José María Manzanares fue un profesor excepcional dirigiendo el tentadero para cuarenta alumnos de Alemania, Italia, Portugal y distintos puntos de España.
Tras una clase explicativa de toreo de salón, los participantes estuvieron muy atentos a todos los consejos del maestro, que explicó con detalle matices y aspectos técnicos de la lidia y no dudó en ayudar a los más principiantes.
Con esta clase magistral a aficionados de distintos puntos de Europa, la figura alicantina volvió a demostrar su inquietud por acercar el toreo al mayor número de personas posible.
Precisamente, uno de sus objetivos en la últimas temporadas ha sido transmitir a la sociedad los valores de la Tauromaquia, desde culturales a ecológicos, con el objetivo de fomentarla.
Ya a principios de año, Manzanares convocó en la finca charra de Garcigrande a alumnos de la Escuelas de Madrid y Salamanca para impartir una lección. «Lo primero es siempre la toma de contacto con el toro.
El toque, suave; la distancia que te pida y que vaya cogiendo el
ritmo». Así sonaba la voz del maestro a sus discípulos: «La muleta,
siempre dispuesta, que si está preparada, te obedece», fueron algunos de
sus consejos.
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