El torero sevillano comienza el domingo su temporada española en Valdemorillo
Manuel Escribano, en la Feria de Valdemorillo el año pasado
Cristina Bejarano
|
Madrid.
Manuel Escribano vuelve a la Feria de San Blas y la Candelaria de Valdemorillo. El año pasado triunfó a pesar de no llegar al 100 %. Este 2015 quiere que sea el de su «confirmación de todo» y el primer paso es la coqueta plaza ubicada a los pies de la sierra madrileña. Después, hacer que su nombre sea «imprescindible en todas las ferias».
-¿Qué balance hace de la temporada?
-Ha sido una temporada importante para mí, sobre todo en lo personal. En lo profesional he tenido que ir superando muchas adversidades que se iban planteando a lo largo del año, más que nada un inicio en el que todavía me estaba recuperando de la tremenda cornada (Sotillo de la Adrada, septiembre de 2013) que me tuvo apartado seis meses de actividad alguna. Sin ser una temporada triunfadora que cortara muchas orejas, porque no embistieron mucho los toros en plazas importantes, creo que di una dimensión mucho mayor a toda la gente que me ha ido viendo y mostré una progresión que todos los toreros deben tener.
-Toreó 37 festejos pero faltó un triunfo rotundo en una plaza importante.
-Sí. Por ejemplo, en Sevilla actué cuatro tardes y no me embistió ningún toro, sólo pude cortar una oreja. Luego Madrid fue nulo, ninguno de mis dos toros me ayudó nada, se pararon y se echaron para atrás. En Nimes igual, aunque logré una oreja en el segundo festejo. Pamplona una corrida horrible, también muy parada. La verdad que en los sitios grandes, importantes, no embistió ni medio toro. Me tocó sobrevivir con eso, salir adelante y superarlo. Cuando no hay orejas parece que todo se para un poquito, que te cuestionan pero hay que saber cómo se encuentra uno, cómo hacer las cosas y cuál es el motivo. Por mi parte, todas las ganas, la voluntad, están puestas pero es necesaria la ayuda del toro que es el que da el triunfo.
-Manuel Escribano ya tiene un nombre en la afición.
-Creo que mi empeño, mis ganas, mis formas y mi entrega durante toda la lidia en cualquier plaza que vaya la gente lo ve, lo valora y lo agradece. Esa es mi manera de plantear la temporada y cualquier tarde. Es lo que quiero y busco; podrán decir más o menos del toro pero mi disposición será del 100 %. Eso intento hacer todas las tardes y creo es el motivo de que la gente se quede con ese sabor y más ganas de verme. Yo agradecido.
-Primera temporada en el equipo de Simón Casas. ¿Qué ha cambios ha notado?
-Venía de una temporada muy buena, con el triunfo de Sevilla, toda la revolución del año y el tema de la cornada, que quieras o no te da ese punto de dejar para el año que viene todas las expectativas que creaste. Una casa y un apoderado grande te asegura más o menos estar en las ferias y en los sitios grandes. Pero al fin y al cabo, uno se da cuenta de que cuando uno interesa, está en el sitio y se lo ha ganado en la ruedos va a esas plazas.
- A pesar de ir con un empresario importante no desprecia las corridas de Miura, Adolfo Martín, Victorino...
-Bueno, a veces es la duda que tiene uno. Por las circunstancias que han rodeado mi carrera y de dónde he salido se me ha vinculado a un tipo de toro que mucha gente te pide, quiere verte con estas ganaderías y tampoco he rehuido a nada de eso porque me considero un torero capaz de afrontar estas corridas de toros. Por qué no. No me cierro a nada. Miro por el espectáculo, por mí y por la afición. En el momento que yo me quiera cuidar, aliviar, yo creo que llegarían los problemas y perdería la verdad de mi nombre y de mis formas.
-Segundo año que comienza la temporada vestido de luces en Valdemorillo.
-Con ganas. El año pasado hice un gran esfuerzo por reaparecer allí aunque llegué totalmente demacrado y me faltaba mucho por recuperar pero creo que estaba pleno para poder volver a los ruedos. Este año han tenido ese corazón y esa forma de agradecérmelo poniéndome de nuevo en Valdemorillo. Va a ser bonito, sobre todo también comparar la forma del año pasado con la de este. Gracias a Dios he tenido todo un invierno para mí, no como el año pasado.
-La de 2014 fue una tarde emotiva e importante. Su triunfo le sirvió para repetir el domingo debido a la baja de Alberto Aguilar.
-Fue muy bonito. Volví a ponerme delante de la cara de un toro, a quitarme un poco los fantasmas de todo lo que había sido la cornada y demostrar que lo hacía en el mismo aire me fui. Se dio bien, pude torear un toro a gusto y me gané la sustitución del día siguiente, aunque fue más complicada esa tarde. Resultó importante por la disposición que traía y salir de nuevo a una plaza sin dejarme nada dentro ni guardarme nada.
-¿Cómo afronta este 2015?
-Afronto cada tarde es como si fuera la última. Esté donde esté, la preparo, la siento y me mentalizo igual. Pero sí es cierto que este año tiene que ser el de la confirmación de todo. El año pasado fue un poco de transición para asimilar todo lo que tenía. 2015 tiene que ser el de plenitud, conseguir esos triunfos grandes y ver al Manuel Escribano imprescindible en todas las ferias.
-Hablando de confirmación también está Madrid porque el año pasado poco pudo hacer en San Isidro.
-Estoy inédito en Madrid. Toreé una tarde de novillero y tampoco tuve opciones. No se ha visto nada, ni bueno ni malo, porque han sido dos tipos de corridas de un estilo contrario a lo que es la afición de Madrid. Esa es mi expectativa. Este año al estar en la casa, en Taurodelta, creo que podemos afrontarlo de otra forma. Espero que se den bien las cosas para estar lo mejor posible en Madrid y poder conquistar o ganarme parte de esa afición que tan imprescindible es para los toreros.
-¿Está hecho?
-No hay nada cerrado. Mi apoderado no se está moviendo aún y a día de hoy no sabemos nada de Valencia ni de Sevilla. Imagínate Madrid. El horizonte es Valdemorillo, además con las cámaras de Canal Plus que te ve todo el mundo. Aquí el que golpea primero golpea dos veces y es un escaparate para marcar todas las expectativas generadas para este año.
-Ha quedado en undécima posición del escalafón. ¿Se fija en esas cosas? ¿Busca entrar en el Top-10 o en el Grupo Especial?
-Parece mentira pero este año he rechazado el Grupo Especial. Me quedé en 37 corridas de toros, 35 porque me perdí un par de ellas. Si hubiese querido podría haber toreado más para terminar la temporada en cuarenta y alguna. Pero hice balance de todo lo que me suponía de cara a esta temporada y después de hablarlo con mi equipo de apoderados decidimos quedarnos en el Grupo B. Siempre es bonito estar ahí arriba pero en este caso era mejor la selección que la cantidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario