martes, 20 de noviembre de 2012

El único que puede llenar las plazas es el toro.La gente no va a " a los toreros" : André Viard. Las figuras deben dar al público lo que pide,apunta


 

Guillermo Rodríguez
André Viard, torero, empresario, sobesaliente, periodista, critico, escritor, editor de una revisa ue es un libro trimestral : tierras taurinas ,sabe de lo que habla cuando toca el tema taurino y no tiene inconveniente en mantener un educado alegato verbal con El Juli a quien le pide que se abra a otros encastes al advertir que la gente esá cansada de más de lo mismo.Y no se muerde la lengua para señalar que los ganaderos están criando un toro para las figuras.

Reclama soluciones a 20 años y protesta por el inmediatismo y sostiene que es preciso crear un abono gratuito , no descuentos, sino gratuito para los niños para cuidar al aficionado del futuro.

Se muestra muy preocupado por los encastes minoritarios y anota que ganaderías como la de Luciano Cobaleda se esfumaron porque nadie las quiso volver a lidiar.

Un torero retirado, el maestro Joaquín Bernadó cuando le tocaron el tema de esos toros a los que hay que poderles, espetó : esas ganaderías es mejor olvidarlas y recordó una frase que se le escapó a Don Antonio Chenel "Antoñete" al referirse a las otrora ganaderías " dificiles" ( siempre entre comillas ) : hoy son tan fáciles........

En una tertulia en MADRID aceptó varias preguntas de los aficionados.


¿Quién tiene la culpa de que hayan desaparecido tantos encastes?

Hay varios motivos. Primero, no los quería matar nadie. Luciano Cobaleda, que estuvo relativamente poco de ganadero (unos 20 años) estuvo 7 de ellos arriba. Su hijo me dijo un día: “entre Francia y Madrid nos mantenemos, mientras nos compren una corrida. Pero un día llegó un momento en que la empresa no encontró a nadie para matarla” (Bernadó me dijo en otra ocasión “mira, esas corridas mejor no recordarlas!!”). El día que Madrid no compró se acabó esto”.

Segundo, ya me lo han dicho varios: el primero que tuvo interés en que desapareciesen ciertas ganaderías fue Antonio Pérez , que fue quien consiguió convencer a los políticos de Madrid de usar la tablilla. Los patas blancas hacían sombra a los toros de Antonio Pérez, por movilidad y por su juego, y éste pensó que poniendo el peso real en la tablilla le ayudaría a su ganadería.Luego hay un tercer motivo, que al llegar al Mercado Común hubo que sanear. Mucha ganadería de encaste minoritario se ha quedado lo mínimo (Fabrés por ejemplo, que casi desaparece).Como dice Arturo Cobaleda “la selección me la hacen los veterinarios. Para qué tentar eralas, si lo primero que ahora busco es la salud”.Y esto es una ley genética, no es una ley taurina, cuando una población decrece tiende a desaparecer.

¿Si no protestamos, los inválidos quién los devuelve?


Hay que buscar soluciones más profundas. Los aficionados miramos bajo nuestro punto de vista cultural. Los profesionales miran bajo su punto de vista comercial. Lo comercial es a corto plazo, las soluciones no han de ser para mañana, hay que pensar a 20 años. El único que puede volver a llenar las plazas es el toro. Siempre se dice “voy a los toros” no “a los toreros”. Todo el mundo cría el toro para las figuras, que algo hará para serlo. Cuando lo mata quien no es figura se ve lo insulso del toro.

¿Qué podemos hacer los aficionados para entrar en ese modelo de gestión francés?

El aficionado ha de saber que hay que llegar a un acuerdo para que vengan las figuras también a las ferias. En Francia se consigue, pero los dineros de Francia no son los de España. Hay que saber dialogar. Siempre hay un gestor. Para hablar con profesionales no se puede ser aficionado y poner pegas. Hace falta un gestor que dialogue. Pero la última palabra es del alcalde, ojo.Hay que dejar de pensar en la gallina de los huevos de oro.Hay dos obligaciones en Francia: un ayuntamiento no puede tener pérdidas. Si no se te tira un verde al ruedo, y dice los dineros que valen los toros.Esa es una, y luego otra es que los chavales entren gratis. No con un descuento en un abono, gratis.Hay un proyecto en Francia en el que para que los jóvenes entren gratis en los toros se les exige un curso, no muy profundo pero sí muy amplio: un día en el campo –dónde viven los toros-, un día en ganadería, un día con los trastos, un día con Bonijol. No tienen que ser toreros, sólo entender las distintas partes. Entonces se les da el pasaporte para la plaza. Que se hagan su opinión, si no se hacen taurinos al menos se harán respetuosos.

¿Su affaire con El Juli?

No tengo ningún problema con él. Entiendo que él no quiere entender. A ese nivel de figura del toreo sólo se piensa lo que se vive, que es gestionar tu carrera, y no ven lo que hay alrededor. La responsabilidad de una figura es dar al público lo que busca. La Fiesta no empieza ni acaba con nosotros. Quince años en tres siglos de Tauromaquia son una anécdota. Me temo que ésta no será la época de El Juli, será la de José Tomás, nos acordaremos también de Morante. Todavía está a tiempo, no a beneficio suyo, sino de la Fiesta. Julián, tú puedes salvar casi todo: abriendo carteles, abriendo encastes, da gusto a la gente, no con tus compañeros de siempre, con Cuadri, con Moreno Silva…. da a la afición la diversidad. Ahora vemos la misma película todos los días. Yo busco diversidad. Voy a los pueblos (a ver Valdellán, los patas blancas de Victorino, a Colmenar Viejo…) a ver a los chavales siempre que puedo…. la Fiesta es todo esto, no el mismo cartel todos los días. Puedes romper moldes, puedes ser el Joselito del siglo XXI, no creo que Joselito fuese mejor lidiador (era otro concepto, distinto: aunque toreaba con Belmonte, del que cogió su toreo y al revés, mataba de todo, miuras, saltillos….). Antes el aficionado no sabía qué iba a encontrarse, salían toros muy bravos, pero también salían mansos, broncos… hoy no hay capacidad de sorpresa.Parladé (como referencia de origen para todo lo que se lidia hoy) es un muy buen encaste, y tiene lo mejor y lo peor. Antoñete ya dijo una vez, se le escapó, en una retransmisión: “es que son tan fáciles ahora!!!”.
Juan Pedro Domecq me dijo que en 5-6 años ningún toro suyo había mirado a los ojos de un torero, que estaba haciendo un toro para Curro Romero .Y yo lo dije “te equivocas”.


Por ejemplo, Fuente Ymbro, aunque no todos fueron grandes toros, echó tres muy muy buenos en Mont de Marsan, vi a Tejela como nunca le había visto antes, poniendo el toro de largo tres veces al caballo. Si le sale a Fandiño en Madrid arma un lío. Y Fuente Ymbro es juampedro, el encaste en sí.

Casi todos los ganaderos crían toros para que lo maten las figuras: fijeza, que no asusten mucho, con esa falta de casta que tanto gusta al aficionado. Y si baja la casta poco a poco va bajando todo lo demás.
No, no creo que Julián no entendiese la carta, lo que pasa es que no quiere entenderla. Todos tenían ganas de decírselo (sí, me felicitaron ganaderos, empresarios,….), y yo no tengo nada que perder.

No hay comentarios: