jueves, 13 de septiembre de 2012

El 13 de septiembre de 1992 el banderillero de Camas cayó mortalmente herido en la Maestranza por un novillo del Conde de la Maza

APLAUSOS
Hoy se cumplen dos décadas exactas desde que el banderillero Ramón Soto Vargas fuera mortalmente herido por un utrero del Conde de la Maza en la Maestranza de Sevilla. Veinte años han pasado ya desde aquel 13 de septiembre de 1992 en el que el de Camas pasó a formar parte de esa extensa lista de toreros que, con su sangre, han engrandecido la fiesta de los toros.

La crónica del día siguiente en el extinto Diario 16, firmada por Emilio Parejo, dice: "El banderillero Ramón Soto Vargas, de la cuadrilla del novillero Leocadio Domínguez, murió ayer víctima de una cornada en el corazón que le infirió un novillo de la ganadería del Conde de la Maza a la salida de un par de banderillas en el festejo celebrado en la Maestranza.

Soto Vargas, de 39 años y durante varias temporadas miembro habitual de las cuadrillas de Antoñete, Curro Romero y Rafael de Paula, entre otros, es el segundo torero de plata que muere este año en la Maestranza. Antes, el primero de mayo, cayó mortalmente herido, también con una cornada en el corazón, el subalterno valenciano Manolo Montoliu, al que un toro de Atanasio Fernández cogió también a la salida de un par de banderillas.

La cornada que caló tan hondo en el pecho de Ramón Soto no pareció en un primer momento revestir tan extrema gravedad. El torero salió del par ya con la cornada, dio un traspié y cayó al suelo. Se levantó y pudo dar unos pasos pero pronto tuvieron que recogerlo sus compañeros y ya con el rostro ensombrecido pasó a la enfermería. Al pasar por el callejón camino de la enfermería, se vio palpablemente que sangraba por el pecho.

Pero la novillada continuó y las noticias tardaron en salir de la enfermería. Después de escucharse noticias contradictorias sobre el estado del torero herido, cuando eran algo menos de las diez de la noche, alguien que salió de la enfermería dijo que Soto Vargas estaba "muy mal". "Lo tienen como cogido con alfileres. Han querido trasladarlo a la UCI de la Residencia Virgen del Rocío, pero no han podido porque Ramón está muriéndose".

A las diez y media de la noche salió el doctor Ramón Vila de la enfermería. El cirujano jefe de la Maestranza, casi sin habla, comenzó diciendo: "Me encuentro muy mal, a punto de dejar esto. Es que han sido este año dos cornadas mortales en el corazón…". En el parte que firmó el doctor Vila se decía que "la herida producida por el asta del novillo interesó la cara anterior del hemitórax izquierdo, penetrando en cavidad pulmonar con rotura de híleo pulmonar y desgarro de vasos hiliares".

El banderillero ingresó en la enfermería con parada cardiorrespiratoria y shock traumático. Se le intervino quirúrgicamente con transfusiones masivas por tres vías. "Pero", dijo el doctor Vila, "desgraciadamente, había perdido mucha sangre y esto le debió afectar al cerebro".

Ramón Soto Vargas, de raza gitana y natural de Camas, el pueblo natal de Curro Romero, deja viuda y dos hijos".

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