TIJUANA Orejas a El Payo y Amaya. Indulta Castella

Del drama al indulto

Tijuana (México) 

Tragedia, triunfo e indulto se dieron cita en la corrida celebrada en la Monumental de Las Playas de Tijuana, que estuvo marcada por el percance que sufrió Alejandro Amaya al entrar a matar al quinto, que le hirió en el muslo derecho. 

Esa fue la nota negativa de un festejo en el que se vieron los arrestos de este torero, que por su pundonor fue premiado con una oreja que paseó su cuadrilla, y también las buenas formas y la valentía de El Payo, que paseó otro apéndice del tercero, si bien perdió otra oreja de su segundo por su fallo con la espada. La corrida volvió al tono festivo con el indulto de Sebastián Castella al séptimo de regalo de Fernando de la Mora.

El Payo se mostró firme y valiente con el tercero, en una labor muy meritoria de cercanías premiada con una oreja. Otra hubiera paseado del sexto de no haber marrado con la espada.

Muy centrado y sereno, Amaya dejó constancia del buen momento que atraviesa con su lote, dejando retazos de su elegante toreo. Eso mismo hizo en el quinto, que le prendió al entrar a matar por derecho sufriendo una tremenda voltereta que le costó una cornada en el muslo. Su verdad le hizo acreedor de una oreja que paseó su banderillero Diego Bricio.

Muy entregado con el reservón primero, Castella no tuvo suerte con su lote, pero pudo resarcirse con el sobrero de regalo de Fernando de la Mora, un gran ejemplar al que indultó tras una faena de temple y ritmo que hizo vibrar al público. A pesar de su triunfo, Castella no quiso salir en hombros, como gesto torero hacia su compañero herido, Alejandro Amaya. 

Plaza de toros de Tijuana (B.C) Monumental de Las Playas. Corrida extraordinaria en homenaje al cronista Valeriano Salceda Giraldés. Un tercio de entrada. Toros de Los Encinos, bien presentados, de poco juego en líneas generales; y uno de Fernando de la Mora como séptimo de regalo, Gacetillero, número 88, ensabanado y capirote, de 470 kg, de gran calidad, que fue indultado. Sebastián Castella, ovación e indulto; Alejandro Amaya, palmas y oreja que paseó la cuadrilla; y Octavio García El Payo, oreja y palmas. Incidencias: Amaya sufrió una cornada en el muslo derecho al entrar a matar al quinto. Fue estabilizado en la enfermería de la plaza y trasladado al Hospital Ángeles para ser operado. La oreja concedida la paseó su banderillero Diego Bricio. Al finalizar el paseíllo, Giraldés dio una vuelta al ruedo en compañía de las cuadrillas..