domingo, 3 de agosto de 2014

EL PUERTO DE SANTA MARÍA: Castella se impone y Ponce pincha el magisterio

Peor suerte para Alejandro Talavante con un lote sin opciones

M. A. H., El Puerto de Santa María (Cádiz) 

Expectación en el festejo en El Puerto de Santa María, donde se ha registrado, por fin, una buena entrada para ver a Enrique Ponce, Sebastián Castella y Alejandro Talavante con una corrida de Torrealta esperando en el chiquero.

Le costó repetir al hermoso primero en el capote de Enrique Ponce, que optó por dejar una aseada lidia por abajo y cuidar al animal en varas por su tendencia a salir suelto. Lo subrayó después en la muleta, donde simplemente un inicio del valenciano hizo cantar a la gallina. Se rajó el toro y de poco sirvió la porfía de Ponce, que intentó que se tragase los muletazos sin éxito.

El cuarto no se le fue para adelante con el percal y le costó romper. Hondo, serio y bien presentado el de Torrealta, no humilló nunca pero se fue para adelante en la magistral muleta de un Enrique Ponce que le tapó defectos a base de línea recta, media altura y apostura en la composición. Faena técnica y al alcance de pocos, aunque no tuviese en el tendido el eco del toreo profundo hasta el final. Le tapó la cara, lo convenció y creció en el trasteo mientras el público se ponía en pie. Pero pinchó el valenciano y se perdió el premio.

Embistió con humillada repetición el segundo en el capote que manejó con soltura Sebastián Castella, que levantó los primeros aplausos al toreo en El Puerto. Se arrancó con alegría y entrega al caballo, pero la voltereta posterior le hizo daño al toro. Pero lo hizo bien en el ajustado quite por chicuelinas que firmó Castella y le vino superior la gran lidia de Javier Ambel en banderillas, donde saludó José Chacón. Vibrante fue el inicio con cambiados en los medios sin enmendar la posición. Luego lo cosió al trapo con templada intención y pulso en el trazo, administrando tiempos con inteligencia, hasta que la entrega inicial dejó al animal sin fuelle. Incluso terminó cayéndose de mala forma en un par de ocasiones, desluciendo el conjunto. Sin embargo, la actitud del frances y la gran estocada propiciaron la primera oreja.

Precioso era el quinto por sus hechuras, aunque se vino a menos en el saludo de Castella, donde se quedó por dentro y terminó debajo de la tela. Mejor resultó en la muleta, tras la gran lidia de José Chacón. Se fue el toro para adelante en el trapo del francés, que supo administrar el buen fondo del Torrealta para terminar toreando con firmeza con la diestra y con profundidad al natural, el mejor pitón del toro. Pinchó el galo la faena, pero la estocada al segundo intento tiró sin puntilla y posibilitó la oreja que le hacía falta para atravesar la puerta grande.

El tercero resultó un pelín pegajoso en el capote de Talavante, que meció vuelo y se acopló desppués a la llegada impetuosa sin que le tocase los trastos y con mucho sabor en el remate de recurso. Embestía con transmisión y con exigencia el toro en la muleta suave e imperiosa que le dio Alejandro. Mucho valor tuvo el extremeño ante los problemas poco evidentes que planteaba el animal, que venía andando y se paraba buscando lo que dejaba detrás. Enorme en el toreo a pies juntos del final de faena, con el toro reponiendo a su superioridad. Lo mató con autoridad y saludó una ovación.

Terminó frenándose en el capote y gazapearle a Talavante el sexto, que nunca tuvo entrega ni se quiso deslizar en las telas. Porfió el extremeño con el en un inicio que buscaba la esperanza, pero la renuencia del animal, rajado, caminando de lado y quedándose bajo el trapo, hacía imposible el triunfo que necesitaba Alejandro. Por eso desistió, pero el fallo con la espada le pusom a la gente en contra.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Puerto de Santa María. Temporada Real, cuarta de abono. Toros de Torrealta, correctos de presencia y bellos de hechuras. Manso y rajado el primero; de gran entrega, clase y media humillación el segundo; exigente e incierto el tercero; arisco, protestón y exigente el cuarto; de noble repetición el quinto; manso, gazapón y renuente el sexto.

Enrique Ponce (gris perla y oro): ovación y ovación tras aviso.
Sebastián Castella (azul rey y oro): oreja y oreja tras aviso.
Alejandro Talavante (verde botella y oro): ovación y silencio.
Saludó José Chacón tras banderillear al segundo y Javier Ambel tras parear al quinto.

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