OPINIÓN TAURINA
Óscar López Gamboa*
En la historia de la Fiesta de los Toros siempre hubo y habrá, muertes entre los principales protagonistas de la misma es decir, los TOREROS, que han sido ultimados por un toro, o bien, hayan fallecido en algún accidente o de muerte natural que han causado tragedia, compasión y espanto entre los espectadores, aficionados y gente del pueblo que los conocía y admiraba por sus grandes dotes artísticas para interpretar el toreo en una plaza de toros, como también fuera de ellas, por su don de gentes como seres humanos que eran; despojados del terno de luces, que los encumbraba ante la muchedumbre, como semi-dioses del Olimpo. Como es el caso del fatídico mes de AGOSTO, en el que de manera cronológica fallecieron:
Ignacio Sánchez Mejías.- Nació en Sevilla un 6 de junio de 1891 y muere en Madrid el 14 de agosto de 1934, Mejías muere a consecuencia de una cornada sufrida en la plaza de Manzanares, fue escritor y miembro destacado de la famosa generación del “27” entre ellos Federico García Lorca, quien a causa de la muerte de su amigo del torero, escribió la famosa elegía ¡Llanto por Ignacio Sánchez Mejías! Entre otras cosas también fue actor de cine y corredor de autos y se casó con una hermana de Joselito Gómez “Gallito” el menor de la dinastía de los “Gallos”.
Manuel Rodríguez Sánchez Manolete.- Nace el 4 de julio de 1917, en Córdoba y fallece el 28 de agosto de 1947, en un hospital de Linares, a causa de una herida que destroza la femoral, producida por el toro de la ganadería de Miura, llamado “Islero” el doctor Fabián Garrido, le aplica varias transfusiones al torero que incluso aparentemente fuera de peligro, y fumando un cigarrillo le comenta a dicho médico ¡De verdad Islero quería que yo le acompañase en la muerte! Su amigo y torero Gitanillo de Triana que alternó ésa tarde con Manolete, se trasladó a Madrid, en el Cadillac del propio Manolete, para llevar consigo a Linares, al doctor Jiménez Guines, que era el jefe de los servicios médicos de Las Ventas, arribando con él al hospital donde se encontraba el torero cordobés, a las cuatro de la madrugada ordenando el galeno con toda rapidez, que le aplicaran un plasma seco de origen noruego mismo que dicen estaba en mal estado, y que eso fue lo que le causó la muerte al ¡Cuarto Califa de Córdoba!, como también se le conocía a Manolete.
Luis Procuna Montes.- Nació en la ciudad de México el 23 de julio de 1923, fallece en República de El Salvador un 10 de agosto de 1995, en un accidente aéreo, en compañía de su esposa la señora Consuelo Chamorro; en noviembre de 1942 en Ciudad Juárez, toma la alternativa de manos de Carlos Arruza y en diciembre de 1943, en el torero de La Condesa, confirma su alternativa de manos de Luis Castro “El Soldado”, llevando de testigo a Luis “El Chinito” Briones, es decir ésa tarde, alternaron los ¡Tres Luises! “El Berrendito de San Juan”, mote que le pusieron por el mechón de canas que lucía en la sien derecha y porqué en su infancia, vendía tacos de canasta junto con su hermano Ángel, en la famosa avenida de la capital mexicana San Juan de Letrán, esquina con Ayuntamiento. A Luis Procuna le tocó en suerte, junto con El Soldado y Manolete, integrar el cartel inaugural de la plaza Monumental México, el día 5 de febrero de 1945. Se despide de los ruedos el 10 de marzo de 1974, en dicha plaza, después de solventar un polémico problema financiero que tuvo su hijo del mismo nombre, con Alfonso Gaona, empresario de dicho coso. En su despedida alternaron con él, Eloy Cavazos y Chucho Solórzano hijo y el “Berrendito” se despidió con un rotundo éxito cortando las orejas y el rabo a un toro de Mariano Ramírez, opacando así lo hecho por sus alternantes, ante el regocijo de 45000 aficionados que llenaron hasta la bandera la plaza, para despedir a uno de los más famosos toreros mexicanos. Luis Procuna, incursionó en el cine, filmando tres películas ¡El Niño de las Monjas!, ¡Sol y Sombra y ¡Torero! Ésta última trata sobre su vida y fue premiada por los críticos cinematográficos.
Valente Arellano Salum.- Nació en la ciudad de Torreón, Coahuila, un 30 de agosto de l964 y fallece en la misma ciudad un 4 de agosto de 1984, cuando apenas había cumplido 20 años; se presenta como novillero en la plaza México, en septiembre de 1982, cortando dos orejas y desde ese día, se convirtió en el consentido de la afición capitalina, por su entrega y valentía desmedida para él, no había toro aborrecido a todos, les embestía y les sacaba faenas arriesgando alegremente, el físico Valente Arellano, carecía de clase artística pero la suplía ampliamente, con el valor espartano que poseía; posteriormente, toreó cuatro tardes más cortando un total de ocho orejas y un rabo en dicho coso, produjo grandes llenos y alternando algunas tardes con Manolo Mejía y Ernesto Belmont, hizo recordar a los viejos aficionados, a los famosos “Tres Mosqueteros” de la década de los cuarentas. Alcanzó a tomar la alternativa de matador, el 4 de junio de 1984, en Monterrey, de manos de Eloy Cavazos y Miguel Espinosa Armillita, quien fungió como testigo aquella tarde y, Valente Arellano, cortó un apéndice ésa tarde. Precisamente dos meses después de haber recibido la borla de matador, el día 4 de agosto, en un fatal accidente conduciendo una motocicleta que era su pasión, y a alta velocidad se estrelló perdiendo la vida instantáneamente.
José Cubero Sánchez “Yiyo”.- Nace un 16 de abril de 1964, en Burdeos, Francia y fallece el 30 de agosto de 1985, en la plaza de toros Colmenar Viejo, ésa fatídica tarde El Yiyo, sustituyó al matador sevillano Curro Romero, alternando entonces, con Antonio Chenel Antoñete y José Luis Palomar, con toros de Marcos Núñez; el sexto toro de la tarde de nombre “Burlero”, con un derrote seco cuando el torero se tiró a matarl, le atravesó el pecho penetrando el pitón directamente al corazón, produciendo con ello su muerte instantánea fue un trance rapidísimo y espantoso dejando atónitos a los aficionados que presenciaron ésa tragedia; José Cubero Sánchez, tenía 21 años y fue enterrado en el cementerio de Almudena, de Madrid; su vida, puede decirse que estuvo marcada por la muerte pues, un año antes en septiembre de 1984, en la plaza de Pozo Blanco, alternó con Vicente Ruiz “El Soro y Francisco Rivera Paquirri, ésa tarde caería Paquirri, herido de muerte por el toro “Avispado”. El Yiyo gozo de un gran cartel en la plaza de Las Ventas saliendo en dos ocasiones de ella, por la Puerta Grande; en la explanada de dicha plaza, se alza una escultura muy bonita y espectacular de “El Yiyo”.
Manolo Martínez Ancira.- Nació el 10 de enero de 1946, en Monterrey, Nuevo León y fallece un 16 de agosto de 1996, en La Joya, California, a causa de una penosa y prolongada enfermedad hepática, fue sobrino nieto del general Venustiano Carranza, héroe de la Revolución Mexicana, que posteriormente fue Presidente de México y promulgó la famosa Constitución Política de 1917, así mismo, el tío abuelo de Manolo Martínez, era enemigo a ultranza de la fiesta de los toros, y la proscribió cuando llegó al poder que ironía de la vida, el sobrino, muchos años después llegó a ser la máxima figura de nuestra torería y mandón de la fiesta, durante diez y siete años alternó con los grandes toreros de su época tanto mexicanos como extranjeros, jamás permitió que torero alguno, le pisara la sombra pues, defendía si sitio como pocos sus éxitos, fueron muchísimos y son del dominio público, fue el torero que más tardes toreó en la plaza México, el que más rabos cortó, el que más encerronas toreó; sus tardes inolvidables en la plaza Santa María de Querétaro, cuando se divorcio del empresario de la México, Dr. Alfonso Gaona, por varias temporadas, todavía se recuerdan en especial las que tuvo con Paco Camino. De Manolo Martínez Ancira, se pueden escribir páginas y más páginas de su exitosa, controvertida y polémica carrera de matador de toros. Sus cenizas descansan en un mausoleo en la que fue su plaza ¡La Plaza Monumental México!
Es todo por hoy y hasta la próxima, sí el Divino Creador lo permite.
*Ex Juez de plaza Calafia y comentarista de Grupo Radiorama.
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