza en el
embestir, lo que entendió muy bien el torero, con un claro talento, para
cuajar una señorial faena por los dos perfiles, plena de temple,
cadencia, ritmo y arte. Derechazos y naturales tersos, bien llevados que
adornó con trincheras, la vitolina, pases de pecho y por bajo de manera
elegante. Más toreo en redondo por un lado y por el otro encendiendo el
ánimo de la gente a través de emotivos ¡olés! Manoletinas para abrochar
el trasteo y acabar de estocada entera ligeramente atravesada. El toro
tardó en doblar, le sonaron un aviso y el juez le otorgó una oreja.
A su segundo lo recibió con dos largas
cambiadas de hinojos al hilo de las tablas para luego de pie lancear a
pies juntos y abriendo el compás hasta que el toro luego de embestir
clavó los pitones en la arena y fracturó desde la cepa el pitón
izquierdo, siendo devuelto de manera inmediata, aunque el toro
simplemente se negó a regresar a los corrales por lo que el propio
Macías, previo permiso de la autoridad, lo pasaportó de media estocada y
tres golpes de descabello. En su lugar salió el primer reserva de la
dehesa de Claudio Huerta, al que recibió de rodillas en tablas con una
larga cambiada y después empezó a hacer cosas de manso, espantándose
hasta de su sombra. Se decidió regresarlo a los corrales sin haberlo
probado en caballos y en su sitio salió el segundo reserva de
Montecristo al que le dio dos largas cambiadas de rodillas, una de ellas
muy comprometida para ya incorporado instrumentar vistosas chicuelinas.
Con la muleta, al toro que de inicio mostró nobleza pero era débil,
terminó muy parado pero al que Arturo, a base de insistirle y de pisarle
los terrenos le sacó muletazos meritorios. Alargó la faena, terminó
dando manoletinas y dejó una estocada contraria y trasera para escuchar
aplausos.
El matador MARIO AGUILAR en el primer
ejemplar que le tocó lidiar, llamado "Rumbero", lanceó más que
empeñosamente a la verónica y a pies juntos para después ceñirse en
valientes chicuelinas, además de quitar por expuestas tafalleras, siendo
arrollado en la última, levantándose con la taleguilla rota del muslo
derecho para rematar con señera media. Gran puyazo del varilarguero Cruz
Prado para hacerse ovacionar con fuerza. Con la sarga, Mario comenzó en
el centro del redondel con el cambiado por la espalda, el de pecho, por
alto, la vitolina, el de la firma, un desdén y otro de pecho. El toro
iba a más y el torero también por lo que con gran gusto se dio a trazar
una faena templada, suave y soberbia por los dos pitones, intercalando
pases de trinchera, los forzados y los preparados de pecho, además del
molinete. Hizo el toreo circular sin mucha fortuna y entró a matar para
dejar una estocada entera y trasera, obteniendo por ello un valioso
apéndice.
Y en el que cerró el festejo lanceó de
manera estupenda a la verónica. Con la pañosa, a un ejemplar que terminó
soseando y se quedaba corto, con un gran empeño y evidente disposición
le cuajó una brillante faena, "sacando agua de una piedra". Pisó
terrenos comprometidos y con firmeza logró pasajes de gran valor por el
pitón derecho, despatarrándose. Por desgracia malogró todo con la espada
y al final se le ovacionó el esfuerzo.
FICHA DEL FESTEJO
Aguascalientes. Segunda corrida del XIX
Festival de Calaveras. Coso Monumental: Tres cuartos de entrada sin
abrirse la zona general. Seis toros de Los Encinos,
siendo buenos el segundo (débil), el tercero y el cuarto. El primero y
el sexto, complicados y el quinto fue devuelto por haberse despitorrado
del lado izquierdo. Un reserva de Claudio Huerta fue devuelto, sin picar, por evidente mansedumbre. Y un segundo reserva de Montecristo, de regular al malo.
Fabián Barba: Al tercio y dos orejas.
Arturo Macías: Una oreja y palmas con el segundo reserva.
Mario Aguilar: Una oreja y ovación.
INCIDENCIAS: Durante la
lidia del segundo toro el banderillero Alejandro Prado salió al tercio y
el picador Cruz Prado ejecutó soberbio puyazo al tercero. El quinto se
despitorró del lado izquierdo por lo que fue devuelto a los corrales
pero al no querer regresar a los corrales tuvo que ser pasaportado por
su matador Arturo Macías previo permiso de la autoridad. Salió el primer
reserva de Claudio Huerta y por manso fue regresado a los corrales y
sustituido por otro de Montecristo.
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