El torero francés busca sorprender en la Corrida de la Prensa y colocarse en la camada de toreros jóvenes
EfeMadrid
El joven torero francés Juan Leal, que será este martes el tercero de los cinco que confirmen su alternativa en esta Feria de San Isidro, considera que su "gran baza" para la presentación como matador en Las Ventas "es la posibilidad de soprender, porque el público madrileño apenas me conoce".
Este nuevo espada, nacido en Arles (Francia) hace veinticuatro años en el seno de una larga dinastía de toreros galos, llega a Madrid sin apenas haber hecho más que un par de paseíllos vestido de luces en España desde que tomó la alternativa hace justo tres años.
"Desde que me presenté y a la vez me despedí como novillero en Las Ventas, exactamente otro 17 de mayo, sólo he toreado en dos pueblos de España: Navaluenga, en Ávila, y Fitero, de Navarra, que ha sido la última. El resto de corridas las he firmado en plazas francesas y en las Azores", explica Leal.
"Por eso mismo -continúa-, porque hace tiempo que los aficionados no me ven, creo que puedo sorprender en Madrid. He avanzado mucho en el oficio en estos tres años de alternativa y ha llegado el momento de que me incorpore a ese grupo de toreros nuevos que ha levantado tantas expectativas".
Para esta confirmación de alternativa, en la que Manuel Escribano y Juan del Álamo oficiarán de padrino y testigo, respectivamente, Juan Leal considera que su mejor arma es su propio concepto del toreo, que resume en "templar al toro en una distancia corta para llevarlo largo y con estética, al estilo de Paco Ojea, que es uno de mis grandes espejos".
En cuanto a los toros que lidiará mañana, de la ganadería salmantina de Pedraza de Yeltes, el francés se siente muy esperanzado, "porque son animales encastados y con mucha movilidad, que se ajustan mucho a mi concepto. Seguro que el ganadero viene buscando un triunfo en Madrid para redondear los últimos éxitos que ha tenido. Esa es mi confianza".
La experiencia de Juan Leal en el escalafón mayor apenas pasa de una docena de corridas, por lo que considera que la de mañana en San Isidro "es clave, ya que un triunfo me ayudaría a meter la cabeza en las ferias importantes de la temporada española, después de haber triunfado en las francesas".
"Si no hay triunfo, no se va a acabar el mundo, claro, ya habrá más ocasiones de torear aquí. Pero será mejor que lo haya. Tengo que golpear enseguida o, al menos, dar un buen toque de atención para dejar claro que yo también soy uno de los jóvenes toreros con posibilidades de funcionar en esto", concluye
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