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| Javier Silva toreando con gusto y reposo en el campo bravo. |
Jesús
Ramírez “El Tato”
Javier Silva es de esos toreros
criollos firmes en sus ideas, tesonero y capaz, aferrado a la ilusión de seguir
trillando con profesionalismo el espinoso camino del toreo.
En los predios sevillanos de la ganadería del Marquéz de Albaserrada, pasa
los días y alimenta esperanzas Javier Silva, toreando las bravas vacas y
compartiendo con los profesionales del toreo que visitan la dehesa.
Recordamos que Silva tuvo destacada
actuación en Maracay cortando una merecida y bien comentada oreja en su última
actuación demostrando valor seco, asentados conocimientos y disposición firme
para el triunfo. Y por esas posiciones
cicateras de las empresas taurinas venezolanas, su nombre no se ha repetido en
las carteleras.
Pero Javier no desmaya, aferrado a
su enorme ilusión de ceñirse el traje de luces. De momento sigue entrenando con
ahínco ilusionado con el festival por tierras andaluzas en el próximo mes de
agosto.
Javier Silva es nombre propio para
cualquier cartel. Su constancia desde que tomó la alternativa en Maracay se
mantiene incólume. Y entre ilusiones y
ardua preparación en el campo bravo andaluz, sin abandonar posiciones de lucha,
sigue este valiente torero aragüeño esperando por las tardes que habrán de
venir para poder demostrar valía.
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