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El Juli, con la corona de laureles tras su triunfo en la pasada edición
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El serial manizalita, con ambiente grande en novilladas y corridas, se ha convertido en un bastión esencial del toreo colombiano. Dicen algunos, a lo portuense, que quien no ha visto torear en esta Monumental no sabe lo que es un día de toros en Colombia.
En este coso del eje cafetero se citarán máximas figuras a pie y a caballo, como El Juli y Pablo Hermoso de Mendoza, que pondrán el catedralicio broche mano a mano. Otros españoles, como Alejandro Talavante, El Cid y Juan del Álamo, la figura francesa Sebastián Castella y toreros de allá como Luis Bolívar competirán por la Catedral de Manizales, un cotizado trofeo que adorna vitrinas de maestros de ayer y hoy.
La taquilla va viento en popa. Según explica a ABC el empresario de Cormanizales, Juan Carlos Gómez, se han vendido más de cuatro mil abonos. «Lo más importante -recalca- es que el abono joven cuenta ya con más de 500 menores de
24 años, ubicados en el tendido 1 de sombra y que ya ocupan desde las
filas 9 a las 16». El gerente confía en llenos, como la citada tarde del «duelo» entre el matador y el caballero. Además, para todos los festejos «hay ya más del 50 por ciento del aforo vendido». Un lujo si se compara con tristes entradas al otro lado del Atlántico. Y a este.
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