Con
todo el sentimiento de un taurino debo de exponer las causas para
defender los derechos de los menores de edad para estar en la ESCUELA
TAURINA MUNICIPAL
José Aníbal Ballesteros Rojas |
TOVAR
Señoras y Señores representantes del Circuito
Judicial de nuestro Estado Mérida, reciban un respetuoso saludo de parte
de un tovareño de Solera Taurina, Director de la Escuela Taurina
Municipal Tovar, docente por más de 30 años en mi función activa, en el
Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Con todo el sentimiento de un taurino debo de exponer las causas para defender los derechos de los menores de edad como son; las niñas, los niños y adolescentes, para estar en la ESCUELA TAURINA MUNICIPAL TOVAR y asistir a ver una corrida de toros. Cualquier cosa puede traumatizar a un niño, especialmente la violencia muda, ciega y absurda, a la que no se le puede dar ningún sentido ni razón. Lo que puede contribuir al trauma es el silencio. Un niño puede soportar o no el espectáculo de la corrida de toros, ni más ni menos que un adulto. El niño puede aprender y comprender, igual que lo puede hacer un adulto. Puede rápidamente percibir la diferencia entre el hombre y el animal, y sobre todo, entre el animal admirado y temido como el toro, y el animal afectuoso y querido como su perro o su gato. Y la corrida de toros puede ser la ocasión para que los padres den explicaciones sobre los signos del ritual (hecho al que los niños son especialmente sensibles), dialoguen con ellos sobre la vida y la muerte, y también ofrezcan las explicaciones pertinentes sobre el comportamiento animal y el arte humano.
La corrida de toros, por sí misma, no es ni "traumatizante" ni "educativa". Lo que puede contribuir a traumatizar a los niños es el miedo de los padres a traumatizarlos. Al contrario, es el deseo de los padres de compartir sus alegrías y hacer comprender a los niños un espectáculo tan singular, lo que puede resultar educativo.
Los niños en las plazas de toros, sin complejos, sin traumas, sin mentiras sin demagogia sin radicalismos de pensamiento ni nada, son niños y niñas felices; disfrutan sin complejos y aplauden lo bonito y salen de la corrida sin heridas mentales. ¿No habrá más trauma en esos niños obligados a marchar por las calles para gritar, insultar y atacar algo que ni han visto, ni tuvieron oportunidad de ver? ¿No habrá trauma más bien en un niño que tuvo que recurrir a las relaciones sociales por medio de los animales ante la incapacidad de relacionarse con sus semejantes? ¿No habrá un trauma en realidad detrás de aquél que no ve en sus semejantes un prójimo o familia y debe llamar a mascotas bajo este nombre priorizando a los mismos por sobre todo? ¿No habrá más trauma en un niño que crece deseando la muerte de tal o cual persona solo porque difiere en gustos, cultura y creencia?
Y si hablamos de violencia, hablemos de violencia como espectador. Por eso no se ha visto nunca a ningún espectador que se haya vuelto violento o agresivo hacia los hombres o los animales después de haber visto una (o cien) corrida(s). Rara vez se han registrado actos de violencia cometidos por los espectadores durante o después de una corrida. EI fútbol es seguramente un deporte menos violento que el rugby, pero todo el mundo sabe que la violencia en los estadios de fútbol es mucho más habitual y desenfrenada que la que se produce en los estadios de rugby -y por supuesto superior a alguna que se haya visto en una plaza de toros. El público que asiste a una corrida es, a menudo, gente cultivada y educada; que manifiesta de manera muy pacífica sus emociones, e incluso las más fuertes e indignadas, cuando el espectáculo no corresponde a sus expectativas.
La mayor emoción en la plaza: La admiración ¿Cuál es la principal y más grande emoción que un aficionado siente, como otros muchos espectadores ocasionales, en una plaza de toros? No es un gozo perverso o maligno, sino una emoción inmediata, tan común como intelectual, que se llama admiración. Admiración antes que nada hacia la bravura del toro: por su poder, por su incesante combatividad, a pesar de las heridas y por sus repetidas acometidas, a pesar de sus fracasos. Y admiración también hacia el valor del hombre, por su audacia, su coraje, su sangre fría, su calma, y su inteligencia en relación con el adversario. ! Sí¡ Vamos a la plaza, por encima de todo, a admirar. Es el más sano y más delicioso de los placeres. La ovación de la afición y torero al toro cuando se indulta es cuando el toro vuelve a los corrales y por consiguiente al campo, gracias a su bravura y a la técnica del torero. Nuevamente se refuta la cantaleta absurda e ignorante de los sentimientos inhumanos del torero y los antItaurinos.
En la corrida de toros sentimos emoción y admiración no placer sanguinario, ni ante el dolor y la muerte que como vemos y se ha dicho, no forzosamente es el fin de la lidia.
También podría referirme a los objetivos que la ESCUELA TAURINA MUNICIPAL TOVAR; busca tener hombres dignos de una comunidad y forjadores de valores que entre muchos tenemos estos:
a.- Contribuir a la promoción de la fiesta de los toros, mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por su permanencia y pureza, dotando a los aspirantes a toreros de los soportes técnicos y didácticos necesarios que precisan.
b.- Impartir las enseñanzas teóricos-prácticas, relacionadas con las diversas suertes del toreo, que ayuden a los aspirantes a toreros a formarse como tales.
c.- Impartir las enseñanzas culturales y profesionales necesarias para que los alumnos de la Escuela puedan adquirir la formación adecuada y desarrollar una actividad socialmente útil.
d.- Crear en la sociedad un clima de atención y apoyo a la Escuela, fomentando la afición taurina en cuanto se considera que las corridas de toros constituyen un espectáculo propio de lo idiosincrasia tovareña, cargado de valores tradicionales históricos y culturales auténticos que, es obligado salvaguardar y defender.
e.- Desarrollar, en colaboración con las restantes Instituciones Públicas y privadas relacionadas con la fiesta (Peñas, tertulias, asociaciones y ganaderos, toreros y empresarios), cuantas actividades sean precisas para el cumplimiento de tales objetivos, organizando concursos, exposiciones, conferencias, festivales, novilladas, etc.
d.- Incorporarse a la Federación de Escuelas de Tauromaquia, a la que se remitirá la documentación que prevean en sus Estatutos, con objeto de poder participar en cuantas actividades se promuevan, organicen, etc. por parte y en colaboración con ésta.
f.- La escuela estará abierta a todos aquellos jóvenes que estén motivados y en disposición de participar en sus actividades, sin distinción de ideología, sexo o religión.
g.- Será un centro de formación que tiene como meta, y sin ánimo de lucro, la formación de jóvenes, impartiendo las enseñanzas teórico practicas a través de personal calificado, relacionadas con las diversas suertes del toreo; así como las culturales, profesionales, humanas y deportivas necesarias para que los alumnos de la Escuela Taurina Municipal Tovar adquieran la formación adecuada y puedan desarrollar una actividad útil a la sociedad, aún si dejaran de pertenecer a esta Escuela Taurina.
Teniendo estos objetivos y fundamentos como base, esperamos aclaren términos, para que los alumnos de las escuelas taurinas no vean trocadas sus pasiones y la afición por la fiesta de los toros y a quien no le gusten las corridas de toros, que no vaya a la plaza de toros; en las calles se vive más violencia de todo género y no se hace nada al respecto.
Sin más a qué hacer referencia y esperando que estas palabras sirvan para reflexionar y preocuparse por los niños, niñas y adolescentes que son taurinos y que aman la fiesta de los toros, puesto que es la fiesta con más tradición en nuestro pueblo Tovareño.
Licdo. José Aníbal Ballesteros Rojas.
Director de la Escuela Taurina Municipal Tovar.
C. DE I. Nº 8.078.243.
Información: 04265710697-02758730514-
ballesterosmerida@hotmail.com
Con todo el sentimiento de un taurino debo de exponer las causas para defender los derechos de los menores de edad como son; las niñas, los niños y adolescentes, para estar en la ESCUELA TAURINA MUNICIPAL TOVAR y asistir a ver una corrida de toros. Cualquier cosa puede traumatizar a un niño, especialmente la violencia muda, ciega y absurda, a la que no se le puede dar ningún sentido ni razón. Lo que puede contribuir al trauma es el silencio. Un niño puede soportar o no el espectáculo de la corrida de toros, ni más ni menos que un adulto. El niño puede aprender y comprender, igual que lo puede hacer un adulto. Puede rápidamente percibir la diferencia entre el hombre y el animal, y sobre todo, entre el animal admirado y temido como el toro, y el animal afectuoso y querido como su perro o su gato. Y la corrida de toros puede ser la ocasión para que los padres den explicaciones sobre los signos del ritual (hecho al que los niños son especialmente sensibles), dialoguen con ellos sobre la vida y la muerte, y también ofrezcan las explicaciones pertinentes sobre el comportamiento animal y el arte humano.
La corrida de toros, por sí misma, no es ni "traumatizante" ni "educativa". Lo que puede contribuir a traumatizar a los niños es el miedo de los padres a traumatizarlos. Al contrario, es el deseo de los padres de compartir sus alegrías y hacer comprender a los niños un espectáculo tan singular, lo que puede resultar educativo.
Los niños en las plazas de toros, sin complejos, sin traumas, sin mentiras sin demagogia sin radicalismos de pensamiento ni nada, son niños y niñas felices; disfrutan sin complejos y aplauden lo bonito y salen de la corrida sin heridas mentales. ¿No habrá más trauma en esos niños obligados a marchar por las calles para gritar, insultar y atacar algo que ni han visto, ni tuvieron oportunidad de ver? ¿No habrá trauma más bien en un niño que tuvo que recurrir a las relaciones sociales por medio de los animales ante la incapacidad de relacionarse con sus semejantes? ¿No habrá un trauma en realidad detrás de aquél que no ve en sus semejantes un prójimo o familia y debe llamar a mascotas bajo este nombre priorizando a los mismos por sobre todo? ¿No habrá más trauma en un niño que crece deseando la muerte de tal o cual persona solo porque difiere en gustos, cultura y creencia?
Y si hablamos de violencia, hablemos de violencia como espectador. Por eso no se ha visto nunca a ningún espectador que se haya vuelto violento o agresivo hacia los hombres o los animales después de haber visto una (o cien) corrida(s). Rara vez se han registrado actos de violencia cometidos por los espectadores durante o después de una corrida. EI fútbol es seguramente un deporte menos violento que el rugby, pero todo el mundo sabe que la violencia en los estadios de fútbol es mucho más habitual y desenfrenada que la que se produce en los estadios de rugby -y por supuesto superior a alguna que se haya visto en una plaza de toros. El público que asiste a una corrida es, a menudo, gente cultivada y educada; que manifiesta de manera muy pacífica sus emociones, e incluso las más fuertes e indignadas, cuando el espectáculo no corresponde a sus expectativas.
La mayor emoción en la plaza: La admiración ¿Cuál es la principal y más grande emoción que un aficionado siente, como otros muchos espectadores ocasionales, en una plaza de toros? No es un gozo perverso o maligno, sino una emoción inmediata, tan común como intelectual, que se llama admiración. Admiración antes que nada hacia la bravura del toro: por su poder, por su incesante combatividad, a pesar de las heridas y por sus repetidas acometidas, a pesar de sus fracasos. Y admiración también hacia el valor del hombre, por su audacia, su coraje, su sangre fría, su calma, y su inteligencia en relación con el adversario. ! Sí¡ Vamos a la plaza, por encima de todo, a admirar. Es el más sano y más delicioso de los placeres. La ovación de la afición y torero al toro cuando se indulta es cuando el toro vuelve a los corrales y por consiguiente al campo, gracias a su bravura y a la técnica del torero. Nuevamente se refuta la cantaleta absurda e ignorante de los sentimientos inhumanos del torero y los antItaurinos.
En la corrida de toros sentimos emoción y admiración no placer sanguinario, ni ante el dolor y la muerte que como vemos y se ha dicho, no forzosamente es el fin de la lidia.
También podría referirme a los objetivos que la ESCUELA TAURINA MUNICIPAL TOVAR; busca tener hombres dignos de una comunidad y forjadores de valores que entre muchos tenemos estos:
a.- Contribuir a la promoción de la fiesta de los toros, mediante la búsqueda de nuevos valores que velen por su permanencia y pureza, dotando a los aspirantes a toreros de los soportes técnicos y didácticos necesarios que precisan.
b.- Impartir las enseñanzas teóricos-prácticas, relacionadas con las diversas suertes del toreo, que ayuden a los aspirantes a toreros a formarse como tales.
c.- Impartir las enseñanzas culturales y profesionales necesarias para que los alumnos de la Escuela puedan adquirir la formación adecuada y desarrollar una actividad socialmente útil.
d.- Crear en la sociedad un clima de atención y apoyo a la Escuela, fomentando la afición taurina en cuanto se considera que las corridas de toros constituyen un espectáculo propio de lo idiosincrasia tovareña, cargado de valores tradicionales históricos y culturales auténticos que, es obligado salvaguardar y defender.
e.- Desarrollar, en colaboración con las restantes Instituciones Públicas y privadas relacionadas con la fiesta (Peñas, tertulias, asociaciones y ganaderos, toreros y empresarios), cuantas actividades sean precisas para el cumplimiento de tales objetivos, organizando concursos, exposiciones, conferencias, festivales, novilladas, etc.
d.- Incorporarse a la Federación de Escuelas de Tauromaquia, a la que se remitirá la documentación que prevean en sus Estatutos, con objeto de poder participar en cuantas actividades se promuevan, organicen, etc. por parte y en colaboración con ésta.
f.- La escuela estará abierta a todos aquellos jóvenes que estén motivados y en disposición de participar en sus actividades, sin distinción de ideología, sexo o religión.
g.- Será un centro de formación que tiene como meta, y sin ánimo de lucro, la formación de jóvenes, impartiendo las enseñanzas teórico practicas a través de personal calificado, relacionadas con las diversas suertes del toreo; así como las culturales, profesionales, humanas y deportivas necesarias para que los alumnos de la Escuela Taurina Municipal Tovar adquieran la formación adecuada y puedan desarrollar una actividad útil a la sociedad, aún si dejaran de pertenecer a esta Escuela Taurina.
Teniendo estos objetivos y fundamentos como base, esperamos aclaren términos, para que los alumnos de las escuelas taurinas no vean trocadas sus pasiones y la afición por la fiesta de los toros y a quien no le gusten las corridas de toros, que no vaya a la plaza de toros; en las calles se vive más violencia de todo género y no se hace nada al respecto.
Sin más a qué hacer referencia y esperando que estas palabras sirvan para reflexionar y preocuparse por los niños, niñas y adolescentes que son taurinos y que aman la fiesta de los toros, puesto que es la fiesta con más tradición en nuestro pueblo Tovareño.
Licdo. José Aníbal Ballesteros Rojas.
Director de la Escuela Taurina Municipal Tovar.
C. DE I. Nº 8.078.243.
Información: 04265710697-02758730514-
ballesterosmerida@hotmail.com
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