Acaba de volver a casa, después de sufrir, en Oviedo, una nueva intervención, para la evisceración del ojo dañado
Después de su gravísimo percance, Juan José Padilla
ha llevado a cabo una temporada extraordinaria. Acaba de volver a casa,
después de sufrir, en Oviedo, una nueva intervención, para la
evisceración del ojo dañado.
-Estabas preparado para esa nueva operación.
-Sí, es una decisión muy madurada, me había hecho a la
idea: era muy difícil que el nervio óptico pudiera enviar infomación al
cerebro.
-Ante todo, ¿cómo te encuentras?
-Bastante bien, dadas las circunstancias; eso sí, con
aumento de analgésicos y algo de morfina. La realidad es que, durante
todos estos meses, con el tratamiento, el ojo apenas me había molestado.
Me empezó a doler fuerte a fines de septiembre, cuando me operaron de
los músculos: el ojo estaba muy atrofiado pero seguían teniendo
sensibilidad muchos pequeños nervios... Me quedan dos intervenciones
más.
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