Valiente y meritorio con un lote complejo; oficio del murciano Antonio Puerta; tres manejables ejemplares de Aurelio Hernando.
Pase de pecho de César Valencia.
JUAN PELEGRÍN / LAS-VENTAS.COM
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IÑIGO CRESPO
Madrid
Novillada veragueña en Las Ventas. Cuatro jaboneros en escena, las hechuras propios en musculatura y caras del encaste, señal inequívoca de su origen. No fue encierro completo ni de alta nota pero hubo dos ejemplares de buena conducta que fueron primero y cuarto; se pude añadir un quinto noble aunque más pegajoso. Cumplió el ganadero de la sierra madrileña.
Valiente el venezolano César Valencia con el complicado tercero, al que superó en agallas y frente al que anduvo firme. Y de nuevo anduvo tenaz e inteligente frente al sobrero de Martín Alonso que no se entregó. Logró imprimir temple y técnica a una faena con asiento. Buena estocada. Asomaron incluso pañuelos. Justa la vuelta al ruedo. Carácter y corazón del venezolano frente a un lote que nada regaló.
Muy buena impresión la del murciano Antonio Puerta, más puesto y más seguro que en anteriores comparecencias en Las Ventas. Toreó templado y con criterio al manejable primero, tras el que saludó una ovación de reconocimiento. Y supo entender al cuarto, un novillo con movilidad al que siempre tuvo en la mano y frente al que se pasó por los muslos los pitones en un final de faena a base de firmeza y cercanías. Se atascó la espada en esta baza.
A las puertas de la alternativa -la toma en Alcalá de Henares el próximo 31 de agosto- Juan Millán no ha pasado la linea de la discreción frente a un segundo sin clase y un quinto más noble. Se quiso tirar a matar sin muleta frente a este quinto. Tiró el engaño y dejó al paso medio espadazo.
Ficha
Plaza de Las Ventas. Un cuarto de entrada. Novillos de Aurelio Hernando y un sobrero de Hermanos Martín Alonso lidiado en sexto lugar por devolverse el tercero. Bien presentados. Manejables 1, 4 y 5. Deslucidos 2 y 3. El sobrero, sin clase.Antonio Puerta, de rosa palo y oro: Ovación con saludos tras aviso y ovación.
Juan Millán, vainilla y oro con remates en negro: Silencio tras aviso y ovación tras aviso.
César Valencia, de azul añil y azabache: Silencio y vuelta al ruedo tras petición.
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