domingo, 16 de febrero de 2014

Oreja a la épica de Juan José Padilla en la Plaza México

(Foto: Tadeo Alcina)

El diestro jerezano fue cogido de forma dramática por el quinto toro, sufriendo un puntazo en el labio 

APLAUSOSFabián Barba y José Mauricio, muy dispuestos y entregados, también tocaron pelo.
Hasta cerca de las cuatro horas se alargó el penúltimo festejo de la Temporada Grande en la Plaza México que se saldó con una oreja para Juan José Padilla, Fabián Barba y José Mauricio. El jerezano resultó herido por su segundo tras una fea cogida al iniciar la faena. Deslucida corrida de La Soledad, que del encierro enviado a Insurgentes tan sólo destacó el jugado en cuarto lugar.



Juan José Padilla resultó cogido de fea manera al iniciar la faena al quinto. El jerezano, en los medios, fue prendido al ejecutar un farol de rodillas por el pecho viviéndose momentos dramáticos por la violencia de los derrotes del toro en la misma cara del torero. Se libró Padilla de milagro, que se levantó con coraje y amor propio para enjaretar una serie llena de entrega y corazón. A partir de ahí la faena fue creciendo en intensidad y emoción ante un público volcado con el jerezano que no se dejó nada dentro. Cobró una estocada al segundo intento. Oreja.

Abrió plaza un toro manejable pero falto de entrega, raza y fondo. Padilla mostró su disposición ya de salida con una larga cambiada, un quite por chicuelinas y un variado tercio de banderillas. El jerezano puso toda la entrega que le faltó a su oponente, corriendo bien la mano sobre la diestra aunque su labor no pasó a mayores.



Alfredo Gutiérrez se estrelló ante un toro descastado, de nula clase y recorrido. Imposible para el mexicano. No corrió mejor suerte con el sexto. Fue éste un toro deslucido y bajo de casta frente al que lo intentó aunque el lucimiento fue imposible.


Fabián Barba cortó una oreja del tercero, un toro incierto y que llevó siempre la cara arriba. El mexicano, paciente y empeñado, logró extraer muletazos meritorios por su disposición y entrega frente a un animal que no humilló nunca. Se tiró derecho en la suerte suprema, cobrando una estocada entera. El diestro azteca porfió en séptimo lugar ante un toro reservón y justo de fuerza y empuje. Faena de más voluntad que brillo.

El cuarto embistió con más poder y empuje que sus hermanos. Exigió distancia, sometimiento y mando el de La Soledad y no siempre lo hizo José Mauricio que si bien mostró un corte de torero elegante y con prestancia no terminó de imponerse. En la corta distancia el mexicano acabó por meter al público en la faena, rematada de buena estocada. Oreja. Deslucido, sin clase y con cierta brusquedad embistió el octavo que cerró el festejo. José Mauricio anduvo tesonero e insistió frente a un toro que no le regaló ninguna arrancada en condiciones.


México DF (México), domingo 16 de febrero de 2014. Toros de La Soledad, desiguales de presentación y juego. Juan José Padilla: Palmas tras aviso y oreja; Alfredo Gutiérrez: Silencio y silencio; Fabián Barba: Oreja y palmas; José Mauricio: Oreja y silencio tras aviso. Entrada: Pobre entrada. El público obligó a saludar a Juan José Padilla, que compartió la ovación con sus compañeros de cartel.

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