Un corridón del Capiro en Maracay en la despedida de Morenito( 1 ) , indulto y rabo de Ferrera, 2 a Erick y 1 a Silveti
Maracay ( Por Guillermo Rodríguez )
( Foto de García Soteldo de un exultante Erick Cortés uno de los triunfadores del exitoso cierre de la feria de San josé )
Un encierro de ensueño del Capiro de Sonsón , propiedad de Don Dayro Chica cerró hoy la feria de San José en el Estado Aragua.
Un indulto, un toro de vuelta al ruedo, 8 orejas y un rabo delatan un festejo histórico en esta plaza que pacientemente esperó dos horas pues el ruedo estaba impracticable sobre las 4 y 30 de la tarde por la lluvia que cayó desde la madrugada del domingo.Valió la pena esperar.
Ferrera indultó al septimo,le otorgaron las dos orejas y el rabo simbólicos ( ya había cortado 2 en su primero ), Erick Cortés , dos en su primero, Silveti una y Morenito de Maracay puso broche de oro a una dilatada carrera en su despedida de los ruedos , cortó una, le tocaron en su honor "Alma Llanera" y lo pasearon en hombros.
Es admirable ver a toros humillar, dar los tiempos, permitir el toreo, facilitarle a los espadas desarrollar su sensibilidad sin apremios.
La corrida bien presentada tuvo dos lunares, el primero y el último que se vinieron abajo.Los demas con una gran calidad, bravos en el peto ( ninguno volteó la cara en los montados ),tuvieron mucha toreabilidad, nobleza, repetición y embestidas claras.Al tercero le concedieron el honor de la vuelta al ruedo. Reitero : como metieron la cara en los engaños, y como ese segundo, el primero de Cortés que iba hasta donde le llevaran. Todo un concierto con las piezas perfectamente ajustadas para que la sinfonía del buen toreo bajara al ruedo y se enseñoreara.
Ferrera enloqueció a la plaza en su segundo.Picó al toro, banderilleó con su ya acreditada solvencia, hizo lucir al toro "Trebolero" y el público fue un mar de pañuelos para reclamar que el presidente concediera el indulto. Lo hizo, los aficionados gozaron a mares y se premió al torero con las dos orejas y el rabo simbólicos de ese gran toro. Una faena llena de matices, una compenetración con el tendido, un oficio que muestra a un torero macizo y maduro. "Ese sabe torear ", decía sentencioso el maestro Antoñete hace varios años en los micrófonos de la SER.
La dignidad, el oficio, el temple de Erick Cortés permitieron admirar a un gran toro, ese corrido en segundo lugar que tuvo templanza, recorrido, bondad, pelea de bravo en el caballo y una dulzura, exquisitas. La suerte suprema ejecutada con limpieza, hizo rodar al toro y las dos orejas merecidas al venezolano.
Silveti se encontró con un primer ejemplar con mucha bondad, con una embestida muy mexicana, suave.Pinchó y estocada sino hubiera cortado las dos orejas.
Morenito de Maracay no encontró material en su primero. El segundo, un gran toro dejó ver ese trazo del viejo torero con detalles antiguos en sus andares en la plaza,, con cierta melancolia por la pátina del tiempo en la manera de manejar la muleta, en la forma de ejecutar las suertes. Fue un gusto ver a este hombre con casi 60 años torear con la sabiduria de quienes honraron la profesión. Con la majestad de los antiguos oficiantes de este rito táurico.
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