viernes, 27 de abril de 2012


SEVILLA | Feria de Abril

Mora corta una oreja con fuerza a un extraordinario toro de Moisés Fraile

Natural de david Mora. | Efe


Zabala de la Serna | Sevilla
Sopló un aire frío en el arrastre del tercero. El aire de la nada. Había sido un toro alto como un caballo. Y largo. Por pura morfología le costaba humillar un mundo y parte del otro. Daniel Luque le propuso cosas a la verónica. En el saludo y en un quite. De los lances salía el ejemplar de El Pilar con la cara alta. En un momento pareció descolgar algo más por la mano izquierda; y en todo momento nunca quiso nada encima. Ni la muleta. Y arrollaba.

La corrida de El Pilar estuvo marcada por inmensos cuerpos y desproporcionadas caras. En comparación con los cuerpos, claro. Corpulenta y de poca cara. El toro que abrió plaza saltó al albero como dormido y escaso de fuerza. El Cid lo cuidó en el caballo, del que se soltó. Suelto también en banderillas. 

Foto: Sandra Carbonero
Complicada la brega. La tomó en principio de faena con buen aire por el pitón derecho. Cid se dobló, no se acopló en la tanda inicial y sí lo hizo en dos tandas de redondos en los que el toro repitió, sin terminar de descolgar. Soberbios los pases de pecho, lo mejor, por cierto. El paso mosqueón por la zurda marcaría un antes y un después. El toro ya no sería el mismo en el regreso a la diestra, más corto el viaje, que en su plenitud mereció mayor apuesta.


El colorao segundo tuvo escasitas fuerzas. Blando de remos. Sin embargo tenía buen fondo. La costalada en mitad de la lidia por un capotazo canalla enfadó al personal. David Mora estuvo por templar y correr la mano más, por encima de su excesivo codilleo a derechas. La pena fue que cada vez que una serie hacía por remontar el vuelo, al final el toro perdía las manos sin el temple de las yemas y se enfriaba todo. La estocada fue a carta cabal.

El cuarto, cinqueño, pegajoso y andarín, sacó a la luz todos las carencias actuales del Cid, en especial la falta de confianza. Ese querer y no poder. Feria en blanco inmaculado tres tardes después...
 David Mora. / Foto: Juan Carlos Muñoz
Muy suelto salió el quinto, de Moisés Fraile. Cobró el primer puyazo nada más apareció el caballo picar por la puerta. Se centraría luego. Y de qué forma. 'Bilanero' por nombre. Otras hechuras. Entre los toros de podio de la feria. David Mora se dobló con él. Y pronto descubrió al toro. Por la mano derecha lo toreó con largura, excelso el trepidante ritmo del toro, que fue el de la faena, y la manera de viajar tras la muleta. Siempre puesta. Ligado el toreo. Dos tandas de enorme vibración. Siguió al natural y 'Bilanero' la perseguía con ese puntito magnífico para abrirse y otro punto más de repetición. Para reventarlo por abajo. En un tris de ventana abierta, surgió la voltereta. Falló técnico más que mala fe del bravo toro; fallo entre un torero que este viernes superó con creces vicios. Del volteretón se levantó íntegro. Bañado sólo por la sangre del lomo del toro. El Cid salto a hacer el quite sin capote en las manos. La música no paró de tocar. Tristán se enmienda. El cierre genuflexo tuvo su aquél y la estocada rinconera su efectividad. La oreja cayó con fuerza. La ovación en el arrastre para 'Bilanero' también.
Noblón resultó el grandote sexto. La larga faena de Daniel Luque tuvo picos, remontados de mitad de faena en adelante sobre la mano izquierda. Unas preciosas trincherillas brillaron con luz propia. Y los adornos últimos. El aviso sonó entonces. Pasarse de faena trajo problemas a la hora de cuadrarlo. Falló con la espada. Otro aviso. Nervios con el descabello con la hora encima.

Foto: Sandra Carbonero

Ficha:

Plaza de la Maestranza. Viernes, 27 de abril de 2012. Decimoquinta de feria. Tres cuartos de entrada. Toros de El Pilar y uno (5º) con el hierro de Moisés Fraile, corpulentos y de poca cara; un cinqueño 4º pegajoso y andarín; extraordinario el bravo 5º por las dos manos; noble por el derecho, sin terminar de humillar el 1º, lo que duró; el flojo 2º con buen fondo; acaballado y deslucido el 3º; noblón el 6º.
El Cid, de verde hoja y oro. Estocada muy trasera y tendida y seis descabellos (silencio). En el cuarto, estocada desprendida (silencio).
David Mora, de azul marino y oro. Estocada (silencio). En el quinto, estocada rinconera (oreja).
Daniel Luque, de caña y oro. Estocada trasera y atravesada y cuatro descabellos (silencio). En el sexto, pinchazo, media estocada tendida y varios descabellos. Dos avisos (ovación de despedida).
Parte médico de David Mora: Pasó por la enfermería después de dar muerte al quinto toro de la tarde para ser atendido de un "varetazo corrido en la cara interna del muslo izquierdo". Pronóstico: Leve.
El parte facultativo está firmado por el Dr. Octavio Mulet Zayas.

No hay comentarios: