miércoles, 19 de noviembre de 2014

'Los Lozano luchan y miran por sus toreros'



El  27de enero del 2015 viajaré a San Cristóbal (Venezuela) para estar en La Feria de San Sebastián


 
JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
Madrid (España). Ya está en Ecuador. Allí reaparecerá dentro de diez días después del percance sufrido en el campo a mediados de octubre, un mes trascendental en su temporada y en su carrera, pues Diego Ventura obtuvo el éxito más importante del año en una plaza de primera pocos días antes de anunciar, después de una década, su ruptura con la familia Matilla, para firmar semanas después por la Casa Lozano. De todo ello ha hablado con mundotoro el torero de La Puebla del Río.




'No estoy al 100%, sobre todo noto molestias en el tendón, cuando levanto el brazo para clavar, pero espero en estos días estar mucho mejor', cuenta el sevillano, que llegó a Ecuador con antelación para adaptarse a la altura 'tanto yo como los caballos -matiza- que llegaron aquí hace unas semanas por la cuarentena y ya están toreando vacas aquí, adaptándose, sobre todo para que la altitud no les afecte a la hora de hacer un esfuerzo. Eso es lo que estoy entrenando'.

Cigarrera y Demonio de salida, Morante, Oro, Ordóñez, Padilla o los nuevos Puerta Grande y Mandela para banderillas y Toronjo como caballo de´ultimo tercio es el equipo que Ventura ha desplazado hasta América para torear en plazas de Ecuador y Colombia. En España se ha quedado otra parte importante de su cuadra como Nazarí, Milagro, Sueño, Remate o Maletilla 'sobre todo por si surgen problemas con los papeles a la hora del regreso', explica Ventura, que seguidamente pormenoriza su hoja de ruta en el nuevo continente: 'Ahora toreo en Latacunga el día 28 y los días 4 y 6 de diciembre en La Belmonte. El día 10 parto a Colombia donde estoy anunciado en Cali, el día 27. Ya en 2015 viajaré a San Cristóbal (Venezuela) para volver a Colombia a cerrar mi temporada'.


¿Y México? 'Pues hubo conversaciones para torear allí ocho o diez corridas en ferias imporantes en los primeros meses de 2015, pero el problema venía a la hora de regresar la cuadra a España, que tenía que volver por Guatemala, por eso preferí no arriesgarme a que surgieran problemas, como le pasó a Leonardo en su día. Ojalá otro año porque adoro México y me encanta torear allí'.

En estos festejos de América será la Casa Matilla quien acompañe al torero 'porque son grandes amigos míos y porque ellos me hicieron estos festejos. Con Pablo Lozano empezaré en 2015 en España'.

¿Y por qué la Casa Lozano, Diego? 




El rejoneador responde raudo 'al finalizar mi relación con la Casa Matilla, que profesionalmente ha sido increíble y que en lo personal tampoco voy a olvidar, quise que me representara una persona seria, de este mundo. No quería alguien con tres minutos en esto, que se creyera que lo sabía todo. La Casa Lozano es gente luchadora, y miran por sus toreros. Esa profesionalidad y ese respeto a mí me encanta de ellos'.

Se habló de varias ofertas, incluso de México...

'Hubo ofertas de todos los sitios, incluso de gente que he tenido en contra, y además me las han hecho llegar hasta por whatsapp. Las hubo también que me ofrecían algo concreto pero sólo para un año, y yo cuando alguien me apodera pienso en un proyecto que va a ser para toda la vida', subraya.

EL RABO DE ZARAGOZA


La faena del pasado 13 de octubre en Zaragoza, sin duda el triunfo más imporante de la temporada en una plaza de primera, podría incitar a pensar en un antes y un después o en un punto de inflexión en la carrera de Diego Ventura, algo que desmiente el caballero hispalense: 'No lo creo - contesta rotundo - Ya se dijo algo parecido hace cuatro años en Valencia, en Madrid pasó lo mismo... y ahora, otra vez. Creo que la faena de Zaragoza tuvo más repercusión por el escenario, una plaza de primera, pero unos días antes también corté un rabo en Murcia, en Zafra estuve a un nivel similar, lo de Sevilla también fue muy importante...'

¿Y en qué ha cambiado Ventura de la faena de hace cuatro temporadas en Valencia a la del ems de octubre en Zaragoza?



'Sinceramente en nada. No hay diferencias. Mis bases siguen siendo la despaciosidad, ir de frente, arriesgar al máximo. Trato de buscar ese concepto. Por eso mi forma de torear es la misma entonces y ahora. Lo que sucede también es que ese día deslumbró un potro que de cuatro años que se llama 'Sueño', al que el triunfo sirvió de descubrimiento. Sin embargo, también fue el protagonista del rabo de Murcia, en Cuenca también lo bordó con un toro de Santa Coloma...'

El éxito de 'Sueño', tiene mucha similitud con la eclosión hace unos años de 'Pegaso', otro potro que con la misma edad se puso en figura en una tarde. Cuando un caballo triunfa a edad tan temprana los no profanos en la materia podemos llegar a pensar en la casualidad o en las horas de entrenamiento para ponerlo a torear: 'Es todo por genética - desvela Ventura - Yo soy un loco de la genética; Me paso horas y horas dándole vueltas. Antes era impensable que con seis meses de entrenamiento pusieras a torear a un caballo. Se necesitaban mínimo dos años de preparación. Pero la genética sí te lo permite, porque los caballos lo llevan en la sangre. Yo toreé con su padre y su madre, vi torear a su abuelo. Y sé las cualidades que pueden tener y lo que pueden aportarme'.

¿Entonces su mejor preparación no depende de invertir muchas horas de entrenamiento? 

Es todo lo contrario. Su entrenamiento diario no supera los veinte minutos entre calentar, trotar, galopar... lo que trato es que, al ser tan jóvenes, se vayan rodando en las plazas con toros muy buenos, que vayan cogiendo sitio, y como genéticamente lo llevan dentro, cada tarde que salen progresan. Pero siempre con toros muy buenos. Así se cuajó Pegaso un invierno en México y Sueño durante esta temporada', asegura el torero.

Esta reflexión ratifica y corrobora que en el mundo del rejoneo, como en la vida, el trabajo y la implicación apenas dejan hueco al azar, y que un rejoneador es mejor o peor en tanto en cuanto sea capaz de mantener el nivel de su cuadra. Ventura incide esta idea: 'Cada rejoneador suele pasar a la Historia en simbiosis con un caballo. A cada figura del rejoneo se le asocia a uno de ellos, o a dos. Tres ya son muchos. Normalmente cuando un rejoneador pierde un caballo figura baja el nivel, porque es muy difícil ser capaz de poner otro caballo a esa altura. Por eso yo nunca olvidaré a caballos como Trincherazo, Manzanares, Distinto, Califa, Guaraná... llevo 14 años sacando caballos de mi propia yeguada, buscando su base genética, innovando cosas. Son muchas noches sin dormir, pero es esto lo que me apasiona y lo que me llena', concluye.    

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