jueves, 9 de octubre de 2014

Luque, ni triunfador ni derrotado

Derechazo de Luque, que cortó tres orejas en su compromiso de seis...
Derechazo de Luque, que cortó tres orejas en su compromiso de seis toros. EFE

Daniel Luque se mató seis toros como se podía haber matado otros seis. Doce no lo consiguió ni Antonio Bienvenida, punto y aparte cuando se habla de 'encerronas'. La loable facilidad con que Luque se despachó la media docena fue proporcional a la criticable monotonía de no exponer un alamar. Y aun así debió salir a hombros, por contraste con anteayer y otras faenas posteriores, si el presidente no se cruza en el camino del doble trofeo, imprescindible según el Reglamento de Aragón para la puerta grande. Las dos orejas de 'Tasador' pudieron caer perfectamente, pero... El fenomenal toro de Antonio Bañuelos se lidió con el palco en frío, sin referencias y a lo peor sin criterios. Un taco de toro por fuera y por dentro. De casta creciente, humillación y profundidad. Mosqueó que se escapase pronto del saludo luquista a pies juntos. Mas no paró de ir a más. Las chicuelinas de compás abierto compusieron el más lucido y casi único quite hasta el final.

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Daniel Luque se dobló en un intenso prólogo de faena, suelta la izquierda y la muñeca. Repetía el toro con el hocico surcando la arena en la derecha puesta y ligada. Tan hilvanada que pasó a rueca metido en la tabla del cuello. Una serie zurda entre medias. Y las luquecinas finales. Todo el repertorio consumido. Bramaban los tendidos. La estocada pasada liquidó la obra. Para el presidente no pasó el fielato. Una oreja y dos vueltas al ruedo, que en el primer toro de una corrida de seis definen a un torero como a un hombre las bermudas...

El clamor popular se apaciguó con el rajado toro de Fuente Ymbro de hiperdesarrollado tren delantero. Y reverdeció laureles con el cinqueño, colorao y largo toro de Alcurrucén que ya metió su bonita cara en los vuelos del capote, aunque la sacaba arribita. No se sabe el motivo exacto por el que Luque invitó al sobresaliente Manuel Carbonell -¿nuevo en Zaragoza, irresponsables?- a hacer un quite en el tercero de la tarde... Un lío con el capote a la espalda y una grave cornada en el tórax. El otro día en Madrid contrataron como sobresalientes para Abellán a matadores que en 2013 no torearon ni una corrida en España. Antes o después el mitin se presiente dramático.

Luque toreó a los toques más que a los vuelos al alcurrucén que la tomaba con especial temple zurdo. Ahí se hallaba la madre del cordero para someter más que para acompañar. La cosa acabó por circulares invertidos y por los pueblos. Duró tela el toro con ese punto de abandonar la muleta a su aire. Otra oreja. La tercera caería de un victorino lidiado como cuarto, harto cabezón, estrecho y bondadoso. Esquivel movió el caballo para picarlo después de un derribo accidental. Daniel Luque siguió en ese aire fácil y poco comprometido que Zaragoza coreaba con desgarro... Rara vez se ha visto a un toro de la A coronada rajarse con tanto descaro.

Luego ya no embistió ni el mulo y cinqueño quinto de Victoriano del Río con hechuras acaballadas ni el basto y bruto último de Puerto de San Lorenzo, que planteó la única guerra no resuelta de un torero ya cansado cuyo último aliento se consumió por gaoneras. Luque salió de la 'encerrona' como estaba. Ni triunfador ni derrotado. Fácil y sin más compromiso que su libertad. Fueron tres orejas como pudieron ser cuatro, lo que hubiera significado el retrato de la puerta grande. Nada más.
  • Plaza de la Misericordia. Jueves, 9 de octubre de 2014. Sexta de feria. Media entrada larga. Toros de diferentes ganaderías. Bañuelos (1º), bajo, recortado, engatillado, serio y de encastada, humillada y creciente profundidad; Fuente Ymbro (2º), de desarrollado tren delantero, manso y rajado; Alcurrucén (3º), cinqueño, rematado y muy largo, noble y bueno, especialmente por el izquierdo sin terminar de humillar hasta el final; Victorino Martín (4º), por delante la seriedad, escurrido, bondadoso, mejor y más descolgado por el derecho pero finalmente rajado; Victoriano del Río (5º), cinqueño, acaballado de tipo, un mulo rajado; Puerto de San Lorenzo (6º), basto, amplio y bruto. 
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  • Daniel Luque, de verde botella y oro. Estocada trasera y rinconera (oreja, fuerte petición y dos vueltas al ruedo). En el segundo, pinchazo hondo y dos descabellos (silencio). En el tercero, estocada trasera atravesada. Aviso (oreja). En el cuarto, pinchazo y estocada rinconera (oreja). En el quinto, pinchazo y estocada desprendida (saludos). En el sexto, pinchazo y media estocada (gran ovación de despedida).

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