domingo, 5 de mayo de 2013

La cultura de la fiesta brava, en Patio Domecq



GRAN COLECCIÓN DE DIEGO CARMONA



SALAS dedicadas a personajes centrales de la fiesta brava.

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

AGUASCALIENTES, Ags.- Enclavada en mero recinto ferial se encuentra El Patio Domecq, un lugar construido con la más bella arquitectura y que alberga una de las colecciones taurinas más importantes de México. Siendo Aguascalientes actualmente el estado más taurino de México, no por nada el gobernador blindó la fiesta en este lugar nombrándola Patrimonio Cultural Inmaterial, los espacios culturales-taurinos son muchos y la gente vive la fiesta brava al máximo y espera cada año las temporadas de novilladas y corridas de toros. Aquí se vive la fiesta brava en otro nivel, por eso es que la Feria Taurina de San Marcos está posicionada como la más importante de América y que compite con las del resto del mundo. Aguascalientes ha hecho funcionar todos los engranes para el espectáculo dentro y fuera de las plazas hidrocálidas; cuenta con escuelas taurinas que ya se han convertido en las más representativas del país, por la cantera relevante que existe de toreros y porque además a los torerillos con cualidades los han iniciado en un ciclo profesional para lograr su funcionamiento, amén de que los chavales desbordan motivación por los matadores que ha dado el estado, como Arturo Macías, Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar, Mario Aguilar, Joselito Adame y muchos más. Levanta una piedra de Aguascalientes y salta un torero, de ese tamaño. Ni hablar de su temporada de novilladas que se realiza en la placita de San Marcos, la cual en los últimos años ha registrado llenos históricos, claro está, producto de una campaña cultural que ha realizado el gobierno junto con empresarios taurinos, en este caso, con Espectáculos Taurinos de México, que, como le decía, ha conseguido fusionar a todo mundo en el engranaje de la fiesta brava. A tal grado se ha creado la sinergia con la afición que esto ha dado pie para que la economía tenga vida, esto, con el surgimiento de boutiques de ropa exclusivamente taurina, museos, restaurantes taurinos y espacios culturales donde conviven toreros y público en general. Y este espacio denominado Patio Domecq, que renta el patronato de la feria, es utilizado para ofrecer ponencias, conferencias y todo lo que se relacione con la cultura del toro y el contacto directo con la gente. Para esta feria, el gobernador acertadamente invitó a uno de los más importantes coleccionistas del arte taurino para exponer sus piezas, se trata del Museo Taurino Mexicano del señor Diego Carmona, que posee miles de piezas taurinas y de un verdadero contenido histórico, ya que uno se puede encontrar en la exposición capotes, trajes, muletas y todo lo que esté relacionado con vestimenta y avios de grandes toreros del ayer y el hoy. Piezas de un valor único que sólo ahí se pueden observar; y no solo eso, don Diego Carmona ha utilizado sus posesiones para recrear momentos de verdadera intimidad, como el que se encuentra en un cuarto, que asemeja los momentos previos cuando se viste un torero; ahí está el altar de un torero, los Santos, el traje en una silla, todo el rito de vestirse. Y también tiene un toro disecado, que acomodó en una escenografía que asemeja una plaza de toros, con público y toda la cosa. Y así, la colección tiene para dar y repartir, esto que le cuento es una pequeñez, comparada con todo lo que ahí está, en diversas salas, como la dedicada prácticamente al maestro Fermín Espinosa "Armillita". Esta colección no pasó desapercibida para un taurino como el gobernador, que sí le ha dado la relevancia que merece y la ha acomodado en un lugar digno de tan bella, única y antigua colección.

Ayer fue un día especial, pues llegaron niños del DIF municipal, torerillos de las escuelas taurinas de Aguascalientes y maletillas en busca de "comer" arte; también estuvieron presentes aficionados, viejos, jóvenes y niños acompañados de sus padres, y gente discapacitada pero con una afición que ya la quisiera yo. Incluso se dijo que llegaría el gobernador, don Carlos Lozano. Todos, incluidos algunos periodistas, llegamos a mediodía, pues a esa hora fue la cita. Observé en la mesa de honor una botella de vino, de las caras, varias botellas de agua y copas, incluso algunas rosas rojas; afuera esperaban la llegada del invitado principal dos edecanes vestidas de sevillanas. Supe que todo eso había sido dispuesto por que así lo había pedido el invitado estrella, que a su vez había invitado al recinto cultural el joven Alfredo Gutiérrez (no el matador), quien dirige el Movimiento por la Fiesta Brava y que se ha encargado de realizar varios eventos de esta índole para promocionar la fiesta y crear afición. Pues bien, vaya desilusión la que nos hemos llevado, pues, como dijo Joaquín Sabina, "... y nos dieron las doce y la una y las dos y las tres". Me dijo alguien, como para consolarse: "Bueno, es que así son los toreros". Le contesté: No señor, los toreros son muy puntuales, o pregúntale a uno cuándo ha llegado tarde al paseíllo. Se debe ser figura dentro y fuera del ruedo. Y claro, la cultura, de la fiesta brava o no, también es la puntualidad.

No hay comentarios: