(Foto: Almería Taurina) |
Perera obtuvo un trofeo y Ponce, que falló a espadas, saludó una ovación
Juan Belmonte
El Juli se ha impuesto a sus compañeros de terna
esta tarde en Almería tras cortar tres orejas a su lote de toros de
Garcigrande. El madrileño dio una nueva lección de capacidad en un
festejo en el que Miguel Ángel Perera también tocó pelo y Enrique Ponce
no lo hizo por marrar con los aceros.
El Juli cortó las dos orejas del segundo, un toro muy noble y obediente a los cites que duró mucho aunque sin terminar de humillar. El Juli, muy aplaudido de capa, tanto en el saludo como en el quite por chicuelinas, empezó por alto y siguió después por redondos, solventando poco a poco los enganchones sufridos a comienzo de la faena de muleta. Dio pases de todas las marcas, concluyendo con manoletinas finales y estocada trasera y caída. El presidente sacó los dos pañuelos del tirón. Apenas dejó que picaran al quinto, que se llevó dos magníficos quites: uno por verónicas muy templadas y otro después por lopecinas que puso a la gente en pie. El garcigrande embestía en dos tiempos, tapándolo Julián con su magnífica muleta, obligándolo y dándole naturales de uno en uno perdiendo los pasos justos. Se inventó al toro, que fue a menos y acabó parándose, rematando de pinchazo y estocada. Sumó un nuevo trofeo a su esportón.
Un trofeo paseó Perera del segundo, luciéndose en un quite por tafalleras tras el puyazo que tomó el toro. El de Domingo Hernández tuvo fijeza pero punteaba el engaño al salir del pase, sobre todo por el lado derecho. Templó el extremeño y se le fue entregando el burel, que, venido a menos, recortó su recorrido, impidiéndole redondear faena. Cerró por manoletinas y dejó una estocada. El sexto apretó en la primera y única vara que tomó. Ya en el quite por chicuelinas empezó a quedarse corto. Perera empezó con el cambiado por la espalda y parecía que el toro se iba a mover más, pero tras una templada serie a derechas, comenzó a pararse y rajarse obligándole a abreviar. Hubo petición leve de oreja tras la estocada con la que tumbó a su oponente.
Enrique Ponce malogró con los aceros su primera faena. Se dejó el toro, que fue noblón, y la faena del valenciano, fundamentada en la mano izquierda, fue emocionante y templada. Fue haciendo al toro hasta que se le entregó, adornándose con molinetes y cambios de mano preciosos. Mató de estocada desprendida y cinco descabellos, sonando un aviso y enfriándose el público. El cuarto blandeó de salida y tuvo en la muleta poco recorrido, dando cabezazos por su falta de fuerzas. Ponce le alargó el
viaje y le extrajo alguna serie, exprimiendo al toro con su proverbial técnica hasta que se paró totalmente. Mató de estocada y saludó tras leve petición de oreja.
Almería, jueves 22 de agosto de 2013. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (1º y 3º). ENRIQUE PONCE: Silencio tras aviso y saludos tras leve petición; EL JULI: Dos orejas y oreja; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Oreja y palmas de despedida tras leve petición. Entrada: Casi tres cuartos. Destacaron José María Tejero ante el cuarto, Emiio Fernández y Álvaro Montes frente al quinto y Juan Sierra ante el sexto.
El Juli cortó las dos orejas del segundo, un toro muy noble y obediente a los cites que duró mucho aunque sin terminar de humillar. El Juli, muy aplaudido de capa, tanto en el saludo como en el quite por chicuelinas, empezó por alto y siguió después por redondos, solventando poco a poco los enganchones sufridos a comienzo de la faena de muleta. Dio pases de todas las marcas, concluyendo con manoletinas finales y estocada trasera y caída. El presidente sacó los dos pañuelos del tirón. Apenas dejó que picaran al quinto, que se llevó dos magníficos quites: uno por verónicas muy templadas y otro después por lopecinas que puso a la gente en pie. El garcigrande embestía en dos tiempos, tapándolo Julián con su magnífica muleta, obligándolo y dándole naturales de uno en uno perdiendo los pasos justos. Se inventó al toro, que fue a menos y acabó parándose, rematando de pinchazo y estocada. Sumó un nuevo trofeo a su esportón.
Un trofeo paseó Perera del segundo, luciéndose en un quite por tafalleras tras el puyazo que tomó el toro. El de Domingo Hernández tuvo fijeza pero punteaba el engaño al salir del pase, sobre todo por el lado derecho. Templó el extremeño y se le fue entregando el burel, que, venido a menos, recortó su recorrido, impidiéndole redondear faena. Cerró por manoletinas y dejó una estocada. El sexto apretó en la primera y única vara que tomó. Ya en el quite por chicuelinas empezó a quedarse corto. Perera empezó con el cambiado por la espalda y parecía que el toro se iba a mover más, pero tras una templada serie a derechas, comenzó a pararse y rajarse obligándole a abreviar. Hubo petición leve de oreja tras la estocada con la que tumbó a su oponente.
Enrique Ponce malogró con los aceros su primera faena. Se dejó el toro, que fue noblón, y la faena del valenciano, fundamentada en la mano izquierda, fue emocionante y templada. Fue haciendo al toro hasta que se le entregó, adornándose con molinetes y cambios de mano preciosos. Mató de estocada desprendida y cinco descabellos, sonando un aviso y enfriándose el público. El cuarto blandeó de salida y tuvo en la muleta poco recorrido, dando cabezazos por su falta de fuerzas. Ponce le alargó el
viaje y le extrajo alguna serie, exprimiendo al toro con su proverbial técnica hasta que se paró totalmente. Mató de estocada y saludó tras leve petición de oreja.
Almería, jueves 22 de agosto de 2013. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (1º y 3º). ENRIQUE PONCE: Silencio tras aviso y saludos tras leve petición; EL JULI: Dos orejas y oreja; MIGUEL ÁNGEL PERERA: Oreja y palmas de despedida tras leve petición. Entrada: Casi tres cuartos. Destacaron José María Tejero ante el cuarto, Emiio Fernández y Álvaro Montes frente al quinto y Juan Sierra ante el sexto.
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