Curro Romero, esencia de Sevilla, es protagonista de los carteles de la ciudad para anunciar sus Fiestas Primaverales. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, descubrió este lunes el cartel, obra del pintor sevillano Francisco Ayala, que evoca a «aquellas composiciones costumbristas de finales del XIX y principios del XX».
Junto al concejal delegado de Empleo, Economía, Fiestas Mayores y Turismo, Gregorio Serrano, Zoido ha puesto en valor las fiestas «más queridas y sentidas» de la ciudad, la Semana Santa y la Feria de Abril, algo que asegura que queda reflejado en este un tríptico que presenta tres elementos que se identifican «con las tres principales fiestas de la ciudad: los toros, la Feria y la Semana Santa».
El arte más puro
Así, los toros se representan a través de «una de las
figuras del toreo más importantes de la historia que encierra por sí
sola todas las esencias del arte más puro, de la tauromaquia más honda y
de la sevillanía más auténtica», Curro Romero. Su nombre y su figura
«trascienden los límites del toreo para convertirse en un estado de
ánimo, en una emoción, en un pellizco, en una explosión de alegría, en un latido acelerado del corazón,
capaz de elevarte al infinito y devolverte a la tierra cuando las
expectativas y los sueños superaban a la propia realidad». «Curro es una obra de arte que nunca dejó indiferente a nadie, y en este cartel es el mejor exponente de la fiesta mayor de los toros», recalcó.
Además, la Feria y el paseo de caballos quedan
plasmados a través de una amazona que «encierra la tradición, el
recuerdo de aquellas ferias antiguas de ganado y la belleza de la mujer
sevillana en su máximo esplendor». «La mujer amazona hace
un guiño a la condición que ostenta Sevilla como capital mundial del
enganche, ya que somos la única ciudad del mundo donde existe una concentración de enganches de Feria tan numerosa. Este inigualable patrimonio en uso nos distingue de cualquier otra ciudad del mundo», añade.
El barroco más clásico
Por último, la Semana Santa se
refleja a través de un nazareno del Gran Poder con un farol de cruz de
guía, que encierra «la devoción de Sevilla, el barroco más sublime y la
tradición de más de cinco siglos de historia». Zoido destaca este nazareno anónimo en
el que «todos no vemos reflejados, pues hay pocos sevillanos que alguna
vez en la vida no hayan vestido túnica y antifaz para ir a la Catedral
acompañando a sus imágenes».
«Todo ello centrado en una de las mayores devociones sevillanas, de
carácter universal e icono de nuestra religiosidad popular, como es el
Gran Poder», insiste, detallando que el resultado es «una síntesis de
Sevilla explicada en tres imágenes que configuran un cartel de la primavera clásico y que cumple perfectamente con el objetivo de evocar y anunciar las fiestas de la ciudad».
Zoido ha felicitado a Ayala por la composición y también por la «calidad de su realización al crear un cartel excelente para
anunciar nuestras fiestas, capaz de convocar a todos los sevillanos y a
los que vengan de fuera en torno a las fiestas que reúnen las esencias
de nuestra ciudad».
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