EXPOSICIÓN WORLD PRESS PHOTO, EN BARCELONA
NATÀLIA FARRÉ
La fotografía de la vuelta a los ruedos del torero Juan José Padilla tras perder un ojo por una cornada que ilustra la campaña de comunicación del World Press Photo es suya. Pero el Ayuntamiento de Barcelona, una ciudad en la que las corridas están prohibidas, vetó la montera y el traje de luces de Ochoa de Olza (Pamplona, 1978) para acompañar la publicidad de las banderolas callejeras.
--¿Entiende que el Ayuntamiento de Barcelona descartara su fotografía?
--Mi opinión personal es muy poco importante cuando hablamos de algo como el World Press Photo donde hay imágenes tan increíbles, terribles y humanamente impresionantes. Cuando miro a mí alrededor y veo fotografías de guerra y miseria, me parece que hablar de la fotografía de un torero es algo casi anecdótico. Si comparo mi trabajo con otros de la exposición me parece muy pequeñito, muy humilde y discreto, y me sorprende que se haya hablado tanto de él.
--O sea, no se siente censurado.
--No es cuestión de si me siento o no censurado. Las fotos están en la exposición y se pueden ver.
Gracias a la polémica, se ha visto mucho más que de otra manera la foto de Padilla.
--¿Cómo surge la serie de retratos?
--Estoy realizando un trabajo a largo plazo sobre tradiciones y ritos españoles, y la tauromaquia está llena de ellos. Así que cuando me enteré de que Padilla volvía y de su estética tan determinante, me pareció que era algo que había que ver.
--¿Cuándo captó la imagen de Padilla colocándose la montera fue consciente de su fuerza?
--La fotografía es una combinación de anticipación, conocimiento y suerte. Sé que el momento de ponerse la montera es importante para los toreros y sé que es potente a nivel visual, así que pensé que podía funcionar como fotografía, pero no imaginaba que sería la más vista de toda la serie y de la que más se ha hablado. Sí que la busqué, sabía que Padilla se pone la montera en un lugar determinado del patio de caballos y de una manera determinada, pero en ese momento ni siquiera la revisé. Para mí es una fotografía que me trae muy buenos recuerdos pero es una fotografía más.
--¿No es su preferida del reportaje?
--No. Aunque creo que es una fotografía interesante, un reportaje no es cuestión de una imagen sino de una historia, es como elegir el plano de una película, aunque haya una escena que te guste mucho, es el conjunto lo que te da el trabajo, el sentimiento. Personalmente creo que hay fotografías que pueden explicar mejor la historia.
--Y a Padilla, ¿le ha gustado?
--Le gustó. La verdad es que conmigo siempre ha sido muy cordial y me ha tratado muy bien. Además, me dijo algo que me sirvió, y me sigue sirviendo, para aprender que es que lo que más le gustaba de la serie de fotografías es que demostraban algo que él siempre había percibido: que le trataba con respeto.
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