Samper: 'La suspensión de Quito ha sido un mal necesario para que los taurinos reaccionen'
PAULA ZORITA
Madrid
(España). 'La suspensión de la Feria de Quito ha sido un mal necesario
para que los taurinos aquí reaccionásemos a los ataques y persecuciones
políticas que llevamos sufriendo mucho tiempo'. El torero ecuatoriano Álvaro Samper habla con Mundotoro después de la suspensión de la Feria de Quito y de la corrida celebrada el pasado día 5 en la plaza Belmonte.
La suspensión de la Feria de Quito cogió a todos los que estaban anunciados por sorpresa, por la premura con la que se tomó la decisión: 'Para
mi fue un jarro de agua fría, tenía especial ilusión en torear en Quito
por cómo me siento en este momento frente a la cara del toro, puesto
que aunque he toreado poco, lo he hecho en todas las Ferias del país y
que a tan sólo quince días te roben la ilusión, es muy duro'.
Samper habla sobre lo vivido durante las fechas próximas a la suspensión:
'Todo esto ha sido se puede decir incluso violento. Hubo una amenaza de
la toma de la plaza de toros y se implantó el miedo entre los
aficionados y eso no tiene otro nombre para mi que terrorismo, que se
trata de eso, aterrorizar o engendrar mieo entre las personas para
lograr el objetivo que en este caso tienen los antitaurinos'.
José Luis Cobo, empresario de la plaza de toros próxima a Quito, Belmonte, organizó una corrida de toros el pasado día 5. Álvaro Samper y Martín Campuzano, los dos toreros ecuatorianos que tenían presencia en el cartel, lucieron crespón negro con motivo de la suspensión de la Feria del Jesús del Gran Poder. Se puede apreciar la emoción en las palabras de Samper hablando sobre esa tarde: 'Fue
una tarde muy emotiva, José Luis Cobo ha luchado de manera valiente
para que Quito tuviese toros ese día. Taurinamente hablando me habría
servido más salir en hombros, pero no pudo ser, pero estar ante mis
paisanos fue realmente importante'.
Al margen de esta corrida de toros, Quito vive, junto con la Feria, sus días de fiestas, este año, según apunta el torero, el ambiente en general estaba enrarecido: 'Este
año Quito parecía un funeral en sus fiestas, tanto en el ámbito taurino
como en el social, este año no había nada que hacer y normalmente a
parte de los toros, hay más actividades, la ciudad estaba apagada'.
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