lunes, 2 de diciembre de 2013
Joselito Adame extasió a los aficionados
HORACIO SOTO CASTRO
FOTO: ALEJANDRO VILLA
JOSELITO Adame ha ratificado plenamente que es una figura del toreo ya consagrado, pues ayer ante más de 30 mil espectadores les tapó la boca a muchos de los que no creían en él al cortar dos orejas, que bien merecían el rabo, luego de una faena que encendió los ánimos al rojo vivo y salió a hombros de los enloquecidos seguidores del aguascalentense, que querían pasearlo por todas las calles de México para hacerles saber que ahí había una figura del toreo, un fenómeno del toreo, y que en el futuro cobrará, si no es que ya, las bolsas grandes, y se colocó en los cuernos de la luna.
Los entusiastas no se cansaron de lanzar esos gritos convincentes de ¡torero, torero! Joselito sumó seis orejas y dos salidas a hombros y un soberbio estoconazo. Y seguramente ya es el triunfador de la temporada.
Fue una tarde histórica e inolvidable la que se vivió en la Plaza México y se hicieron efectivas las frases previas a la corrida de los toreros, al señalar que deseaban que los aficionados salieran extasiados, toreando y orgullosos de los toreros mexicanos, que unificaron criterios con sus actuaciones.
No se redondeó la tarde porque a Diego Silveti se le escabulló el triunfo al fallar con la espada en el que cerró plaza, que era cuando menos de dos orejas, por una faena de entrega, de valor y con ribetes dorados de temple y arte. Y Arturo Saldívar, que pechó, con lo malo del encierro, estuvo en gran torero y saludó en el tercio en su primero.
Se lidió un encierro de Barralva, del encaste español de Parladé, excelentemente bien presentado, a cuyos toros les aplaudieron al ser entorilados a la hora del sorteo, y al que abrió plaza le sonaron las palmas con reconocimiento. Sin embargo, la fachada no dice todo y dieron un juego desigual, sobresaliendo los corridos en segundo, tercero y séptimo lugares.
Fue una tarde apacible, con calorcillo, sin viento en los tendidos, un ánimo contagioso, y los asistentes se solazaron y llenaron su afición con lo que hicieron los diestros.
Además, las infanterías tuvieron una destacada actuación y saludaron en el tercio por sendos pares de banderillas Juan Ramón Saldaña, Christian Sánchez y Luis Alcántara, y entre los picadores fueron aplaudidos Mauro Prado y David Vázquez
JOSELITO
Joselito Adame hizo sonar las notas bravías de la Pelea de Gallos, luego de la gran faena que cuajó al toro Curioso, al que "reventó" de soberbia estocada que seguramente será la mejor de la temporada. Fue la firma de Adame, que será indeleble. Pero la faena de Joselito fue llena de arte, temple, de un torerismo sin igual y sobre todo emotiva y dramática, salvándose de un percance mayor, pues sufrió tremenda voltereta y en el aire lo prendió el toro y el pitón le atravesó la casaquilla y el pitón le llegó debajo de la tetilla derecha y también sacó una herida en la barba. El toro fue bravo y codicioso y Adame se lució al torear por mandiles a pies juntos y luego en quite por verónicas y revolera. Joselito anduvo confiado, muy seguro y dando su tiempo a sus tandas, sin ninguna prisa, muy parsimonioso en cada tanda para que los asistentes las saborearan a su gusto. Toreó por ambos lados, con temple y con la mano baja. Luego se empezó a quedar el toro y recurrió a las manoletinas y fue cuando lo prendió feamente, pero se levantó sin aspavientos e hizo que el público se desgañitara con ayudados y un pase del desdén de portada. Un silencio sepulcral y José se fue por derecho para el estoconazo. La reacción del público hizo tambalear a la plaza. Dio la vuelta con un sarape de saltillo al hombro.
A su segundo, un toro deslucido, le dio algunos muletazos sin respuestas, pero lo lidió adecuadamente y el público le aplaudió con fuerza. Pinchazo y descabello.
SALDÍVAR
Arturo Saldívar no pudo redondear su actuación pero tuvo momentos brillantes durante la lidia de sus dos toros y también ratificó sus dotes de una figura del toreo, que lo tienen en un nicho especial. Su primero trató de saltar y se lució en verónicas y en quite por chicuelinas en el centro del ruedo, muy ajustadas y templadas. Se lo llevó a los medios y ahí lo toreó, pero el toro no fue franco, embistiendo con la cabeza, arriba y gazapón, se hizo aplaudir fuerte y terminó con bernardinas estrujantes. Pinchazo y estocada tendida, que si lo mata bien le tumba una oreja. Al tercio. A su segundo, otro toro con problemas, manso, distraído, le buscó por todos lados y lo toreó en todos los terrenos, logrando muletazos de mucho mérito. Su actuación no le resta ni pizca de su capacidad, al contrario, se le abulta.
SILVETI
Diego Silveti tuvo momentos luminosos en su primero, sobre todo al torear por mandiles y gaoneras de gran exposición, y logró buenos muletazos, pero el toro, además de débil, fue deslucido. Mal con la espada y escuchó un aviso. Pero en su segundo armó la escandalera con Farolero, un castaño que tuvo calidad y nobleza pero pocos pases, y Diego se los dio, sobre todo con la izquierda, y escuchó fuertes olés. Faena de calidad, de entrega y de temple y muy variado. Muletazos en redondo y el desdén. Y el público lo ovacionó de pie. Y también toreó por bernardina que hizo que los asistentes se pusieran de pie para ovacionarlo. Luego, manoletinas templadas y vino el desencanto al señalar tres pinchazos y aun así escuchó los gritos de ¡torero, torero! Palmas al toro.
MÓNICA
Seguramente no fue su tarde, pues la rejoneadora Mónica Serrano anduvo mal y estuvo breve. Le sonaron un aviso y la despidieron con feo abucheo. Palmas al toro de Fernando de la Mora.
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