La voluntad de Álvarez, el temple de Marín y la profundidad de Varea destacan junto a una enclasada novillada de Fuente Ymbro hoy en Alicante.
PABLO LÓPEZ RIOBO
Un público amable premió con una oreja en cada novillo al local Borja Álvarez,
todo entrega y pundonor, sus dos faenas tuvieron la virtud de la conexión con
el público, eso que tiene en su haber, pero cuando toreas junto a dos
novilleros con esas condiciones todo queda eclipsado. Marín perdió el doble
premio en el tercero y se estrelló con el manso quinto, mientras que varea tocó
pelo en ambos novillos, cierto es que en su primero la espada viajó a donde no
tenía que ir. Si nos atenemos a lo visto con capote y muleta incluso de doble
premio, pero también hay que saber que no se pueden dar orejas con estocadas
tan defectuosas. Tres cuartos de lo mismo pasó en el cuarto de Borja Álvarez,
estocada fea y defectuosa que valió una puerta grande. Quizás no sea culpa del
presidente, este se atiene a la mayoría popular, y si de un público que
desconoce que estocadas así no deben ser premiadas.
Derrochó ganas y voluntad Borja Álvarez desde el inicio, se fue a
chiqueros, lanceo con soltura a un animal que no se entregó en el capote. En la
muleta ejecutó una faena de altibajos, el de Fuente Ymbro tenía emoción y
fijeza pero le faltaba humillar. Álvarez siempre estuvo en novillero, quizás
acusó su escaso rodaje. Hubo muletazos buenos, pero la faena no tuvo la
rotundidad deseada ante un novillo con muchas posibilidades. Mató de estocada
algo tendida y trasera cortó una oreja
Con movilidad pero sin clase ni raza fue el cuarto de la tarde. El de
Fuente Ymbro iba y venía pero sin entrega, animal al que Borja Álvarez no acabo
de cogerle el aire, debió someterlo por abajo. Muchos muletazos ante un novillo
que nunca quiso ir hacia delante. Faena sin un metraje definido, hubo
disposición pero le faltó más ceñimiento. Embistió mucho Lanudo, pero todo lo
hizo sobre una base marcada por la mansedumbre, de ahí que saliese
desentendido, sin humillar y mirando a tablas en cada muletazo. Tras una fea
estocada se le concedió una oreja que le abre la puerta grande.
También se fue a chiquero Ginés Marín para templar las embestidas del de
Ricardo Gallardo primero con la larga de rodillas y por verónicas. En la muleta
el animal embistió con transmisión, brotaron de sus muñecas grandes naturales.
Con la derecha el novillo se quedaba algo más corto, pero el extremeño tiró de
el, muñequeó con suavidad y consiguió que el novillo no se parase. El novillo
tuvo movilidad pero cuando se sintió sometido empezó a mirar a tablas. Sabe
torear Marín, no se queda en lo accesorio, sino que los lleva largo y se los
pasa cerca. Faena importante la del extremeño. Cerró por manoletinas pero el
fallo con los aceros dejó las posibles dos orejas en una vuelta al ruedo.
Muy deslucido fue este quinto, un animal que fue protestado y que llegó a
la muleta muy aquerenciado a tablas. Sólo puedo destacar con la capa, un
ramillete de verónicas con compás y una media de cartel. Novillo manso y parado el extremeño quedó prácticamente
inédito. Lo intentó pero este quinto no tenía nada dentro, Un animal que no
valió ni para arrimarse.
Lanceó con sumo gusto y despaciosidad Varea al tercero, como maneja el
capote. En el tercio de banderillas saludó montera en mano Montoliú por dos
pares con su sello y personal estilo. Ya en la muleta el de Fuente Ymbro
embistió con celo pero con cambios de ritmo. Inicio muy torero rodilla en
tierra sacando se al toro hacia los medios. El de Fuente Ymbro exigía en
colocación y toques, no era tonto. Cuajó dos series de enorme torería al
natural, había que dejársela en la cara para que el novillo embistiera con
celo. Faena de inspiración y gusto del valenciano. Lo peor fue el uso de la
espada, un pinchazo y un feo espadazo posterior tumbaron al animal, aun así
cortó la oreja.
Importante torero al ralentí fue el recibo de capa de Varea al sexto,
primoroso por su estética y suavidad. El inicio de faena fue importante,
muletazos largos y templados ante un novillo que la buscaba con codicia. La
faena tuvo la virtud de la templanza y la torería, pero le faltó mayor
continuidad. Faena eso sí con muletazos muy importantes, con remates de gusto e
improvisación. Destacó una gran serie al natural, acertó a llevar muy pulseado
al enclasado animal de Fuente Ymbro. Se metió al público en una serie final de
mayor exposición, un pase de pecho cumbre cerró la faena. Tras una estocada
casi entera cortó la oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Alicante, menos de media plaza
Novillos de Fuente Ymbro, correctos de presentación, nobles y manejables. Destacó el gran sexto por su clase y humillación.
Borja Álvarez (Sangre de toro y oro): Oreja y oreja
Ginés Marín (Rosa palo y oro): Vuelta tras petición y ovación
Jonathan Varea (Azul y oro): oreja y oreja
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