Ortega Cano
“encanado” tras agotar los plazos y los recursos
El torero ingresó en prisión cuando le quedaban pocas
horas para cumplir la orden. *** Se identificó ante los funcionarios y el
jueves será sometido al examen médico. *** La viuda de Carlos Parra asegura que
siente 'alivio' tras la entrada en la cárcel del torero.
CHEMA RODRÍGUEZ
Sevilla
Ortega Cano ha ingresado al fin en prisión tras agotar
todos los plazos y los recursos legales para evitar, o al menos retrasar, el
cumplimiento de la condena de cárcel. Cuando al filo de las 20.30 horas entró
por su propio pie en el centro penitenciario de Zuera al torero le quedaban
apenas unas horas para cumplir la orden de ingreso que dictó el Juzgado de lo
Penal 6 de Sevilla 15 días atrás bajo la amenaza de ordenar su detención en
caso contrario.
Sin evitar a la prensa, con paso firme, vestido
totalmente de negro, con el semblante serio y con unas gafas de sol, el diestro
no quiso contestar a ninguna de las preguntas de los periodistas que desde
primera hora de la mañana se encontraban haciendo guardia en el centro
penitenciario.
El diestro llegó acompañado de su abogado Enrique
Trebolle y un chófer encargado de portar una bolsa de deporte con sus
pertenencias personales después de que durante todo el día se rumorease acerca
de la prisión que había elegido para cumplir su condena por homicidio y
conducción temeraria y bajo los efectos del alcohol. Las prisiones de Soto del
Real (Madrid), Sevilla I y Zuera estaban en todas las quinielas, aunque
finalmente fue esta última la elegida.
Tal y como establece el Reglamento Penitenciario, el
nuevo recluso de Zuera tuvo que identificarse ante los funcionarios de la
prisión y mostrar la sentencia y la orden de ingreso antes de traspasar la
'frontera' tras la cual dejó atrás su libertad.
Mucho se ha especulado sobre los motivos por los que
el torero podría haber elegido Zaragoza y no Sevilla I para cumplir los dos
años y seis meses a los que le condenó el juzgado de lo penal número 6 de la
capital hispalense. Desde varios medios se ha apuntado a que sus abogados
conocen a la perfección el funcionamiento y el personal del centro
penitenciario de Zuera, una circunstancia que podría facilitar la vida en
prisión de Ortega Cano.
Especulaciones que han sido zanjadas por el propio
Trebolle minutos más tarde de dejar a su cliente en el interior de la cárcel:
"Aquí todo el mundo somos iguales ante la ley. Se le va a tratar como
cualquier otro preso. El motivo por el que hemos elegido este centro
penitenciario es que como todos ustedes saben José Ortega Cano tiene una salud
muy delicada. Y aquí estará cerca del médico que le ha salvado la vida en un
par de ocasiones. Ese es el motivo. Nada de tratos de favor".
Contundente
oposición
Probablemente, a primera hora de esta mañana, el
torero será sometido a un examen por parte de los médicos y trabajadores
sociales de la cárcel antes de decidir qué módulo será su hogar en los próximos
meses. Desde la celda que le sea asignada tendrá que esperar la decisión del
Consejo de Ministros sobre la petición de indulto que ha presentado, la última
esperanza que le queda y a la que se ha aferrado hasta el último momento y
mientras agotaba todos y cada uno de los recursos legales a su alcance.
Tanto es así que la juez de lo Penal y hasta la Audiencia de Sevilla han
reprochado al torero sus artimañas y su estrategia dilatoria que se ha basado
en interponer innumerables recursos contra las decisiones judiciales que, una
tras otra, han supuesto duros reveses para el diestro.
Hasta en la tramitación del indulto se ha topado con
la contundente oposición de jueces, fiscales y, cómo no, de los familiares de
Carlos Parra, que le han echado en cara desde el inicio de todo el proceso que
no haya pedido perdón públicamente y no haya reconocido lo que, a la postre, ha
dado por probado el tribunal: que conducía ebrio cuando chocó con el Seat Altea
de la víctima.
No sólo no se dan, han argumentado en su contra, las
circunstancias que justifiquen la concesión de un indulto, sino que -así lo han
reflejado desde la Audiencia
hasta el fiscal pasando por la familia Parra en sus informes al Ministerio de
Justicia- la actitud del torero deja mucho que desear. Y sus argumentos, como
sus supuestos problemas de salud, no han merecido sino más reprimendas.
El accidente que le ha costado a Ortega Cano la
libertad ocurrió el 28 de mayo de 2011 en la carretera que une las localidades
de Burguillos y Castilblanco de los Arroyos. Ortega Cano, según los hechos
considerados probados en la sentencia, conducía de forma peligrosa y bajo los
efectos del alcohol cuando se estrelló con el coche de Parra, que iba a
trabajar y que falleció casi en el instante.
Manuela Gurruchaga, la viuda de Carlos Parra, está
"aliviada" tras conocer el ingreso en prisión de Ortega Cano. Sobre
todo, según las declaraciones efectuadas a EL MUNDO, porque su reclusión
evitará que vuelva a ponerse al volante y lo sucedido con su marido pueda
repetirse.
Como ha mantenido desde el principio, la mujer de
Parra -representada por los abogados Luis y Andrés Romero Santos- cree que la
actitud del torero no ha sido la más adecuada y le reprocha, entre otras cosas,
que nunca les haya pedido perdón a ella y a sus hijos. "No me alegra que
entre en prisión", señaló Manuela quien lanzó un mensaje a Ortega Cano:
"Lo podría haber evitado si hubiese dicho la verdad desde el primer
momento y hubiese pedido perdón". / Diario El Mundo de España
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